En el estado de Puebla 87.8% viven en condiciones de pobreza y de vulnerabilidad. Puebla capital es el cuarto municipio de todo el país con mayor concentración de la pobreza, según fuentes de Coneval y datos presentados a un grupo de periodistas por la organización católica Cáritas.
Según la Fundación Banco de Alimentos de Cáritas, dos son las realidades que enfrentan los mexicanos: el hambre y la falta de justicia en la distribución de la riqueza. En el caso de la primera, unas 50 mil toneladas de alimentos se desperdician y esto tiene como consecuencia que 30 millones de mexicanos sufran hambre. En nuestro país fallecen por falta de alimentación 8500 mexicanos, en promedio, al año, es decir, 23 compatriotas mueren a diario; es decir, casi uno por hora. En el caso del estado de Puebla, la arquidiócesis de Puebla y la Fundación Banco de Alimentos de Cáritas ha organizado el aprovechamiento de muchos alimentos que, generosamente, dan diferentes empresas comerciales. ¿Cómo lo hacen?, he aquí algunos datos que proporcionó esa noble fundación.
En promedio maneja 1400 toneladas cada mes, 60% de perecederos y 40% no perecederos que provienen de huertos, invernaderos, centros comerciales, centrales de abasto, restaurantes, empresas alimentarias, sociedad civil y algunos hombres y mujeres de noble corazón.
Con la recuperación de alimentos, se proveen alimentos calientes a 150 mil personas en situación de calle, indigentes y migrantes.
También se entrega, semanalmente, a 150 mil personas, paquetes alimentarios y se han establecido talleres de nutrición, así como capacitación para la autosustentabilidad de las personas atendidas para un posible cambio de vida.
La carencia de alimentos afecta el desarrollo del cerebro humano, según un estudio de la Universidad de Harvard, si durante los primeros años de vida, un humano no se alimenta correctamente, no logra el pleno desarrollo de su cerebro, afectando los circuitos sensoriales, vista, oídos, lenguaje, las funciones cognitivas superiores es decir la memoria, la toma de decisiones y la solución de problemas. Los principales efectos, a largo plazo, de la desnutrición son los bajos rendimientos escolares y la baja capacidad para el trabajo, ya que además de la situación fisiológica, existe, alrededor de estos niños, una situación de privación social que no les permite desarrollar sus capacidades. Esta es la primera y muy grande injusticia que sufren los mexicanos y los poblanos, la otra es la mala distribución del ingreso.
Hasta ahora no se ha hecho la reforma hacendaria, es decir, que paguen más impuestos los que tienen mayores riquezas.
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