Mambrú se va a la guerra
No sé cuándo vendrá
Vendrá para la Pascua
O para Trinidad
Así se cantaba esta canción cuando yo era niña en Chile. No sé si se canta así o no se canta en otros países. En realidad, Mambrú era un caballero inglés, Malborough, igual que los cigarrillos, a los que se les dice simplemente Malboro, pero no Mambrú. Ahora quizás se podría decir “La UE se va a la guerra, no sé cuándo será…” Tal vez sea un error decir Mambrú, porque era un inglés y los ingleses no están en la Unión Europea, gracias a dios y la virgen santísima.
La que se está preparando rápidamente es la señora Úrsula, la que decide lo que se debe hacer en Europa. Pobrecilla, una vez la dejaron de pie y no le dieron pelota los malvados y machistas turcos en el famoso “sofágate”, acuérdense.
Pues ahora ella se está desquitando, y como jefa de la a Unión Europea les está diciendo a sus pueblos que se preparen para la guerra.
Increíble, pero cierto. Y miren lo que le dicen a la crédula y antes inteligente Europa. Esto lo encontré en El País, un diario que trae muchas noticas, nadita de malo, por cierto. Y está en toda la prensa de allá:
Copio textual:
Se “recomienda a los europeos almacenar suministros esenciales de emergencia por si estalla una guerra”. Y esto debería incluir “Agua, comida y medicina a fin de que los ciudadanos tengan reservas para subsistir 72 horas sin ayuda externa”.
Y después de 72 horas que creo que son tres días ¿Va a llegar doña Úrsula von der Leyen al rescate? O también podría ser el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que se ha ofrecido para defender a toda Europa con sus bombas atómicas.
¿Y contra quién será esta guerra? Yo por ahí dije si serían los alienígenas, pero no. ¿Podría ser Donald Trump, el hombre más malo del momento? Quizás, porque si Trump es amigo de Putin, a lo mejor se ponen de acuerdo para comprar Europa, o para ponerle unos aranceles imposibles. Pero las bombas atómicas que ofrece Macron no son muy convenientes. Ni los amiguitos Trump y Putin las recomiendan.
Total, que la conclusión que se puede sacar de esto es que los europeos, sobre todo los franceses -que algún día tuvieron fama de inteligentes-, se han convertido en lo contrario, porque se tragan cualquier paparrucha que les cuenta doña Úrsula.
Se imaginan ustedes lo que va a pasar si todo el mundo va a las tiendas, a las farmacias, a los mercados a comprar de todo: lentejas, tallarines, linternas, antibióticos, agua embotellada, lo que haya, lo que sea y lo que quede.
Para qué les digo más si a cualquiera se le ocurre. No hay que ser economista para adivinarlo ¿Verdad? El miedo es cosa viva, como decía mi mamá.
Todo lo que antes se destinaba a planes sociales, se invertirá en armamento. Y si te opones eres un traidor a la patria; si no hay pena de muerte, te linchan.

Ojalá no se descubra demasiado tarde que el marido de ELLA tiene una fábrica de metralletas. O el cuñado de ALGUIEN o el esposo de AQUELLA OTRA hace bombas. No, atómicas no, por favor.
Por Margarita Labarca Goddard
Fuente ilustración
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