Guerreras, dulces guerreras

Los últimos años he tenido la sorpresa de ir encontrándome con mujeres que tienen características en común. Al comienzo pensé que simplemente era por las personas que conocía y se trataba simplemente de un tema de afinidad espaciotemporal. Lo cual cayó completamente al venir a España (a estudiar un master en Coaching). Sin conocer a nadie – y sin esperarlo ni buscarlo – este tipo de mujeres también existían acá y no solo eso, me llevaba bien y podía formar una linda relación de humano a humano con ellas.

Desde niño he creído y vivido la profunda relación con mujeres como amigo, hermano y en algunas como amante o pareja. Practico la multiplicidad de interacciones con las mujeres, por lo que el respeto está presente sin esa necesidad de seducirlas a todas y los hechos me lo comprueban al estar constantemente rodeado de mujeres, disfrutar de su compañía, sabiduría y cariño, por lo que hablo desde la experiencia directa.

¿Qué tipo de características he observado en común en este tipo de mujeres?

Para comenzar, las llamo “guerreras”. ¿Qué quiero decir con guerreras? Aquellas mujeres que se mueven con la fuerza de su corazón, empoderadas, con una profunda sensibilidad y a su vez fuerza para poner límites y generar cambios. Son mujeres que no pasan desapercibidas, su belleza comienza en su interior y se expande a su cuerpo, su movimiento y su mirada frente a la humanidad.

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Mujeres que cuando aman, aman desde lo que son y no escatiman en entregar lo mejor de sí mismas. Varias han sido heridas por antiguas parejas o supuestas amistades que terminaron por traicionarlas. Lo mejor de todo, que no se victimizan, ven en el dolor una oportunidad de aprendizaje y que aunque en el momento no sepan bien que hacer, no dejan su corazón ni mucho menos dejar de escuchar a quienes les rodea.

Son coherentes en su actuar. En general tienen una gran intuición que la hacen parte de su vida y la ponen al servicio. Su sensualidad femenina esta integrada y no se dejan aminorar por los juicios de los demás, porque saben lo delicioso de ser mujer.

Y así tantas características que se resumen en una profunda admiración.

Guerreras finalmente pueden ser todas las mujeres que sean tal cual son en el mundo, partiendo por ellas mismas. Guerreras son las que no temen amar y no dejan que el pasado sea un peso para el presente. Y he visto como mujeres atormentadas por no equivocarse, comienzan a entregarse y las envuelve esa energía o presencia de guerrera, que en silencio lo observo como una primera vez.

Esto ya va más allá de un discurso pro mujer o antimachista, es un punto de vista que varios hombres compartimos y nos alegramos de presenciar.

Por mi parte, cada mujer que cruce la trato y trataré de la mejor manera, no por nada tienen tanta sabiduría por el hecho de ser mujer y una mujer libre es un regalo para la vida; una mujer que se mueva con toda su belleza, es poesía y una mujer que crea, es vida en todas sus manifestaciones.

Benjamín Podlech
Psicólogo, coach y terapeuta