«Hay que mojarse el potito»

No se necesita tener poderes de ningún tipo para vaticinar que todo seguirá más o menos igual en los años que vienen.

«Hay que mojarse el potito»

Autor: Wari

1.- Menos de un mes para las elecciones y de una u otra manera todos comienzan a exponer sus cartas. Desde los que están en la más dura de las duras, diciendo que todo esto no vale nada y que solo la lucha nos hará libres -aunque poco o nada de avances se ve en los procesos de organización para que tal anhelo se concrete- hasta aquellos que están llamando a votar por el candidato que mejor represente las posiciones que se tienen, habida cuenta de que si no se participa poco se puede reclamar a posterior.

En la presidencial hay de todo y salvo el cambio de la mayoría de los nombres que se postulan, lo demás es lo de siempre, con los énfasis que cada conglomerado le imprime. Ellos harán los cambios que hacen falta, ellos nos sacarán de todos los problemas que nos afectan y, sin embargo, ellos han estado en el gobierno por más de 30 años y seguimos viviendo con las mismas deficiencias que en algunos casos son inmensas, en salud, educación, vivienda, seguridad ciudadana, derechos laborales y sociales.

No se necesita tener poderes de ningún tipo para vaticinar que todo seguirá más o menos igual en los años que vienen.

2.- Cierto es que muchos de los que se postulan son chantas, pero no podemos negar que también presentan su candidatura aquellos de buenas intenciones, que han estado de una u otra manera al lado de los que sufren y han dado fe de que están comprometidos, más allá de algún renuncio.

Hay gente buena, que no tiene experiencia anterior pero cuyo compromiso y entrega no puede ser puesto en duda y a las que vale la pena darles un voto de confianza.

Es poco probable un cambio drástico en el cuadro político dada la baja participación ciudadana en el proceso, la que unida al pobre nivel de conciencia de la clase abusada posibilitará la elección de muchos indeseables.

Solo resta esperar que las excepciones vayan mejorando su trabajo y asuman con más fuerza las demandas de los postergados, porque hasta ahora, de los que han sido electos, hemos tenido mucho discurso y pocas cuestiones concretas. Las deplorables reformas laborales del 2016 son una muestra de eso.

Respeto a los que no votan pero se la juegan por la organización y hacen esfuerzos por desarrollarla.

Yo estoy inscrito y votaré a presidente por Eduardo Artés, pese a que también ha ignorado propuestas mínimas de la clase. Para senadora mi voto será por Fabiola Campillay, en tanto que marcaré por diputado a Julio Oliva García.

En cada distrito puede haber alguien que salve la plata y que si resulta elegido dará cuentas de su accionar ante los electores. Bueno, si sale fallado deberemos promover a otro en los procesos futuros, asumiendo que de nosotros depende determinar quienes nos representan.

3.- No sacamos nada con seguir poniendo condiciones y descalificando a medio mundo, si no generamos organización. Una vez logrado esto, determinaremos todos si le entramos al cambio del modelo con nuestras propuestas y quienes las puedan concretar, o nos jugamos otras cartas. Ya está bueno de encontrarlo todo malo y mantenerse al margen.

Como dicen los viejos «hay que mojarse el potito» y si esto no nos gusta, trabajar por aquello que nos satisfaga, pero trabajar po’, saliendo a educar y concientizar porque así como están las cosas, está claro que el sistema seguirá ganando por goleada.

Nuestra fuerza la Unidad Nuestra meta la Victoria

Por Manuel Ahumada Lillo

Secretario CGT Chile

Pulso Sindical, 3 de noviembre de 2021


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