La segunda vuelta está jugada

Existen muchas razones que indican que la segunda vuelta ya está jugada


Autor: Director

Existen muchas razones que indican que la segunda vuelta ya está jugada.

En primer lugar por las cifras. Con 15 puntos de ventaja, y con mentalidad ganadora, Piñera no necesita hacer un gran esfuerzo para aumentar su caudal de votos, puesto que tiene un solo contendor en frente, Eduardo Frei, mientras que este, tiene dos contendores que derrotar, al propio Piñera y el voto nulo o blanco, que nace la misma noche del 13 de diciembre, entre los hombres y mujeres de izquierda que votaron por Arrate y Marco Enriquez. Queda entonces muy poco tiempo para que Frei pueda derrotar primeramente al voto nulo, para enseguida concentrarse en derrotar a Piñera. A simple vista, parece que ese tiempo no es suficiente.

Existe un segundo elemento que juega contra Frei: Los vientos de cambio que soplan en nuestro país desde las pasadas elecciones municipales, donde varios alcaldes sucumbieron ante candidatos salidos del mismo partido, como en Copiapó y Vallenar, donde los alcaldes socialistas, que ya llevaban tres periodos a su haber, fueron derrotados por otros candidatos que también habían militado en el mismo Partido Socialista. Los electores de Copiapó y Vallenar, no votaron por la derecha pero igualmente lo hicieron por el cambio de esos alcaldes. En decenas de otras comunas, el cambio fue aún más drástico, porque los electores simplemente cambiaron a la Concertación por la derecha, como fueron los emblemáticos casos de Valparaíso, Rancagua o Cerro Navia. En estas elecciones parlamentarias, los vientos de cambio soplaron también fuertemente, donde dos emblemáticos senadores socialistas de la Región del Maule, que en 3 ocasiones habían derrotado muy ampliamente a sus compañeros de lista de la DC, esta vez, el apetito de cambio hizo que este tradicional electorado de izquierda optara ampliamente por los candidatos de la DC, de la misma coalición, pero que permitían cambiar a senadores que ya llevaban 20 años en sus puestos.

Estos apetitos de cambio se manifestaron también en la derecha, donde Chahuan le ganó al dos veces candidato presidencial Lavín, en Nuñoa una novel candidata RN le gana al Presidente UDI de la Cámara de Diputados, en Maipú, una desconocida Mónica Zalaquett de la UDI le gana al ex Alcalde de Maipú y dos veces diputado RN Roberto Sepúlveda, y en Temuco, la joven UDI Von Baer por escasas decenas de voto no derrotó al por 20 años senador y diputado José García. Se cambia un socialista por un ex socialista, o un concertación por otro concertación, y uno de derecha por otro de derecha, que son cambios más bien formales y no de fondo, pero en fin de cuentas son los únicos cambios que permite el actual sistema binominal.

Los cambios también soplaron muy fuerte en la elección presidencial, puesto que dos candidatos alternativos que venían de la misma Concertación, lograron casi el mismo resultado que el candidato de la Concertación, con 20 años en el poder, que se beneficiaba del apoyo de la popular Presidente Bachelet y sus ministros, pero como también ya había sido Presidente, no representaba ni representa para nada un cambio, como si lo representó hace 4 años Michelle Bachelet, quien a pesar de pertenecer a la Concertación, representaba un gran cambio porque era la primera mujer que podía ascender a la Presidencia de la República.

El apetito de cambio que ha estado manifestando el pueblo chileno en las dos últimas elecciones, favorecen a Piñera en desmedro de Frei, porque aunque ambos tengan más o menos el mismo programa económico y social, por lo menos significará un cambio en los hombres y mujeres que dirigirán el país. No cambiará la política del gobierno, pero a lo menos cambiarán sus representantes, y como ya hemos visto, con el sistema binominal el pueblo chileno por lo menos ha aprendido a hacer este tipo de cambios. Frei no puede representar el cambio, porque el es percibido como más de lo mismo, y sobretodo porque ya fue Presidente durante 6 años, y no representó para nada el cambio, a menos que se considere que las privatizaciones que realizó de los puertos, las sanitarias, la electricidad, de yacimientos y filiales de Codelco, de las carreteras, etc., puedan ser consideradas como una política de cambio respecto de la política privatizadora de Pinochet.

Lo paradojal de este cambio que se avecina, es que Piñera Presidente será más de lo mismo, porque aplicará la misma política neoliberal ya implantada por la Concertación y heredada de Pinochet. Piñera no podrá hacer ningún cambio de importancia, por ejemplo no podrá privatizar el 20 % de Codelco, como lo establece su programa, porque no tiene ni podrá tener mayoría en el Congreso, a menos que se quiebre la Concertación, y la DC o una parte de ella se vaya con Piñera. Pero eso ya es política ficción, mientras que lo que si nos parece real, es que la suerte de la segunda vuelta ya está echada, porque el candidato voto nulo es muy fuerte todavía, y Frei y la Concertación ya han perdido una preciosa semana, y no han retomado ninguna de las propuestas de Arrate o MEO, que les permita conquistar el voto nulo, o al menos disminuirlo.

Julián Alcayaga O.

Economista


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