La crisis deben pagarla los ricos

1.- Pese a las dificultades  que se viven regularmente en la relación patrón-trabajador, agravadas por una legislación laboral pro patrones, no podemos echarnos a morir. Por lo mismo y si en la empresa hay un mínimo de ocho trabajadores que desean organizarse y se encuentran con dificultades para construir el sindicato, pueden acercarse a un sindicato de interempresas  y elegir un delegado sindical que los represente. Pidan orientaciones al whatsapp +56 9 844953318 sobre este y otros instrumentos. Estamos siempre listos para ayudar a quien requiera apoyo y respaldo.

2.- Hemos recibido bastantes saludos a este ejercicio de educación que es el Pulso Diario y nos han pedido reiterar algunas demandas básicas para el tiempo que se nos viene. Queremos dejar claro que nuestras demandas están plenamente expresadas en la plataforma de lucha, tanto de la CGT como de la Central Clasista y creemos que estas demandas deben tomar cuerpo en proyectos de contrato colectivo, cuyo objetivo fundamental sea recuperar las rebajas y disminución de las remuneraciones aplicadas por la patronal en estos tiempos de crisis.

Lo que reclaman los trabajadores y nuestro pueblo, no es solo resultado del estallido social ni de la pandemia en curso, sino también y sobre todo se corresponde con las aspiraciones y demandas que nos dejaran quienes nos antecedieron en la lucha y que debemos heredar a los que nos relevarán, en esta pelea que es permanente.  No obstante, ambos hechos nos llevan a potenciar algunas propuestas para el futuro cercano, partiendo de una premisa fundamental. 

Sostenemos que las crisis, como las que se están viviendo, deben ser asumidas por los Estados y las familias y grupos económicos de mayores ingresos. Por decenas de años y a través de leyes discriminadoras -posibles de aplicar ante la instalación entre los trabajadores de la individualidad y el consumismo- esta minoría de la sociedad se ha apropiado de todas las ganancias generadas por los trabajadores. Sus ingresos se miden en miles de millones, billones y trillones, cuya mínima parte se entrega al Estado para pagar los favores concedidos a través de lo que llaman impuestos. La crisis deben pagarla los ricos y los Estados deben generar leyes y modificar Constituciones, como una manera de proteger efectivamente al sector asalariado de la sociedad.

3.- Algunas propuestas para los tiempos de crisis son:

* El seguro de cesantía deberá cubrir el 100% de la remuneración del trabajador y para ello el Estado inyectará los recursos necesarios. Los dineros que se ocupen, correspondientes a los fondos de los trabajadores, serán restituidos al fondo individual de  cesantía por los patrones, cuando se recupere la normalidad.

* Las AFP entregarán mensualmente a los trabajadores, desde los fondos individuales, el equivalente a un ingreso mínimo. Los patrones deberán restituir con una cotización adicional, el total de los fondos que pudieron utilizarse.

Ambas propuestas posibilitarán la mantención de los ingresos de los trabajadores en tiempos de crisis de cualquier tipo y deberán ser transformadas en leyes por los Parlamentos e incluso integradas a la Constitución para no transformarse en moneda de cambio por los gobiernos de turno.

Más allá de lo expuesto, es indudable que la única posibilidad de defensa a lo poco que tenemos como derechos, así como la concreción de las aspiraciones, radica en la construcción de organizaciones sindicales.

El sistema no va a actuar con generosidad. Tiene disposición para entregar miles de millones a campañas de todo tipo, pero jamás entregará voluntariamente parte de sus ganancias para mejorar las remuneraciones de los trabajadores. Si no trabajamos con ahínco promoviendo la organización, no podremos salir del estado de postración en que nos ha puesto el sistema.

Por Manuel Ahumada Lillo

Presidente Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores

Secretario C.G.T. Chile

Pulso Sindical Diario 22 abril 2020