Luz, cámara… MINEROS

Hacía tiempo que no veía un espectáculo con las proporciones que tuvo el saliveado rescate de los mineros

Luz, cámara… MINEROS

Autor: Sebastian Saá

Hacía tiempo que no veía un espectáculo con las proporciones que tuvo el saliveado rescate de los mineros. Como dice una casera mía de la feria “el rescate le lleva de todo”.

Oigan si no es broma este rescate con una alta exposición mediática tuvo de todo, a la luz o a la oscuridad de los acontecimientos hasta el mas mínimo detalle se convirtió en noticia. Fue así como me vi obligada a enterarme que el “minero Jhonni” tenía a otra señora que con cierta malicia y  sacando pecho sostenía un cartel que decía “ese minero es mío” como dándonos a entender al resto de las chilenas que no pensáramos en acercarnos a su adonis, y menos a su dinero… O cómo no recordar esa tarde en que transmitieron por televisión en vivo y en directo la pedicure que le hacían a la señora de un minero con corte de uñas y tratamiento de cutícula incluido…Que fuerte. Ahora que recuerdo y pienso en esos agitados días se me vienen inevitablemente a la memoria personajes tan extraños como pintorescos, como el payasito “Roni” con el maquillaje corrido y sus globos todos transpirados, el carabinero pichanguero sacador de vuelta, el viejo de la bandera, Lavín con su último invento post terremoto sudaca “la escuela modular”, amaro “mijito rico” Gómez Pablos, Don Francis, los humoristas, las bataclanas de turno, uno que otro curita de derecha y tantos otros más que seguramente mi gastada memoria olvida producto de tantos años viendo mugres como éstas en televisión.

Que días aquellos, tanta entretención, tanta algarabía al mismo tiempo y en un sólo lugar. Pero no, eso no fue todo, cuando pensábamos que con la clase en vivo de cómo freír sopaipillas insalubres en pleno desierto a cuarenta grados de calor mientras un par de yankees hacen sondajes, aparece  él,  el único, el incomparable, es el presidente Piñera, que tiemble Brad Pitt, que se esconda Benicio Del Toro. Si Leonardo DiCaprio parece una alpargata al lado de nuestro histriónico primer mandatario, que con su eterna sonrisita picarona no llega con las manos vacías al campamento, no no no no, el trae consigo toda la suerte, sí chiquillos, porque fue cosa de que el llegara para que justito dieran con el refugio y mostraran un papelito bien estiradito en donde se leía “estamos bien en el refugio los 33” con letra redondita y en plumón bien rojo. Excelente, seco, nada que decir.

Y como en toda película, obra de teatro, gag o sketch después de muchos dimes y diretes, después del mate, el regaetton a todo chancho, el tonto asado y el familiar interesado, se nos viene el gran finale, o sea cuando se procede a rescatar o a sacar  “de las entrañas de la montaña” a los mineros sufrientes y por qué no decirlo malolientes. Y éste mis amigos, fue el momento en que se produce el verdadero milagro, el milagro de la resurrección de 33 almas que estuvieron en vilo esperando entre el cielo y el infierno, que padecían en silencio los horrores de estar atrapados a 700 metros de profundidad, que permanecían como en penumbras esperando que una mano amiga, eficiente y eficaz los rescatase y obrase el milagro. Milagro que sólo podía hacer realidad el gobierno de nuestro presidente Sebastian Piñera, gobierno cercano a la gente, preocupado del poblador y la pobladora, ahí con sus problemas, sufriendo con el pueblo al pie del cañón o mejor dicho en este caso al pie del hoyo. Con ministros choros, encachados, como recién bañados, que con sus chaquetitas rojas se convirtieron en los  verdaderos paladines de la bondad, la empatía y el compañerismo, en otras palabras se transformaron en los verdaderos amigos del pueblo, héroes del bicentenario.

La verdad hay que decirla aunque duela, de que estuvo bonito, estuvo bonito. Harta emoción, harto lloriqueo, harto cabro chico pobre. Todo bien organizado, no faltó comida, no faltó el copete, no faltaron los periodistas. No, si no hay caso con la derecha, la derecha se impone, miren si después de todo son cabros sanos que saben la pega, sobre todo si de sacar provecho de las desgracias se trata. Y no lo digo en mala onda, pero hagan este ejercicio de rapidez mental: qué otro gobierno ha sido capaz de, con un puro accidente minero, subir en las encuestas, levantar a un candidato presidencial del anonimato, y legitimar a las grandes mineras extranjeras. Háganse esa pus chiquillos de la concerta. Nadie puede.

Ay con tanta emoción por comentarles lo del rescate de los mineros, se me olvidó que tenía la tele prendida y justo está saliendo el presidente Piñera, que está conversando de tú a tú con la reina de Inglaterra, ay no, lo siento tengo que ver con qué graciosada sale este simpático muchachito. Porque ustedes bien saben que después de todo: el show debe continuar…

Por Carolina Mena

Pintora Chilena


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