La serpiente imperialista pisada apenas en la cola se volvió hacia la revolución para estrangularla.
En las últimas semanas, desde el 12 de febrero se llevaron a cabo una serie de manifestaciones en las calles venezolanas por parte de un sector de los universitarios, pero evidentemente, no es mismo sector de estudiantes izquierdistas que en mayo del 68 protestaron en Francia contra las sociedades de consumo, o en el mismo año en México universitarios de la UNAM tomaron las calles, o más próximo la movilización estudiantil que se efectuó en Chile por estudiantes universitarios y de secundaria rechazando el sistema educacional chileno entre 2011 y 2013, y el último ejemplo en Brasil por el aumento de precios del transporte público, por el volumen del gasto público en la realización de la Copa FIFA Confederaciones 2013. La Copa Mundial de Fútbol de 2014.
Este sector universitario proviene de un sector acomodado de la sociedad venezolana, sus operaciones son asentadas en la estrategia imperialista, manejando la provocación demagógica para desorientar al pueblo. Emplean a los estudiantes, universitarios y al lumpen-proletariat como masa de maniobra hasta aislar al gobierno popular y generar un escenario de tensiones y de conflictividad. Ya el aforismo de Marx nos explicaba: “La burguesía es siempre más fuerte que el proletariado debido a sus conexiones internacionales”.
La literatura subversiva sigue expresándose en tono hipócrita… No es la influencia perniciosa de los políticos que dirigen el movimiento espiritual de los universitarios, simplemente obedecen una consigna que es salvar el capital, podemos observar cuando hablamos de Leopoldo López el organizador y jefe del motín capitalista mediante su partido Voluntad Popular, el mismo organizador previas al golpe de Estado de 2002 en busca de sacar al pueblo del poder, a Chávez.
Es por eso que el 12 de febrero, la marcha y los enfrentamientos, estaban en un cálculo perfecto, donde exigían la liberación de 14 detenidos por las protestas, los universitarios atentaron contra la policía, bombas molotov, totalmente armados, y en busca de destrozar la Fiscalía General de Caracas. La simple y rápida propalación de los rumores sobre los estudiantes, mostro un estado de inquietud propicio a la convulsión, esos universitarios son visibles de una conjuración cuyos motores manejados por los altos círculos financieros y de partidos opositores. Hecho anotado por todos los apologistas de la contrarrevolución, que se las encuentra en las palabras de la diputada opositora María Corina Machado, que ha optado públicamente por adoptar una estrategia de movilización callejera para producir la caída del gobierno.
Es por eso que las bolivianas y bolivianos tenemos que estar a la altura del reto de la historia y solidarizarnos con el pueblo hermano de Venezuela, y dando el apoyo a una América latina unida, como joven universitario insisto en la toma de conciencia.
Por Sergio Salazar Aliaga
Estudiante y activista boliviano