No se si fue una sorpresa saber que el Dr. Milton Flores el 16 de abril había empezado una huelga de hambre hasta conseguir los propósitos que se planteaba, de manera urgente, en relación a los cambios en la política de drogas imperante en Chile sobre la cannabis o marihuana.
Esto trae a la mente cuando el partido Comunista chileno ante los embates de la dictadura en Chile, que le había descabezado varias generaciones de líderes, declaró la aceptación de todas las formas de lucha. Parece bastante fuerte una acción política como la huelga de hambre que expone a daño físico de distinta gravedad, que eventualmente puede ser irreversible y llevar incluso a la muerte. Más todavía si el trabajo del Dr. Flores con Triagrama en el liderazgo del movimiento social por el cambio de la política actual drogas represivo prohibicionista, predominante hoy en el mundo, nace como una reclamación del derecho a la espiritualidad consagrado en la Constitución y sus referentes internacionales como él mismo lo ha hecho relevar.
Para mi modo de comprender, creo que en un movimiento social amplio, como el del cual estamos hablando que busca un cambio en la política de drogas existen distintas reacciones, nacidas de la experiencia que ha vivido cada cual con las leyes que regulan y controlan las drogas. De acuerdo a las sensibilidades también son distintas las respuestas en ese grupo general en acción, en esa dinámica social.
El trabajo del Dr. Flores y Triagrama entró en una nueva era y se hizo conocido en Chile cuando los acusan específicamente de transgredir la ley 20000 contra el tráfico ilícito de drogas al encontrar algunas pequeñas plantas de marihuana en su propiedad, y finalmente después de ires y venires en distintos tribunales condenan a Milton Flores; su mujer Paulina González también resulta acusada. Para los tribunales se aplica la Ley 20000 de acuerdo a lo que esta prescrito. En realidad hubo otras opciones propuesta por abogados o defensores para enfrentar la acusación por la Ley 20000 a la que eligió Flores como su defensa, quien prefirió un reclamo general por la libertad para el desarrollo de la espiritualidad consagrado en la Constitución chilena como en sus referentes internacionales, asociado a los DDHH esenciales. Siendo así no se podría obstaculizar el cultivo de marihuana puesto que eso lesionaría su derecho a la espiritualidad a través de esta planta con múltiples uso entre lo cuales se encuentra ser un medio para el cultivo del desarrollo personal y la espiritualidad individual y social, justamente lo que ha venido desarrollando en su trayectoria profesional. Con el respaldo de su profesión al ser psiquiatra y la de otros miembros de Triagrama que son psicólogas, el caso de la misma Paulina González y Ximena Torres, que han ejercido su actividad profesional buscando adquirir capacidades para mejorar la convivencia y los problemas de salud mental, lo que incluye investigaciones en ese ámbito con plantas como la marihuana
Para mi la situación es un poco diferente. Creo que la ley 20000 es contradictoria puesto que declara que las personas pueden hacer uso de cualquier droga “para uso personal próximo en el tiempo o con justificación médica”, estamos hablando de las ilícitas en todo momento en este caso, o ilegalizadas, y establece en el caso de la cannabis que para su cultivo -que sería la única manera de poder proveerse de ella porque todas las otras formas de hacerlo estarían prohibidas incluso las formas terapéuticas,- se necesitaría la autorización del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Pero, después de esta afirmación que ha permitido a esta ley presentarse a la sociedad como si fuera vanguardista entre sus iguales, porque respetaría el derecho de la persona sobre su propio cuerpo, no se implementaron los mecanismos específicos, para que cualquiera pudiera acceder a la autorización correspondiente. Uno se pregunta y obviamente aparece en el juicio ¿Por qué entonces Milton Flores y Triagrama no pidieron esa autorización? Pero la situación es tal que en todo el tiempo desde que se instauró, hace aproximadamente 25 años, la obligación de pedir autorización al SAG, no se ha entregado ningún permiso por esta entidad pública.
De manera que el argumento de que el acusado esta bien sancionado porque no cumple los objetivos de la ley, desde mi punto de vista lo que llega –finalmente- a mostrarnos es que esta ley aparentemente pretendió mantenerse en los principios que consagran la autonomía de las personas sobre su propio cuerpo y su mente, pero con la intención política de que no se cumpliera; por eso no se implementaron las medidas para que esto se pudiera concretar. La ley 20000 se presentó a la comunidad resaltando los contenidos que tenían que ver con lo nefasto del consumo de drogas y lo legítimo de su represión y su prohibición por ser lacras, o azotes sociales. En esos dos sentidos no hubo la suficiente honestidad con la comunidad a quien se le aplica esa ley.
La diferencia está en que el planteamiento de Milton Flores y Triagrama va en contra de que la misma ley 20000 tenga el rango legal para negar, reglamentar, restringir, obstaculizar -o lo que sea- un derecho establecido y consagrado por la Constitución y compromisos y obligaciones también internacionales -de una categoría más alta que las leyes y los reglamentos- que resguardan el cultivo de la espiritualidad. Que es lo que han venido ejerciendo en su trabajo; aplicable a cualquiera que quisiera cultivar la espiritualidad más trascendente con estas drogas que pudieran estar prohibidas, a pesar de tener una gran tradición religiosa, mística, chamánica, curativa.
Además, Triagrama como aquellos que son afectados por la ley deben enfrentar un juicio que de por si es engorroso, implica gastos materiales y emocionales permanentes en el tiempo durante años lo que ha sido claro en este caso. Como ejemplo de que las cosas se mueven en un oleaje transido de ideologismo y de incongruencias se llegó a sancionar a Milton Flores con la obligación de tomarse una muestra de ADN para entrar en un archivo permanente de delincuentes, Registro de ADN Criminal. Sanción que no esta dentro de las prescritas en los delitos por los cuales se le estaba acusando, y a la que Flores se negó, lo que obligó al tribunal a reconocer que había sido un error aplicarla, explicándolo como error en la transcripción. Explicación que empeora la perspectiva y sugiere una negligencia del tribunal incluso al momento de reconocer un error, desenfado que enerva a quienes sufren desde distintas circunstancias tales autoritarismos orgullosos y humillantes.
De manera que si uno mira el movimiento que se esta presentando actualmente en relación a las políticas de drogas, y en este caso respecto a la cannabis, ve que existen distintas sensibilidades que representan las distintas situaciones que cada cual ha vivido con la regulación y control impuesta por las leyes de drogas, que amagan y niegan en las personas el derecho a la libertad sobre su cuerpo y su mente, para los fines que estimen convenientes. Por eso la respuesta social tiende a “todas las formas” de lucha.
Yo no estoy muy de acuerdo con que cualquiera de estas sensibilidades -mística, recreacional, médica, psiconáutica- sea por si misma la que debe encabezar y caracterizar al movimiento general por el cambio en la política de drogas y de la cannabis, debe prevalecer el esfuerzo por la aceptación de todo el espectro posible. Creo que presentar una huelga de hambre es radicalizar un movimiento que hasta el momento había sido intransigente, pacífico, no violento; siento que el significado drástico que significa convertir al propio cuerpo en la plaza donde se dan las escaramuzas sociales, puede ser difícil de comprender y compartir para muchos.
No estoy adherido hoy día a la idea de llevar a la sociedad a ninguna predisposición que pudiera desencadenarse después en divisiones o en acciones de violencia. Sin embargo me parece bien considerar definir esta huelga de hambre como “ayuno” porque el trabajo que ha venido desarrollando Triagrama en el contexto de nuestra sociedad esta en la dimensión psicológica, espiritual, mística y religiosa (excluyendo la institucionalización de la religión que termina siendo una industria), ámbito en el que el ayuno es un ejercicio reconocido. Recordemos que el mismo Jesús, y nuestra nación es principalmente cristiana, hizo un ayuno de cuarenta días. En el ayuno físicamente y simbólicamente se esta contrapesando a favor del espíritu la relación entre lo material y lo trascendente a ello.
Así el ayuno es ir más allá de los egoísmos naturales del cuerpo, división que parece un poco artificial pero, metafóricamente, simbólicamente su mensaje es que los egoísmos que nacen de tener conciencia solo para las cosas obvias y materiales que nos muestran los sentidos tradicionales en la vida cotidiana, necesariamente nos van a empujar al individualismo, al sálvese quien pueda, a una coexistencia social de unos contra otros, en vez de trascender las identidades individuales, familiares, de grupos políticos o religiosos; el ayuno es un ejercicio para tratar de distribuir nuestras ansias de vida y de realización, tomando como referencia a la totalidad del ser humano y de los seres humanos, y aún más allá comprender algo de la amplitud de la existencia.
Desde este punto de vista apoyo todas las formas de lucha, que incluyen la huelga de hambre como “ayuno” que está impulsando el Dr. Milton Flores con Triagrama, que debe terminar -para que tenga este carácter- antes que ese mismo ayuno comience a tener efectos perjudiciales, ya sea individuales sobre el mismo ayunante, sobre familiares, o sociales en el movimiento político en el cual esta incluido, para que la acción muestre en toda su medida su significado: arriesgar en el camino correcto por un mundo mejor y más pleno.
Artículo escrito por:
Dr. Avelino Jimenez, psiquiatra