Era un 17 de octubre de 1998 cuando a pedido de un juez consecuente en el marco de la causa de los derechos humanos que investigaba los crímenes de las dictaduras del Cono Sur y la Operación Cóndor mandó a arrestar al ex dictador chileno Augusto Pinochet que se encontraba en Inglaterra, había comenzado un flashback maldito de la década de los 70’.
Eran los años 60 y Estados Unidos dedico su tiempo a reforzar sus fuerzas armadas y a invadir con sus agentes de la CIA a nuestros descuidados países de Latinoamérica. Es que todo había cambiado desde que Fidel llegó al poder, todos nos convertimos en sus enemigos, todos comenzamos a vivir o mejor dicho a sobrevivir en su patio trasero. Algunos rechazamos sus condiciones de vida y optamos, por las huelgas, por los movimientos estudiantiles, guerrillas, la lucha armada, que era antisubversiva y contrainsurgente; y digo “optamos“, en el sentido de que los revolucionarios tenemos los mismos sueños que no son generacionales, sigue la lucha pero a diferencia de antes ahora la lucha está en la trinchera de la defensa del proceso de cambio, de un proceso de integración de una Latinoamérica unida.
Entonces paso lo inesperado, un fenómeno que los gringuitos no habían previsto, el pentágono no sabía que estaba ocurriendo, nadie sabía lo que pasaba, y es que un socialista, un salvador de la historia se posesionaba como presidente… ¡se posesionaba el primer presidente marxista en chile! Esto está de película… Es que Allende fue uno de los acontecimientos trascendentales de aquella década, la conquista del socialismo por la vía pacífica y electoral con aspiraciones de llevar a Chile a ser un Estado socialista, era el nuevo paradigma de las luchas políticas y la esperanza de millones de pobres de América Latina. El pueblo estaba lleno de esperanzas, lleno de ideas de que las cosas podían cambiar, lleno de proyectos, fue como si de pronto todo un país podría manejar su futuro, esta idea calaba desde los niños hasta los ansíanos era un sentimiento maravilloso, fue una época muy dinámica.
Pero era evidente que para los gringos, Allende estaba muy lejos de sus planes entonces adopto una línea dura contra su gobierno, Allende no solo era comunista sino que en su gestión se planificaba una nacionalización de empresas extranjeras en las que se incluían las minas de cobre de propiedad estadunidenses, Richard Nixon comenzó hacer aullar la economía para derrocarlo. En los registros de la CIA revelados el 2000 parte del plan de Estados Unidos para derrocar a Allende hay una apuesta de 10 millones de Dólares que serían pagados a través de la CIA a la policía de chile, militares e insurgentes con miras para instigar a un golpe para remover al nuevo presidente.
El 23 de agosto de 1973 la cámara de diputados voto 81 a 47 para que Allende sea removido del poder por cualquier medio necesario, incluyendo la fuerza militar, la corte suprema dijo que el gobierno era inconstitucional.
No les quedo opción de mandar un modelo de gobierno militar para Latinoamérica: más o menos así. Orden = cero democracia, Disciplina = cero huelgas, Unidad Nacional = cero nacionalismos, Desarrollo = cero libertades, Seguridad Nacional = cero ideologías… Copiright by Henry Kissinger & Rockefeller. Lo que significaba que nosotros no podíamos pensar, con ese recetario nos robaron la democracia, las huelgas, los nacionalismos, las libertades y la ideología. Perdimos la viveza criolla y entramos al fascismo criollo.
Entonces llego el nefasto 11 de septiembre de 1973, la fuerza militar Chilena combinada bajo el mando general del jefe de Estado Mayor del Ejército irrumpió en el palacio presidencial, ese gobierno del pueblo, ese gobierno latinoamericano, el gobierno de salvador Allende fue derrocado por un golpe militar, con una billetera llena de dólares Americanos, también mediante su Agencia Central de Inteligencia (CIA) armaron una guerra encubierta, aparecieron muchos aliados del imperio: entre ellos estaban los militares, los tanques, los aviones bombarderos, los fusiles pero también la prensa con campañas mediáticas, uno de esos fue el Diario chileno El Mercurio que tuvo un papel importantísimo en la creación de las condiciones para el golpe, mostrando la correlación de fuerzas de la prensa como un poder de influencias para preservar o imponer el viejo modelo económico, político y militar.
Repercusiones en Bolivia
Bolivia también sufre repercusiones: en el sentido que los grupos de servicio de seguridad de la oligarquía chilena comenzó a trabajar en la conspiración para derrocar a Allende, por lo tanto se unieron al ejército boliviano comandado por el ex Nazi Klaus Barbie. Y era evidente que con la muerte de allende, también murieron las ilusiones de un hombre constructor del socialismo, un re parador de encuentros latinoamericanos en el sentido que Allende quería devolver Mejillones, Antofagasta el desierto de Atacama a la soberanía de Bolivia, “No somos gobierno de la oligarquía minoritaria, somos el pueblo. No le pedimos nada, queremos solamente reparar el despojo cruel que ha sido víctima el pueblo boliviano” palabras de Salvador Allende.
Augusto Pinochet aseguro mentirosamente por todos los medios, tanto el libro como la tribuna, que Bolivia nunca tuvo mar. Y el ahogado mar para Bolivia con el abrazo de Charaña con el dictador Hugo Banzer Suarez que podría salir otro artículo.
Entonces ese 11 de septiembre de 1973 fue el día de los militares, Pinochet se lanzó al sangriento cuartelazo bombardeando el palacio de la Moneda y bombardeando muchos sueños latinoamericanos…
Por eso la muerte de Salvador… fue una muerte Continental. Y la que daría mar para Bolivia.
Por Sergio Salazar
Estudiante de Derecho y activista boliviano