La hora de mirar la viga en el ojo propio.
Guillermo Fariñas quizá no sobreviva. Su extensa huelga de hambre finalmente ha cobrado el resultado que se propuso pero ha dañado severamente su salud.
El gobierno de Cuba al fin comprendió que la obstinación y la majadería no son señales de grandeza sino que de debilidad.
El estadista es quien concede no el que mezquina.
He criticado siempre el que un régimen se permita presos por pensar de forma diversa. En el caso de Cuba lo he hecho de un modo fraternal aunque no por eso ambivalente. Me parece que se exige apenas un mínimo para establecer cualquier tipo de convivencia, la que sea.
He padecido el ataque verbal de muchos que creen que los errores de los gobiernos cercanos a nuestros anhelos políticos -al menos en sus principios o en sus fines declarados-, deben defenderse con la misma pasión que sus logros.
El gobierno de Cuba ha dado un paso para convertirse en un sistema que si bien, no es defendible, al menos puede ser tolerable. La anunciada liberación de los presos de conciencia ha dejado en evidencia que era completamente falso que ellos se trataran de lumpen, de presos comunes, y que la finalidad perseguida por el gobierno español sólo era derrocar a su gobierno.
Hoy podemos decir que el régimen en Cuba no nos simpatiza pero no tiene presos políticos y que, la hidalga España sí los tiene, qué decir la bestial Colombia y su pálido reflejo criollo, Chile.
En Chile tenemos presos políticos, y vienen más. Tenemos a los mapuche juzgados en procesos indebidos nulos desde cualquier óptica (moral, política o jurídica); tenemos a los actualmente perseguidos por la paranoia anti bombas de juguete que insiste en llamar crímenes terroristas a meras incivilidades [*].
Quiero que la energía que se ha dispensado solicitando la inmediata liberación de los presos cubanos se extienda a los nuestros. Lo que ocurre en nuestras cárceles en una tragedia; como se está tratando a los disidentes no sólo es autoritario y prepotente sino que es inadmisible en un sistema que se dice democrático.
Llamo a los entusiastas fariñistas a que levanten su voz a favor de esta causa. Veré el modo de convocar al propio Fariñas para que sume su voz a esta causa, si es que puede hacerlo, nobleza obliga.
[*] La criminología denomina incivilidades a conductas que no son delitos tipificados pero se persiguen como tales de acuerdo a modelos represivos neo conservadores como el de “tolerancia cero”. Las incivilidades fueron definidos por los precursores de la tolerancia cero como el centro de su accionar con la pseudo teoría de las “ventanas rotas”. Se persigue a “proto delitos” pues sus promotores creen, o nos quieren hacer creer, que castigar al pintor de un grafiti se impide a la larga el asalto de un banco, una violación o una serie de homicidios.
Esta foto la capturé en la Alameda, a la altura de los héroes, en la ciudad de Santiago. Es un afiche de la Brigada Chacón. Se alude a Patricio Walker, senador de la democracia cristiana que sumó su coz a la liberación de Guillermo Fariñas. Walker fue el sucesor en la cancillería de Soledad Alvear, el único personero en el mundo en justificar el golpe de estado en contra de Chávez, en Venezuela.
Por Ariel Zúñiga Núñez
Fuente: violenciaycontrol.blogspot.com