EUNACOM: Carta Abierta ante la crisis sanitaria del próximo 14 de febrero

La opinión pública ha sido testigo durante el transcurso del año 2016 -y con mayor intensidad desde enero de 2017- , de un debate ante la inminencia del 14 de febrero, fecha en la que cientos de médicos deberán abandonar sus cargos en la salud pública, en el marco de un déficit global de unos […]

EUNACOM: Carta Abierta ante la crisis sanitaria del próximo 14 de febrero

Autor: mauriciomorales
Foto: eunacom.cl

Foto: eunacom.cl

La opinión pública ha sido testigo durante el transcurso del año 2016 -y con mayor intensidad desde enero de 2017- , de un debate ante la inminencia del 14 de febrero, fecha en la que cientos de médicos deberán abandonar sus cargos en la salud pública, en el marco de un déficit global de unos 2000 galenos.

Coexisten diversas visiones e interpretaciones sobre los efectos que la aplicación del EUNACOM ha venido teniendo en la política pública de salud en Chile; examen concebido para garantizar «la calidad de la atención de salud de los chilenos». Por cierto esta calidad, no depende exclusivamente de un examen teórico–práctico, habilitante de profesionales que cursaron al menos sus siete años de estudio en universidades acreditadas. Y en el caso de chilenos y extranjeros con estudios en el exterior, conforme a las leyes vigentes en aquellos países.

En distintos momentos, hemos estado en el centro de la polémica que muchas veces se generó, producto de mi férrea y consistente postura respecto de las debilidades y efectos indeseados que ha provocado de la aplicación del EUNACOM. Insistentemente advertimos, a distintas autoridades del MINSAL, lo que hoy es una realidad y un contrasentido. Chile requiere de más médicos y el Estado, por las razones que sean, está prescindiendo del trabajo de cientos de médicos generales y especialistas.

En mayo de 2016, promovimos junto a las senadoras Allende, Pérez y Von Baer, y junto con los senadores García Huidobro, Bianchi, Chahuán, De Urresti, Horvath, Larraín, Letelier, Matta, Montes, Moreira, Ossandón, Quintana, Quinteros, Patricio Walker y Zaldívar un proyecto de acuerdo que solicitó a la Presidenta de la República, entre otras medidas, la aplicación de una evaluación sustitutiva del EUNACOM para médicos especialistas, así como ampliación de la vigencia de la ley miscelánea.
Sobre este proyecto de acuerdo, el gobierno se ha hecho cargo parcialmente, pues hoy contamos con una nueva legislación que exime del EUNACOM a quienes cuentan con una especialidad médica. Pero repitiendo el mismo error: habilitar a organismos de carácter privado (ASOFAMECH y CONACEM) al final del día, determinen y condicionen de manera insalvable la política pública de salud. Es inapropiado que dos organismos privados tengan facultades de toma de decisiones de carácter obligatorio para ciudadanos y hasta para el propio estado, en consecuencia que estas atribuciones y potestades son exclusivas -en un estado de derecho- a los organismos públicos.

En noviembre pasado, el Contralor General de la República ha coincidido con nuestras apreciaciones y ha formulado observaciones al EUNACOM, que esperamos sean asumidas e incorporadas en la solución global de este problema, entre las cuales se destacan criterios «que aseguren la objetividad, transparencia, igualdad y adecuada publicidad» en el «diseño y administración del examen».

Cuando formulamos estas mismas críticas, hemos recibido algunas opiniones discrepantes -legítimas por cierto– y otras de carácter descalificatorio, que en nada han contribuido a resolver el problema. Y que pueden ser interpretadas más como signos de intereses corporativos que de genuinos intereses centrados en el bien común y en una política de salud pública, como la que merecen quienes habitamos Chile.

En conclusión, es importante aplicar y asegurar que el principio fundamental en esta materia es – al decir del Contralor General – la «servicialidad de la administración y de continuidad del servicio público». Y que las mismas están en grave riesgo como consecuencia de la aplicación de un instrumento destinado a acreditar, lo que ya está institucionalmente acreditado. Y que -a la luz de los resultados- no ha contribuido como se esperó al legislar una década atrás, en garantizar la calidad de la atención pública ni a evaluar de manera adecuada a los médicos, ya sean titulados en Chile como en el exterior.

Ahora bien, para evitar que el informe sobre diseño, administración y aplicación del EUNACOM encargado por MINSAL a la OPS no resulte extemporáneo en relación con la crisis actual, sería de toda conveniencia que las autoridades pertinentes agotaran las gestiones para disponer de dicho informe a la brevedad.


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