La República Islámica de Irán, desde la trágica muerte de la joven Mahsa Amini, ha sido objeto de una de las campañas políticas, comunicacionales, desestabilización y terrorismo más escabrosas de los últimos años.
Utilizando la trágica muerte de la joven Amini, lamentada por las autoridades de la nación persa y orientando una amplia investigación, las fuerzas externas hostiles a Irán y sus piezas internas comenzaron una más de las etapas de guerra híbrida, que tiene como objetivo el derrotar a la revolución y volver a generar un país instrumental a los intereses de Occidente, como era antes del año 1979. El hecho que estemos ante un incremento de las acciones desestabilizadoras contra Irán, en estos últimos meses, no puede hacernos olvidar que la República islámica ha estado sometida a una de las políticas de máximo presión, una de las más criminales de las últimas décadas, por parte de Estados Unidos, sus socios europeos y testaferros en Asia occidental, como es el sionismo y la casa al Saud. Esto, desde el momento mismo del triunfo de la revolución islámica. Una guerra de agresión que generó en la naciente República Islámica la obligación de la sagrada defensa, que durante ocho años significó defender a sangre y fuego la soberanía de su país.
UNIÓN TERRORISMO-AGENCIAS OCCIDENTALES
Los atentados contra aviones comerciales, los ataques a la producción energética iraní, las sanciones, bloqueos, embargos, el financiamiento de grupos terroristas como Daesh, Muyahidín Jalq –MKO–, grupos separatistas y terroristas como Komala, el Partido Democrático del Kurdistán, el Partido de la Libertad del Kurdistán y el Partido para una Vida Libre en el Kurdistán, en la región del Kurdistán iraquí, que han apoyado las acciones de desestabilización de los últimos meses en territorio iraní. Estas últimas, fuerzas kurdas estacionadas en el norte de Irak –protegidos por tropas norteamericanas– que han impulsado ataques contra las fronteras iranies y el apoyo con armas y terroristas a las fuerzas desestabilizadoras que se han movilizado en el marco de una guerra híbrida, que está recibiendo la respuesta certera de las fuerzas militares de Irán, con ataques concentrados a cuarteles, centros de acopio y bases militares de estos terroristas.
Los mencionados grupos terroristas son los que han servido de títeres, de punta de lanza de las acciones planeadas en las oficinas de la estadounidense Agencia Central de Inteligencia –CIA, por sus siglas en inglés-, el SIS – MI 6 británico, el Mossad sionista y la Inteligencia General de la Presidencia (GIP) de Arabia saudí, dependiente directamente de Mohamad Bin Salman. Sumemos también, aunque en un plano más secundario, a dos agencias de inteligencias europeas como son la alemana Servicio Federal de Inteligencia –BDN, por sus siglas en alemán- dependiente de la cancillería alemana y la francesa Dirección General de Seguridad Interna –DGSI-. Este grupo de instituciones, son las responsables de gran parte de las políticas de generación de desequilibrios, agresiones y planeamiento de invasiones a países de Asia Occidental, como también en el Magreb, el Cáucaso y Asia Central. En su deseo de mantener agonizantes políticas hegemónicas, encontramos las razones de fondo, para apoyar a grupos que posteriormente terminan ejecutando acciones terroristas en sus propios países y generando confesiones de autocrítica y que permite develar su responsabilidad en la conformación de organizaciones que sirven a esos intereses geopolíticos. Por ello, las respuestas de la República Islámica de Irán son las correctas, son las que exige la defensa de su soberanía, son parte de la legítima defensa que toda nación celosa de su libertad debe ejecutar para impedir procesos de golpismo, ataques y procesos de terrorismo en su territorio.
En la arena internacional, cuando se trata de hablar de legítima defensa, se suele imponer la idea expresada por los medios de desinformación y manipulación occidentales, respecto a que sólo es posible aceptar tal argumento por aquellos que tienen como referente enemigo a países rivales de Washington y sus aliados occidentales. Posición en la que sitúan incluso engendros internacionales como es el régimen sionista y la casa al Saud. Para estas entidades, todo lo que hagan contra sus rivales es permitido, bajo la idea que lo hacen para defender sus intereses: espurios, falsos, que tratan de mostrar que sus políticas de ocupación y colonización –en el caso de Israel contra Palestina–, o de agresión, como es el caso de la monarquía saudí contra Yemen, como necesarias y respaldadas por las potencias, que precisamente han hecho de esa conducta su práctica habitual.
Lo señalado, para esos regímenes racistas, agresores, criminales, no se aplica en absoluto. El derecho a la legítima defensa es aquel que permite a los Estados responder a los ataques militares desde el extranjero o que significa la acción de grupos internos que reciben ese apoyo externo. Como principio, la legítima defensa se recogió en la Carta de las Naciones Unidas de 1945, para asegurar que los países pudieran protegerse a tiempo sin esperar una resolución del Consejo de Seguridad, el único órgano internacional autorizado para usar la fuerza. Un Estado puede invocar la legítima defensa solo cuando sea necesario, es decir, cuando un ataque desde el extranjero contra su integridad territorial o independencia política y eso es lo que ha hecho Irán, ya sea para lanzar su ataque contra las bases militares estadounidenses en suelo iraquí en enero del año 2020 tras el asesinato del teniente general Qasem Soleimani o los bombardeos recientes del CGRI contra las fuerzas kurdo-iraquíes, responsables del apoyo a los ataques y atentados contra ciudadanos de Irán, mezquitas e instalaciones de gobierno.
Lo dijeron sus autoridades políticas y religiosas en ese trágico 3 de enero del año 2020: “La República Islámica de Irán se reserva todos sus derechos en virtud del derecho internacional para tomar las medidas necesarias a este respecto, en particular en el ejercicio de sus derechos inherentes a la legítima defensa” (1), en base al artículo N° 51 de la carta de las Naciones Unidas, establecido en su capítulo VII (2). Aquí se aplica en caso de una agresión y eso es lo que ha vivido Irán desde territorio iraquí en la zona kurda. La respuesta de la nación persa ha sido proporcional y ha actuado con la finalidad de protegerse, y no para aprovechar para conseguir nuevos territorios u otro tipo de beneficios. Algo importante, hoy en día la legítima defensa se invoca, igualmente, contra agentes no estatales, categoría en la cual se inscriben los aludidos grupos terroristas.
Las acciones de respuesta al terrorismo son parte de un conjunto de fases llevadas a cabo por las autoridades políticas y militares de Irán, para impedir que la vida de la sociedad iraní corra peligro. Cerrar cualquier vía de infiltración de grupos extremistas, que sean parte del plan global de desestabilización de Washington y los suyos. Impedir, igualmente que el gobierno de Irak sea utilizado por Estados Unidos, como un artilugio político-militar que consiga desatar un conflicto de envergadura en la región. El lanzamiento de misiles desde la base militar de Hamza Seyed al-Shohada -noroeste de Irán– contra los grupos terroristas kurdo-iraquies son una necesidad y además dotados de absoluta legitimidad. Las fronteras del oeste, noroeste y suroeste de Irán han sido blanco de ataques terroristas y el movimiento de tropas de la nación persa van encaminadas a protegerlas en forma más activa. La política, la diplomacia, pero también las acciones militares, son parte del arsenal que ocupa Irán y eso ha sido comunicado a los países vecinos, de tal forma que eviten cualquier paso equivocado en materia de poner en peligro la seguridad de Irán.
Así como los países fronterizos con Irán han recibido advertencias de no involucrarse en acciones o apoyos al terrorismo. La misma narrativa se está aplicando con gobiernos como el de Francia –que alberga la sede oficial de la organización terrorista MKO–, Estados Unidos, que no sólo apoya al terrorismo kurdo-iraquí sino que utiliza sus bases militares, como es el caso de aquella en territorio albanés, para formar terroristas , al igual que en las bases ocupadas en suelo iraquí. El presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi denunció, hace unos días, el apoyo de Washington y París a los alborotadores y terroristas, como responsables de la muerte de ciudadanos iranies, advirtiéndoles que “apoyar el terrorismo definitivamente no les conviene” (3), y por ello ante las medidas de sanciones impuestas por países europeos a Irán, la nación persa a través de su autoridades ha ejecutado acciones similares.
Sumemos a lo mencionado precedentemente, la labor de desinformación y manipulación llevada a cabo por medios ligados a la BBC de Londres, que emite información golpista a través de sus canales en persa. Medios de comunicación franceses, españoles, alemanes, simples comparsas de lo que emana desde el Pentágono y las oficinas de la OTAN. No es posible aceptar que aquellos países que tanto vociferan sobre la defensa de los derechos humanos, llamen a violarlos con Irán a través del apoyo a grupos criminales como MKO, Komala o separatistas, que reciben ingentes cantidades de dinero, armas y apoyo logístico.
He sostenido en variadas intervenciones (4) que Irán tendrá que vivir lidiando con intentonas de desestabilización constantes por parte de sus enemigos. Esto, porque no es un país sometido, porque su defensa de la soberanía no es aceptada por los regímenes criminales; la arrogancia global no acepta los avances de la nación persa, a pesar de décadas de apremios, de política de máxima presión, y que en estos meses han apoyado con todas sus fuerzas la ejecución de actos terroristas en suelo iraní. Mientras exista el imperialismo y el sionismo, así como las sanciones, chantajes y presiones que están realizando los poderes hegemónicos contra la gran parte de la humanidad, van a existir permanentemente los intentos de la desestabilización en diferentes formas: guerras directas, agresiones y uso de grupos terroristas, pero también mientras la revolución siga con su llama encendida esos intentos chocarán contra una muralla de soberanía y dignidad de una sociedad que es referencia para la resistencia ante la arrogancia global.
Por Pablo Jofré Leal
Artículo para Hispantv
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- https://www.telesurtv.net/news/iran-eeuu-asesinato-soleimani–20200104-0010.html?fb_comment_id=3372140006192322_5638701866202780
- Carta de las Naciones Unidas, Capítulo VII: Acción en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión. Artículo 51. Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad. https://www.un.org/es/about-us/un-charter/chapter-7
- https://www.hispantv.com/noticias/politica/555612/iran-eeuu-francia-terrorismo
- https://www.hispantv.com/noticias/politica/555555/iran-imperialismo-inestabilidad