Lecturas erradas sobre el agua en Chile

Desde hace un mes se ha producido un intenso debate sobre la situación del agua en Chile luego de la caótica situación vivida por varias familias chilenas, producto de los repentinos cortes de suministro de que fueron objeto

Lecturas erradas sobre el agua en Chile

Autor: Sebastian Saá

Desde hace un mes se ha producido un intenso debate sobre la situación del agua en Chile luego de la caótica situación vivida por varias familias chilenas, producto de los repentinos cortes de suministro de que fueron objeto.

Paradójicamente este fenómeno no sólo se produjo en la Región Metropolitana, sino que zonas como Charañal o Antofagasta (solo por nombrar algunas) vivieron el mismo proceso a manos de sanitarias privadas, sumándose a graves denuncias de contaminación del vital elemento, como lo ocurrido en Iquique. Para el caso de la capital, probablemente la situación más delicada esté asociada a la construcción de la central hidroeléctrica Alto Maipo, que según sus detractores, podría provocar una escasez de tan importante elemento para varias comunas, aún cuando desde Aguas Andinas se manifieste todo lo contrario. Es por ello que con bastante fuerza se está levantando desde el movimiento social la opción de la renacionalización del agua, en clara oposición al sentido de mercancía que desde los gobiernos de la concertación se le introdujo, aunque esto se haya olvidado. Como ejemplo de incoherencia, el actual presidente de las sanitarias, Guillermo Pickering, es activo militante de la Democracia Cristiana (DC), cuyo partido ha tenido una conducta más bien gelatinosa en este sentido, y que ha hecho una defensa ortodoxa al rol de los privados en un área tan sensible para nuestro país.

Debemos recordar que este proceso se ejecutó durante los mandatos de los presidentes Eduardo Frei (DC) y Ricardo Lagos (PPD) bajo la excusa de que harían mejor las cosas. Al parecer, y luego de los últimos acontecimientos relacionados con las sanitarias, no era tal como lo presentaron.

De todas formas algo positivo se rescata de este paisaje enmarañado, y tiene que ver con los cuestionamientos de si es conveniente o no que los capitales extranjeros continúen con el manejo de las sanitarias. Empero

lo preocupante es que estas voces provengan de los mismos que callaron el anterior proceso. Personalmente me ha tocado formar parte de un movimiento social en defensa de la única sanitaria municipal que queda en Chile, Smapa Maipú, y nos parece preocupante que hoy su alcalde, Christian Vittori, haga mención a este tema siendo que fue parte del proceso de endeudamiento y privatización que vive esta sanitaria con su absoluta complacencia. Comparto su preocupación por el sistema privatista y mercantilista que impera en el agua, pero sería prudente comenzar trasparentando desde su municipalidad los contratos que Smapa mantiene con Aguas Andinas para creer en su discurso. En lo que no estoy de acuerdo de ninguna manera es en la forma en cómo hay que proceder, pues sugiere que hay que reformar el status constitucional del agua, a lo que yo le pregunto ¿no sería mejor apoyar un proceso constituyente que declare constitucionalmente al agua como un derecho humano irrenunciable para todos los chilenos? Me parece que esta es la mejor forma, pues se está demostrando que los mecanismos reformistas no han sido la solución que Chile necesitaba.

No está de más en insistir en que nuestro país ha dejado en manos extranjeras un elemento vital para el ser humano, y que las enormes ganancias que el agua le ha reportado a las transnacionales, servirían perfectamente para dar educación gratuita para todos, aumentar la cantidad y calidad de las viviendas sociales y por cierto, mejorar la salud pública de los vecinos. Pero mientras sigamos viendo al Estado como un impedimento y al mercado como el gran salvador, este y otros temas, seguirán sin resolver.

Por Máximo Quitral

Académico


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