Lo que me dijo un choro de patio, un año y medio después

Mire, lo que pasa es que aquí en la ex-peni ya no hay el orden que pusieron los viejitos de antes

Lo que me dijo un choro de patio, un año y medio después

Autor: Wari

Mire, lo que pasa es que aquí en la ex-peni ya no hay el orden que pusieron los viejitos de antes. No eran ni tan tan, ni muy muy, pero sabían hacer bien su pega. Por eso desde la tarde en que ganó “El Piña” la última transa de las diversas bandas, el verano de hace un año y medio atrás, ya no hay la tranquilidad de antes.

Según un viejo choro de la galería ’73 a “El Piña” no le convenía entrar a disputal (sic) el poder en la ex-peni. Él tenía que puro dedicarse a robar no más, que eso lo sabe hacer bien y es cara de suela pa’ esa huevá. Pero le dio con que también quería ser el que la llevaba en la ex–peni, y ahí tiene usté el resultado.

La población penal está emputecida (“indignada” como dicen ustedes en la calle). Porque está bien que los esquilen, pero es que además los verdugüea el hueón que tiene más monedas que todos. Y eso es lo que emputece a los cabros ¿ve?

Ya no es el mandado por los del billete grande el que los manda como en los tiempos del viejito “Don Pato”, o “Don Moai Chico”, o “Don Laguna” o “El Señora”. Todos lúmpenes profesionales que le trabajaban gratis al Piña y a todos los machucaos que son como los inversionistas de aquí adentro. Pero tenía que venir el perla a decir que juera de que él manejaba toda la huevá económica, además quería ser el Gran Jefe, y na´que vel (sic) esa huevá poh.

Además le cuesta a “El Piña” deshacerse de las huevás que tiene. Le dijeron que dejara los kioskos ajuera de su imperio cuando entrara a oficiar de jefe de todos los jefes. Le costó entender esa hueá a mi tío oiga. Se demoró ene. Le cuesta deshacerse de las huevás materiales porque esa es precisamente su identidad. Es decir su identidad son sus posesiones. Es que él no es na’ asaltante ni pistolero, ni lanza, ni cogotero, ni monrero, ni mechero, ni nada de eso que son los trabajos honrados de nosotros, sino que él es un mero especulador de las finanzas porque es vivaracho y sabe mover la información que maneja. Así por ejemplo le levantó el negocio de las fichas al “Finao Claro”.

Entonces, “El Piña” es lo que tiene y no como los otros viejitos que eran su propia historia y no huevás materiales. Ellos eran lo que habían logrado con su propio esfuerzo o el esfuerzo de sus parientes. Tenían historia detrás de ellos y en algún sentido algún deseo de ser probos, de ser honestos con los del billete grande, o sea administrarles bien el negocio.

Tal vez “Don Moai Chico” fue el más vivaracho en el sentido de los negocios. Pero nunca se caracterizó por ello porque no tiene ni la milésima parte de la fortuna de “El Piña”. Además, el malevaje le tiene mucho respeto a “Don Moai Chico”, porque a su padre, es decir “Don Moai Grande”, lo mataron en la enfermería del recinto penal por órdenes del “Tata Malo”. Entonces, eso igual genera una corriente de simpatía con los cabros. Desde una cárcel de Argentina pa’ onde lo pelotiaron “Don Moai Chico” se tiró la media ni que declaracioncita diciendo que… “la ex–peni bajo la tutela de ‘El Piña’ estaba ingobernable”. “El Piña” se enojó re harto.

De los otros cabros he sabido la nada misma. “Don Tatita Nieve” entró en los cuarteles de invierno por ahora. Y “El Jote Nuevo” por ahí anda de celda en celda tomándose los mates y tratando de formar una banda nueva. Dice que pa’ esta huevá se necesitan puros profesionales. Por eso a su banda la llaman “Los Pro”.

La ex-peni después de los motines de la población penal contra “El Piña” no volverá a ser la misma. Los cabros perdieron el miedo a los soldados de “El Piña”. Nada será igual desde ahora. Con la lucha en calles, celdas, galerías y en el óvalo mismo parece que volvemos a los tiempos de “El Doctor”, tiempos en que había más dignidad y alegría en la población penal.

Por Mauricio Redolés

El Ciudadano Nº109, primera quincena septiembre 2011


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