La historia de los gaffes cometidos por los políticos es larga como un lunes sin pega y sin comida. Las más de las veces se trata de actos fallidos que denuncian algún desajuste entre el discurso y la acción del tipo en cuestión, algo que le traquetea la pirinola.
Hay algunos gaffes sabrosones y uno no resiste la tentación de contarlos, atento el personal.
Arrinconado por un periodista a propósito de su política derechista, el presidente francés Jacques Chirac lo negó vigorosamente: “Pero si yo soy de izquierda… ¡Como chucrut y tomo cerveza!”
El Primer Ministro Raymond Barre, ungido “mejor economista de Francia” por Valéry Giscard d’Estaing, dio una prueba de su determinación al declarar: “Cuando ha venido el momento, quiere decir que llegó la hora”.
El mismo Barre, confrontado al drama del desempleo, declaró solemnemente: “La mejor manera de resolver la cesantía es trabajando”. Economista te digo…
Edgar Faure, un político francés conocido por sus vueltas de chaqueta, atacaba a los partidarios del statu quo con una frase para el bronce: “He aquí que avanza el inmovilismo, y no sabemos cómo detenerlo”.
Escalona debe sentirse reconfortado… él que ante la crisis financiera que se nos viene encima declaró: “…es el momento de hacer operar la naturaleza contra-cíclica de la política de balance estructural que el país llevó a cabo en los últimos años, prácticamente en la última década” (sic).
Si María de la Cruz hubiese tenido un hijo con el Paleta lo habrían llamado Camilo… ¡No te jode!
Todo esto para contarte que Eduardo Frei, segundo del nombre y rueda de repuesto de Escalona, intentó congraciarse a los socialistas rindiéndole homenaje a los mejores de ellos: Ricardo Lagos, José Miguel Insulza, Luis Maira, Juan Gabriel Valdés, Carlos Ominami…
Solo le faltó el “Choro” Soria…
Lo mejor vino cuando, en su prédica encendida (hay quienes creen que para parecer progresista hay que levantar el tono) llamó a los socialistas “a marchar hombro con hombro, espalda con espalda…”
Yo no sé tú, pero servidor, marchar espalda con espalda…, a menos que Frei camine reculando…
Luis Casado