Hace unas semanas los coreanos del norte fusilaron a su ministro de Hacienda porque tuvo la peregrina iniciativa de reevaluar el won, la moneda local. Lo que prueba que aún queda algo de racionalismo en el pijotero mundo de la economía.
Más o menos al mismo tiempo Naoto Kan, ministro de Finanzas japonés, recibió un reglazo en los dedos porque pidió públicamente devaluar el yen, la moneda del imperio del sol naciente. Lo que prueba que los boludos siguen dirigiendo el pijotero mundo de la economía.
No hace mucho Peer Steinbrück, ministro alemán de Finanzas, advirtió que las políticas monetarias de los EEUU dañan seriamente la economía europea y mundial, poniendo en peligro la salida de la recesión provocada por el descalabro del sistema financiero yanqui. El presidente francés Sarkozy, por su parte, ya había advertido que la tan cacareada libre competencia es un chiste cuando los EEUU devalúan de facto el dólar de no menos de 50%.
A pesar de estas referencias, -que valen lo que valen, tampoco te la estoy jugando “palabra de experto”-, hay maestros Ciruela que dan lecciones en sentido contrario. Entre ellos el diario parisino que alguna vez fue autónomo de los poderes financieros, el vespertino “Le Monde”. Según los patriotas que editorializan y dan lecciones a diestra y siniestra en el ahora controlado “Le Monde”, China debiese reevaluar su moneda para corregir “un insoportable desequilibrio de la economía mundial”. Con la ventaja que una moneda que se revaloriza le da poder adquisitivo al personal. Nunca te importe que la moneda de reserva sea el dólar que los EEUU manipulan como les sale de la punta del nabo. Y que los chinos, que más saben por viejos que por chinos, se hayan limitado a mediados del 2008 a establecer una paridad fija del yuan con el dólar para no verse afectados por las manipulaciones estadounidenses.
Para “Le Monde”, a mediados del 2008 “el valor del billete verde su puso a declinar” (sic). Así como lo lees. Solito, el dólar, se puso a declinar. La FED, el banco central yanqui, y sus extravagantes políticas monetarias, no tienen nada que ver. El Departamento del Tesoro (el ministerio de Hacienda de los amerloks) también es inocente como una paloma. Según “Le Monde” el dólar, -ese instrumento de dominación política y económica que es la moneda del imperio-, se pone “a declinar” según le da la gana, o tal vez en función del estado de ánimo de los mercados, o de la dirección del viento.
De modo que, siempre según “Le Monde”, la subvaluación del yuan es una subvención desleal que beneficia a los exportadores chinos, dándoles una ventaja de competitividad. A los yanquis no. Solo a los chinos. Y esto lo dice un diario francés, cuyo presidente se queja oficialmente de la manipulación del dólar por parte de las autoridades monetarias y financieras yanquis. Y que desde luego reclama, sotto voce, una devaluación del euro.
Hace un par de semanas Christine Lagarde, ministro de Hacienda gala, se quejó de las políticas fiscales y sociales alemanas, aduciendo que ellas les dan a las empresas alemanas “una ventaja competitiva” que daña a los otros países europeos y principalmente a Francia. Su homólogo alemán no tardó en responderle desde el Bundestag: “Sra. Ministro, es claro que si el Olympic de Lyon jugase mal, eso le facilitaría la tarea al Bayern de Munich”.
En otras palabras, si nosotros lo hacemos bien… ya pueden irse Francia y el resto de Europa a vestir monos.
Decididamente, los únicos cretinos que se felicitan de la “fortaleza” de su pijotera moneda son las autoridades chilenas. Que aun no entienden (¿no entienden?) que el dólar sube, baja o se mantiene en función de los intereses de Washington.
Por Luis Casado