Los principios de corrupción que rigen al neoliberalismo

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Los principios de corrupción que rigen al neoliberalismo

Autor: Wari

Quizás Ud ha escuchado del Venetian Resort Hotel Casino, que con 11.148 m² es considerado el hotel más grande del mundo, ubicado en Las Vegas, EE.UU. Cuenta con tres torres de hoteles de lujo, juegos, entretenimiento, etc. Este complejo tiene más de 7.000 habitaciones, suites, 225,000 pies cuadrados para juegos y 2,3 millones de pies cuadrados para reuniones y más entretenciones. Su valor actual, $ 6.250 millones de dólares. Este es uno de los miles de ejemplos que se pueden citar de cómo el mercado asigna los recursos en los modelos de economías neoliberales en los Estados Unidos, en Asia o Europa. El valor de US$ $ 6.250 millones equivale a erradicar por tres años el hambre mundial.

Son destinos para gente con mucho dinero que pueden pagar cifras enormes por alojarse y jugar en sus dependencias. Pero no obstante aquello, el “gran negocio” en las últimas décadas no proviene de las megas estructuras. El gran ingenio de los ambiciosos hombres acumuladores de capital fue trasladar su ambición hacia un mercado que los proveyera de la ventaja de crecer sin limites (desregularizaciones), aprovechar la fuente que otorga crédito (la banca), el uso indiscriminado del apalancamiento (el crédito), y la conexión con la entidad que imprime el dinero, (la FED), y por eso se apoderaron del sistema financiero en todas partes.

La mitad de los multimillonarios más ricos de Estados Unidos obtienen sus fortunas principalmente de dos industrias, que son Finanzas e Inversiones y Tecnología. En las finanzas, según Forbes, las personas más ricas de Estados Unidos ganan su dinero en los fondos de cobertura, capital privado, administración de dinero, etc., campo en el cual solo 103 multimillonarios tienen un patrimonio neto de US$ 846,9 mil millones. En Tecnología, 80 multimillonarios tienen un patrimonio neto colectivo de US$ 1,6 billones de dólares, dominio en el cual, una quinta parte de estos ricos han logrado inmensas fortunas, además del espionaje que les permite saltar fronteras y organizaciones en todo el mundo.

El termino “libertad” al cual recurren fervorosamente todos los partidos de derechas del mundo, fue pensada para caracterizar la política neoliberal, respecto a mercados sin restricciones y un Estado subsidiario pequeño, el camino más directo para concentrar las riquezas y el capital. A fines de los años 70´s, se inician los déficts en EE.UU., una vez agotada la vieja industria excedentaria de la II G.M., por falta de innovación e inversión. Se amplían los diversos conflictos bélicos y se niegan los cambios mundiales unido al elevado precio del petróleo, fueron socavando la economía de Norteamérica.

Ronald Reagan y luego George W. Bush, entre otros, los campeones del libre mercado motivaron a Bush a plantear que, ante los “desafíos sin precedente” para la economía, se promoverá una iniciativa para depurar el mercado financiero de cientos de miles de millones de “activos dañados”, así como otras medidas para frenar la peor crisis financiera desde la Gran Depresión. El presidente de la Comisión de Valores (SEC), Christopher Cox, fue presionado a confesar que el libre mercado no podía funcionar más sin una intervención directa y masiva del gobierno. “Nuestro sistema de libre empresa (mercado) se basa en la convicción de que el gobierno federal debe interferir en el mercado sólo cuando es necesario”. Se inyectaron billones de dólares a los privados, la banca, a grandes empresas, socializando nuevamente las pérdidas provenientes de los “activos dañados” de los privados.

Algunas cifras nos permitirán tener una referencia sobre la magnitud involucrada en la actual crisis de concentración de riqueza, que además de financiera, tiene directa implicancia en la pobreza, el hambre, el calentamiento global, la pandemia y la cesantía. Las acciones mundiales tienen un valor de 115 billones de dólares, el valor más alto de la historia, e igual a un enorme 131% del PIB mundial. La deuda total de Estados Unidos se encamina hacia los US$ 30 billones con gran rapidez. La CBO (Oficina Presupuestaria del Congreso) informa que el déficit será de US$ 3 billones, después de recaudar este año sólo US$ 3,8 billones y realizar un gasto estimado en US$ 6,8 billones. Por el lado de la FED, el balance de activos (Bonos, Hipotecas), está en US$ 8,6 billones y sigue aumentado. El top del 1% de la población más rica comenzó el siglo XXI con un volumen de riqueza total estimado en US$ 12,5 billones, mientras que el valor de los recursos del 50% de la población menos favorecida apenas superaba ligeramente los US$ 3,5 billones.

Desde el año 2009 hasta hoy hemos asistido a un trasvase de endeudamiento de origen privado que se ha resuelto con deuda pública, la cual se transforma finalmente en inflación. En un documento de Carter C. Price y Kathryn Edwards de Rand Corporation, señalan que “El 1% superior de los estadounidenses ha tomado US$ 50 billones del 90% inferior, y eso ha hecho que los Estados Unidos sean menos seguros”. “… la cuenta acumulada para nuestra investigación de cuatro décadas de duración, sobre la desigualdad radical, había crecido a más de US$ 47 billones desde 1975 hasta 2018. A un ritmo reciente de alrededor de US$ 2,5 billones al año, ese número estimamos cruzó la marca de los US$ 50 billones a principios de 2020”. Es decir, US$ 50 billones es una cifra descomunal arrebatado al 90 % de los trabajadores estadounidenses. A medida que los salarios se estancaron después de 1975, también lo hizo la demanda de los consumidores; y a medida que la demanda se desaceleraba, también lo hacía la economía.

La mala distribución de la riqueza está implícita en la teoría de los neoliberales y su «efecto riqueza” que ha sido el norte oficial de la política monetaria de la Reserva Federal, descrita en numerosos documentos, incluida la postura de la ex presidenta de la FED de San Francisco, Janet Yellen, en 2005 (hoy secretaria del Tesoro), y del ex presidente de la FED, Ben Bernanke, quien explicó el concepto del “efecto riqueza” al pueblo estadounidense a través de un editorial del Washington Post. La teoría del efecto de la riqueza, la definen como, «la noción de que cuando los hogares se vuelven más ricos como resultado de un aumento en el valor de los activos, como los precios de las acciones corporativas o el valor de las casas, gastan más y estimulan la economía en general”. En nuestro país, los imitadores del modelo neoliberal la llamaban vulgarmente la “teoría del chorreo”, que algunos aún insisten en utilizar, a pesar de que sigue siendo una falacia.

Investigadores como Gabriel Chodorow-Reich, de la Universidad de Harvard, Plamen T. Nenov, de la Norwegian Business School, y Alp Simsek del Massachusetts Institute of Technology, encontraron que, por cada dólar de aumento de la riqueza del mercado de valores, el gasto del consumidor aumenta en $ 2,8 centavos de dólar por año. Si esa no es una cifra esclarecedora, no sé qué pueda serlo, porque más del 50% de los norteamericanos son pobres y no tienen acciones, bonos y muy pocas propiedades son de valor, por lo tanto, no se benefician en nada con la valoración de activos. Se dispararon los precios de los activos, lo que hizo que los poseedores de activos fueran mucho más ricos, en bienes raíces, acciones, criptos y un montón de otros activos. Es la burbuja de todo, que cuando reviente, volverán a rescatar. La FED hizo todo esto para crear el “efecto riqueza”, sin embargo, los trabajadores siguen obligados a vivir en niveles de pobreza y con la ayuda social para alimentarse debido a salarios miserables.

Las medidas aplicadas con gran ingenio por la FED han logrado inflar los precios de las acciones, por lo cual los activos en el Balance de la FED hasta fines de octubre subieron a US$ 8,56 billones, desde los US$ 4,2 billones de marzo de 2020 y hasta el día de hoy, siguen emitiendo dólares para comprar US$ 120.000 mil millones mensuales para alimentar la euforia de Wall Street y de todo el sistema financiero que favorece a la especulación. ¿Por qué la FED no tiene apuro en detener las emisiones y subir las tasas? Porque Wall Street y todas las burbujas creadas con dinero barato se vendrían al suelo y porque a través de la inflación se busca pulverizar el exceso de dólares.

¿Cómo se explica el récord de 9,3 millones de vacantes con un desempleo del 5,9%? La causa es la desigualdad extrema. Las intervenciones de la FED exacerbaron la brecha de la riqueza e inflaron enormemente la rentabilidad empresarial a expensas de los salarios de los trabajadores. Incluso hoy, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el organismo que establece las políticas de la FED, ha señalado que aumentaría las tasas de interés en algún momento de 2023 y comenzaría a reducir los esfuerzos de estímulo y para la ayuda del inicio de la pandemia, a partir de noviembre 2021, en US$ 15 mil millones al mes. El punto es que los bancos centrales siempre pueden imprimir más dinero, proceso que siempre reduce el poder adquisitivo del dinero, y como dice Charles Hugh Smith, “Podemos cambiar más horas por más dinero, pero este dinero extra compra menos”.

En todas partes, las empresas se quejan de que no encuentran trabajadores. Millones de personas han abandonado la fuerza laboral para jubilarse con sus pequeñas ganancias, emprendimientos, y porque muchos al quedar cesantes por más de un año, se dieron cuenta que estaban entregando su vida por un par de dólares y que podían sobrevivir, sin tener que estar esclavizado por 12 horas diarias (incluido el traslado), para recibir un miserable salario. Lo señalado apunta a un aspecto gravitante, que no ha sido develado suficientemente porque se refiere a un fenómeno reciente que refuerza la ruptura del modelo neoliberal. Me refiero a la desconfianza, la falta de credibilidad, las mentiras por falsas promesas y toda la manipulación, negación de políticos o gobiernos que intentan volver a reflotar el modelo neoliberal, del cual los trabajadores han empezado a desconfiar. El sistema financiero está ahora en la fase de devaluar el dinero con inflación, lo que reduce el salario que se cambia con la vida dedicada al tiempo de trabajo. Esa es la esencia donde radica la corrupción que le permite nutrirse al modelo de economía neoliberal para haber crecido tanto.

Por Mario Briones R.


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