Este 26 de agosto dio inicio el ciclo escolar 2024-2025 a nivel nacional y este es un año especial para Nia, es de Guatemala, tiene 8 años y hace poco más de un año, sus padres decidieron salir del país, huyeron de su hogar en busca de nuevas oportunidades, no les alcanzaba el dinero para mantener a sus hijos y su deficiente educación escolar no les permitió aspirar a mejores trabajos, no había para comer, menos para ropa y escuela.
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Emprendieron el viaje y ha sido toda una travesía, antes de llegar a Zacatecas dejaron rastros de sudor entre matorrales y manglares, el agua que caía de sus ojos se esparció y ahora forma parte del inmenso mar del Océano Pacífico, atravesaron selva, dejaron sangre proveniente de las plantas de sus pies cansados sobre la carretera a pleno rayo de sol, se subieron al tren arriesgando su vida, incluso en el camino vieron cómo algunas personas no podían más con el hambre y deshidratación e incluso había quienes regresaban a su lugar de origen.
Finalmente, Nia llegó a Zacatecas y estuvo resguardada junto con su familia por una sociedad civil que tiene por objetivo dar auxilio a los migrantes, decidieron descansar unos días que se han convertido en meses y hace poco, una directora de primaria, se acercó a varias de estas familias, tuvo contacto cercano con todos ellos y les explicó que nuestra República Mexicana es defensora de los derechos humanos, que la Secretaría de Educación Pública está comprometida con salvaguardar el derecho a la educación, no solamente con niños mexicanos, sino con cualquier niño que pise nuestro territorio.
Este 26 de agosto los alumnos y maestros regresaron a clases, preescolares, primarias y secundarias han reiniciado sus actividades, es un año especial para Nia, pues después de mucho tiempo, ella volvió a pisar una escuela y retomará su educación escolar, la directora de la primaria le hizo un examen diagnóstico y la asignó al grado correspondiente según sus habilidades.
Nia está feliz, el ambiente huele a libretas nuevas y a la ilusión de miles de niños que aspiran a un ciclo escolar lleno de aventuras y alegrías, sin embargo, algo aún la pone un poco triste, piensa en sus miles de paisanos que no tienen la oportunidad que ella está teniendo, en las ciudades hay niños y niñas que tienen posibilidad estrenan zapatos, uniforme, mochila, juego de geometría, colores… pero hay otra parte que no goza de esos privilegios, que viven en las calles y no tienen tiempo de pensar en la escuela porque en su mente solo figura lo que harán para sacar la comida del día.
Además, sus papás le han dicho que no se encariñe tanto con su maestra porque no falta mucho para que continúen su camino hacia el norte de América; ella le ha contado su sentir a las personas de su escuela y es por esto que la directora motiva día con día a los maestros para que enseñen lo mejor que puedan a cada niña o niño que llegue, nunca saben si se quedarán uno o dos meses solamente.
Así como Nia, muchos niños y niñas inmigrantes llegan a México, familias completas viajan de El Salvador, Guatemala, Ecuador y están de paso buscando llegar a su objetivo: Estados Unidos de América. Buscan una oportunidad laboral en otro país, arrebatan a los niños de su entorno y les privan de educación escolar.
Afortunadamente, la Secretaria de Educación Pública, permite que los directivos de los planteles educativos mexicanos tengan acceso a la plataforma de inscripción de manera permanente para poder inscribir a niños y niñas migrantes. La única desventaja de ello es que a pesar de recibir alumnos migrantes todo el tiempo, solo se quedan un mes, dos meses porque tienen que continuar su camino.
No obstante, lo ideal es que los niños continuen su educación en cualquier otro plantel y es por ello que la escuela les expide un documento en el que indica en qué fase de desarrollo se encuentran dependiendo sus capacidades intelectuales actuales y la cantidad de tiempo que se hayan quedado en la institución.
La iniciativa que han tenido muchos docentes y directivos para invitar a niños y niñas inmigrantes es impresionante, ya que es todo un reto sintetizar los contenidos educativos para enseñar a los niños lo más que se pueda en poco tiempo y con escasos recursos, en suma, otro reto al que nos enfrentamos es al de educar a nuestros otros estudiantes en la inclusión, el amor a la diversidad cultural y el respeto a la dignidad humana; la invitación en esta ocasión es a que todos, sin importar nuestra profesión u oficio sigamos sembrando una cultura de paz, inclusión y defensa de nuestros derechos, todos los humanos deberíamos poder tener una buena calidad de vida y podemos comenzar siempre con la educación.
Arlette Guadalupe Orozco Avendaño
Es Licenciada en Pedagogía y en Arte Dramático, egresada de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y el Instituto de Estudios Superiores Grupo ISIMA. Ha formado parte del ámbito educativo y cultural, fungiendo como docente en contextos rurales y urbanos, estuvo a cargo de la Dirección de Cultura en el Ayuntamiento de Santa Isabel Cholula, Puebla además de participar como Miembro jurado del programa Nacional PACMyC de la Secretaría de Cultura Federal.
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