Asumiendo que tal cosa aún exista…
Había programado esta nota antes de la última crisis en los mercados financieros y en cierto momento me pregunté si aun tenía sentido mencionar los centros financieros cuando toda la estructura parece estar colapsando.
No obstante, cuando oí que a pesar de que el mundo entero estaba colgando de un hilo esperando a que se decidieran el Congreso de los Estados Unidos se tomó no uno, sino dos días de receso para celebrar el Año Nuevo Judío (esto en un país en el que te caen las penas del infierno si muestras una Natividad frente a un Municipio), me dije que la crisis no podía ser tan seria.
LOS ULTIMOS ACONTECIMIENTOS EN CHILE
Quienquiera espera un análisis profundo de la crisis financiera mundial y sus perspectivas se sentirá decepcionado. Tú no puedes evaluar el daño de un terremoto antes de que pare de moverse el suelo y de que el polvo se asiente. Aun estamos lejos de eso. Todo lo que puedo decir es que desde la mitad de los ochenta fui testigo en Londres cuando los arrogantes yuppies y otros traders se tomaron la City y otros mercados a expensas de los clásicos bancos comerciales y de inversiones. Ellos no querían escuchar ni la experiencia ni los resultados de la investigación fundamental porque pensaban que habían inventado maneras de ganar dinero a partir de nada. El resultado está a la vista.
Aparentemente inconscientes de ello, las autoridades chilenas pretenden que todo sigue igual. En realidad no es el caso. El dólar ha subido 30% con relación al peso en los últimos seis meses, aun cuando si uno mira a los últimos 12 meses el incremento real del dólar (después de la inflación) es solo de 1,6%, haciendo que las explicaciones del ministro Tokman, -quién pretende que las alzas de la electricidad se deben a las diferencias de cambio-, sean dignas de un muñequito italiano con una nariz a longitud variable.
Para más inri, le agregó una sorprendente nueva descripción de las plantas de GNL que se están construyendo en la costa chilena al decir que su contribución a las necesidades de energía será “marginal”. Divertido, porque todos los otros altos cargos del gobierno han mantenido durante años que esa es “la” solución. No te inquietes, a 22 dólares el BTU, lo seguro es que el gas está fuera de precio.
En las AFPs, la opción “A” de los fondos de pensiones, que son los más arriesgados, cayó en cerca de un 11% solo en septiembre, mientras que las inversiones en fondos mutuos perdieron 7%, para un total de mil cuatrocientos cuarenta millones de dólares.
Me pregunto si nuestro querido Superintendente de muchas cosas aun intenta que el gobierno de Armenia imite a Chile en su reforma de pensiones.
A pesar de que (finalmente) el tema ha sido abordado por otros que yo, aun no conocemos el daño sufrido por los fondos soberanos de Chile, invertidos en el extranjero con tanto garbo y auto complacencia.
Sin embargo sabemos que los hospitales públicos le deben 100 millones de dólares a sus proveedores, y que sus ambulancias suelen estar inmovilizadas hasta ocho horas seguidas porque las camillas en las que ponen a los pacientes son utilizadas como camas de hospital por falta de lugar en el hospital mismo.
Las oficinas del Registro Civil han estado en huelga durante una semana en protesta contra las promesas incumplidas de mejores condiciones de trabajo. El personal ha sido amenazado con despido si no regresan a sus labores.
Uno de mis lectores más antiguos, en una reciente reacción a una de mis notas, comentó que yo debiese considerarme afortunado por vivir en Chile, donde contrariamente a Finlandia los jóvenes no le disparan a sus compañeros en las escuelas.
No, desde luego que no, aun cuando suelen haber apuñalamientos en el patio o en las inmediaciones porque la mayor parte de ellos no puede pagarse las armas sofisticadas que en los EEUU son accesibles por correo, y aparentemente también en los países nórdicos.
Mi verdadera respuesta, no obstante, es que el asesinato de niños en las escuelas chilenas es un ejercicio mucho más sofisticado, llevado a cabo por las autoridades. Su negligencia hace que las escuelas se desplomen encima de los alumnos, u obliga a los niños de las áreas rurales (como en Villa Baviera) a cruzar un río en una vieja balsa que hace agua, tirada por cuerdas antediluvianas, balsa que en invierno es reemplazada por un funicular hechizo y oxidado que se balancea penosamente sobre el mismo río. Muchos niños, en especial los más chicos, están tan aterrados de cruzar el río en esas condiciones que a menudo no van a la escuela.
En agosto, antes de que las cosas se pusieran serias, la producción industrial ya había bajado en un 3,1% y los nuevos permisos de construcción cayeron en un 21,4%, mientras la construcción no ligada a la vivienda (la que refleja la expansión industrial y comercial) retrocedió en un 35,3%.
La tasa de crecimiento de la venta de automóviles bajó a menos de la mitad (8,4%). Las tasas de interés, tanto para los créditos hipotecarios como de consumo, ya subieron.
La inflación anual, a septiembre, era de un 9,2% y el desempleo en el tercer trimestre había subido en un 0,6% con relación al mismo período del año anterior, llegando al 8,2%. En el tramo de edad 15-24 años, el desempleo alcanza un 21%.
La última víctima de un robo a mano armada en su propia casa, a pocos metros de la residencia presidencial, fue un economista que dirige la facultad de economía en una universidad muy conservadora. O el Señor se mueve por caminos muy misteriosos, o los truhanes se están poniendo más selectivos.
Bueno, como decía, si no, todo sigue igual. El 22 de septiembre el Consejo Consultativo del mercado de capitales (el encargado de asesorar las reformas del MKIII), se reunió por la primera vez. En el futuro se reunirán al menos dos veces por año. Espero que no se cansen mucho de tanta conversa.
Como un práctico analista, uno sin asistente, secretaria u otros esclavos que puedan mantenerme distanciado de las terribles realidades de las transacciones chilenas, hago todo mi trabajo personalmente.
Por otra parte, describo a continuación dos experiencias relacionadas con el mismo tipo de transacción, acaecidas a pocos días una de la otra. La primera fue en el Banco Estado, el único banco de propiedad estatal en Chile, y la otra en el Banco Santander, el principal banco del país y obviamente filial del gigante financiero español.
Ellos cubren los dos extremos de la propiedad en el sistema bancario chileno. Esto fue la semana en que paré de reírme a propósito de las ambiciones chilenas de ser un centro financiero internacional, y comencé a llorar copiosamente.
UNA MAÑANA EN EL BANCO DEL ESTADO
Me he referido muchas veces a lo absurdo del mercado del euro en Chile. A pesar de un mercado libre y de acuerdos de doble imposición con la Unión Europea que es el principal socio comercial para Chile, el mercado financiero parece incapaz de administrar el euro adecuadamente. No puedes obtener una tasa de cambio para el euro antes de las 10 de la mañana, cuando ya es la tarde avanzada en Europa. A pesar de que para eso se inventaron las pantallas de los mercados monetarios: para que veas la tasa de cambio dólar/euro y puedas determinar el cambio peso/euro gracias a una simple multiplicación. También he mencionado que el Banco Estado a menudo tiene tasas de cambio mejores que las casas de cambio.
Estamos a mediados de septiembre y entro en la agencia de Apoquindo del Banco Estado, cerca de mi “pied-à-terre” de Santiago. Antes de eso, intenté llamar por teléfono a su sede central para obtener la tasa de cambio por teléfono. Fue imposible. En Viña y Valparaíso sus oficinas tenían la tasa en la ventanilla, pero obviamente no en Santiago, de modo que esperas hasta que una ventanilla se libera. Afortunadamente, por una vez, la cola era corta. Llega mi turno y camino hasta a la dama que se encuentra detrás del cristal: “Quiero cambiar euros, ¿puede darme la tasa de cambio por favor?” (Yo ya había verificado las tasas en mi casa de cambio favorita y en la pantalla de cotizaciones internacionales). La dama parece intrigada y se vuelve hacia su colega masculino: “¿Cambiamos euros?”
El tipo responde afirmativamente y le dice que mire un sitio particular en su intranet. Ella me da una tasa de 10 pesos superior a la que están transando en Europa. Entusiastamente le doy mi dinero esperando poder beneficiar de su ignorancia: “Oh, no puedo tratar los euros yo misma. Solo mi colega se ocupa de divisas”. Espero hasta que el tipo se libera e intento confirmar la tasa de cambio que me dio la dama: “No, esa es la tasa a la que vendemos”, me informa. La tasa de compra es xxx. Aun bastante mejor que en la casa de cambio, aunque considerando que no solo puse en claro que quería vender euros y que tuve los billetes en la mano todo el tiempo, igual se las arreglaron para equivocarse.
El tipo escruta los billetes uno por uno y me pide mi documento de identidad (nunca hacen eso en las casas de cambio a menos que cambies un valor superior a U$ 10.000, lo que no era el caso en esta ocasión). Obviamente mis euros y mi identidad pasaron la prueba, y me fui con mis pesos.
UNOS DIAS MÁS TARDE EN EL BANCO SANTANDER
Mi principal banco en Chile ha cambiado nombre (y propietarios) tres veces desde que abrí mi cuenta en el 1990, y actualmente es la filial local del Santander. Es lunes 22 de septiembre, la mañana después del largo feriado de la independencia, y me aseguré de no llegar antes de las 10 de la mañana para obtener una tasa de cambio que esperaba cercana a su equivalente en los mercados internacionales.
Tuve una espera de 20 minutos hasta que la única joven que maneja depósitos y otras inversiones financieras en la sede principal de la V Región terminó con el cliente precedente. Por alguna razón, en los bancos chilenos, los ejecutivos de cuentas (de los cuales hay media docena aquí) manejan solo créditos pero no depósitos.
Supongo que la proporción refleja la cantidad de personas que le pide plata prestada al banco, respecto de las que van a poner plata en él.
La joven encargada fue promovida a esa tarea cuando su predecesor se fue avisándome solo cuatro horas antes. Ella es razonablemente diligente, y me recibe diciendo que (una vez más) su sistema se cayó y que tiene que consultar todo por teléfono a la sede principal de Santiago.
Le digo que necesito cambiar euros, pero solo si la tasa es buena. Toma el teléfono y llama a la mesa de dinero del Santander en Santiago. Ya son las 10:30 horas. Luego, me da las buenas noticias: “He estado intentando entrar en contacto con ellos durante la última hora. Aparentemente no hay nadie todavía, por causa del feriado largo”.
¡Fantástico!, ya son cerca de las 16:00 en Londres y las 17:00 en el continente, pero la mesa de dinero del principal banco de Chile no contesta. La joven pone el teléfono en llamada automática, y comienza a hacer otra transacción que afortunadamente no necesita ninguna información de Santiago. Me informa que “ahora estamos directamente conectados con la oficina de España”. ¡Cojonudo!
Obviamente a través de Telefónica, porque parece que no puedes ni siquiera obtener una tasa de cambio para la segunda divisa más importante del mundo. Después de media hora, finalmente lo logra y me da la tasa de cambio. Es 25 pesos más baja que la de las casas de cambio, y 25 pesos más baja de lo que la tasa internacional determinaría. “No, muchas gracias”. Me voy con mis euros en el bolsillo. ¿Tal vez debo ir al Banco Estado?
HUEVADA DE LA SEMANA
Esta semana tengo varios candidatos. ¿Tal vez el caso de los computadores incautados en La Moneda que podrían contener detalles de posibles desvíos de fondos del Estado para campañas políticas, pero que no pueden ser analizados porque la oficina del magistrado no dispone de los U$18.000 para encargar el trabajo?
¿Tal vez la cita de Peter Beattie, ex primer ministro de Queensland, que declaró en una entrevista que “Chile tiene las condiciones para llegar a ser un Estado inteligente”?
Bueno… finalmente decidí que el ganador sería el Primer Ministro Británico Gordon Brown. El 5 de abril del 2004, Brown, a la sazón Ministro de Finanzas de Tony Blair, inauguró la nueva sede europea de Lehman Brothers, en Canary Wharf, el ribereño centro comercial alternativo de Londres. He aquí un extracto de su discurso:
“Lehman Brothers es hoy día una gran empresa que puede mirar hacia atrás con orgullo, y hacia adelante con esperanza. Y al desearle a Lehman Brothers el éxito que merece para su futuro, déjenme agradecer el privilegio de estar aquí para declarar formalmente inaugurado este edificio”.
Por Armen Kouyoumdjian (versión española de Luis Casado)