Por Hugo Fazio
La inflación aumentó en abril un 0,5% y en cifras anualizadas en 4%, de acuerdo a la nueva serie empalmada del INE, que incorpora gradualmente el cambio en la canasta del IPC, que se modificó al iniciarse el año. La inflación acumulada hasta el cuarto mes de 2024 llegó a 2,2%. Un factor importante del incremento proviene de la devaluación experimentada por el peso con relación al dólar, que aumenta los precios en moneda nacional de los productos importados, alejándose del objetivo perseguido por el Banco Central. Por divisiones, el ritmo fue mayor al del promedio, en alimentos y bebidas no alcohólicas y en transporte, ambos sectores de elevada repercusión negativa en las capas de la población de menores ingresos.
El banco de inversiones estadounidenses JP Morgan comentó que la inflación general de abril se situó ligeramente por encima de las expectativas, mientras que la subyacente creció muy por sobre lo proyectado. Ambas han tenido no solo “en términos secuenciales persistencia, sino aceleración». Pero, en nuestra opinión -sostuvo- son más relevantes las presiones subyacentes de los servicios básicos. Un factor que el Banco Central debería tener en cuenta, a la hora de evaluar el ritmo de la relajación, así como la tasa terminal para el ciclo actual” (11/05/24).
El Banco Central, en su Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre de 2024, constató que los principales factores de riesgo existentes en la economía chilena provienen del exterior. En el plano interno hay solo algunos sectores rezagados, como el inmobiliario, en el cual se elevaron los impagos, debido en un porcentaje importante a que las elevadas tasas de interés de largo plazo (hipotecarias) han afectado el costo del endeudamiento.
El documento a través del cual el Consejo entrega la visión sobre los principales riesgos, vulnerabilidades, mitigaciones del sistema financiero y su capacidad para amortiguar shocks severos determinó que las condiciones financieras locales son relevantes y que persiste la incertidumbre acerca del inicio y velocidad de la reducción de la tasa de política monetaria en EEUU. Lo anterior, explicó el Banco Central, ha afectado las tasas de interés de corto plazo y advirtió que puede generar correcciones abruptas de las valoraciones que tienen algunos activos financieros.
Lo anterior, agregó, se ha traducido en algunos impagos, concentrados en firmas de menor tamaño que obtuvieron créditos Fogape-COVID y de los sectores construcción, comercio e inmobiliario. El informe advirtió que “los altos vencimientos de deuda local pública y privada pueden ejercer mayor presión en lo venidero al alza de las tasas y los spreads de financiamiento dada la menor demanda por activos financieros local. El dinamismo del sector inmobiliario residencial se ha mantenido bajo durante varios trimestres, las vulnerabilidades identificadas en informes de trimestres anteriores siguen presentes en este sector. Así -concluyó- ha continuado aumentando el stock de viviendas terminadas para la venta, la rentabilidad del arriendo ha caído y se ha observado una mayor vacancia” (08//05/24).
Las causas que explican esta situación, el Banco Central las concentra en dos: uno, las tasas de interés de largo plazo locales se han mantenido elevadas en perspectiva histórica, causadas por factores externos. Mencionando que al cierre estadístico del Informe las tasas BCP10 se ubicaron en torno al 6%. Este mayor nivel de la tasa base, en conjunto con un alza de los spreads, se ha traspasado al costo del financiamiento corporativo local de largo plazo. También indica que “las emisiones bancarias locales se han realizado a plazos más cortos y con spreads por sobre los observados en Informes anteriores”.
Y lo segundo, señalan, es que los indicadores de profundidad del mercado financiero no se han recuperado y se mantienen por debajo de lo observado previos a la pandemia. En este entorno se ha elevado el impago del sector y se ha restringido su acceso al crédito. Por otra parte, el Informe subraya que las tasas externas de largo plazo se mantienen altas y los riesgos en torno a los endeudamientos soberanos se mantienen a nivel global.
“El principal riesgo desde el punto de vista de estabilidad financiera -sostuvo la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa- es que se conjugan varios elementos en el sector externo: está la incertidumbre respecto al momento en que la Fed inicie el proceso, tasas largas altas en contextos de gobiernos y agentes con alto endeudamiento, riesgos geopolíticos, precios de activos con relaciones precio- utilidad algo sobre el promedio. Las noticias económicas -añadió- están produciendo reacciones importantes en los mercados, que están buscando respuestas hacia dónde va la macroeconomía y algunas pueden producir ajustes abruptos de precios de activos financieros. Las tasas altas largas por periodos prolongados, en este contexto de endeudamiento, también pueden producir problemas a alguna gente. Y el tercer elemento que suma volatilidad y vulnerabilidad es geopolítico y también puede ser gatillante” (12/05/24).
El sector inmobiliario es de los más afectados. La Cámara Chilena de la Construcción estima que las ventas en el sector residencial del Gran Santiago disminuyeron un 7,5%, la venta de casas se redujo en un 5% y en la de departamentos un 8%. El Informe de Estabilidad Financiera muestra que la vacancia en el sector de servicios es similar. El de oficinas se mantuvo en 12% en el cuarto trimestre de 2023, lo que condujo a una contracción en el precio de los arriendos de 1,1%.
En una columna del Financial Times se destaca que la industria manufacturera chilena continúa siendo pequeña si se la compara con las del mundo emergente, incluso con la argentina, y sus productos mineros representan la mayor parte de las exportaciones “lo que hace que Chile parezca más una economía de materias primas pasado de moda que una estrella del este de Asia” (11/05/24).
Por su parte, las exportaciones de abril fueron de US$8.402 millones. El monto fue encabezado por las colocaciones mineras, con envíos al exterior por US$4.815 millones. Las ventas de cobre alcanzaron a US$4.185 millones, con un aumento de 25,3% en doce meses. El de concentrados aumentó un 47,5% y los cátodos un leve 0,2%. El precio de colocación se acercó a los US$5 la libra. Las importaciones, en el mismo lapso, llegaron a US$7.037 millones, con un aumento de 1,6%%. Los bienes de capital cayeron por 19 meses consecutivos, desde octubre de 2022. En abril fue para la minería y la construcción que descendió en 42,7%. Los bienes de consumo aumentaron un 4,9% y los intermedios un 5,6%.
Hugo Fazio, director del CENDA.