El concepto de comunicación, en tiempos actuales, debería ser definido en función de la preeminencia que de este proceso realizan los poderes hegemónicos y en especial las potencias occidentales, con particularidades muy específicas, en este caso las de manipulación y desinformación. Un área donde el sionismo pretende imponer su visión
Desde el inicio de los tiempos las organizaciones político-económicas han utilizado las herramientas comunicacionales en sus diferentes formas como un instrumento y medio de guerra. Recordemos el uso de las murallas en la antigua Roma para pegar allí los denominados pasquines, los denominados libelos en la época de las monarquías absolutistas francesas, Los llamados «canards» revistas vendidas por voceros de forma ambulante en las calles de París que describían sucesos inventados. Los Hoax estadounidenses aparecidos a mediados del siglo XIX que publicaban artículos. Y, al masificarse el uso del papel la difusión más amplia en limites sociales y geográficos se intensifica, que se van a incrementar aún más con la aparición de las rotativas, la radio, el cine y la televisión.
Los costos de poseer y hacer funcionar un medio de comunicación son elevados lo que ha hecho que históricamente estos estén en manos de sectores dueños del capital, la burguesía en principio y luego de grandes conglomerados corporativos que suelen controlar medios escritos, audiovisuales, cinematográficos, agencias de información, ocupándolos para el servicio de su clase u los intereses que representan como pilares de un sistema político y económico de dominio.
Es en este contexto donde los términos de manipulación y desinformación adquieren relevancia. Manipulación entendida como la conducta de intervenir con evidente distorsión de la verdad en el campo de lo ideológico, comunicacional y político. La manipulación es lo contrario a la persuasión, existe aquí un engaño destinado a influir sobre el pensamiento y la acción social. En el caso de la desinformación esta cumple un papel fundamental en el área de desviar las verdaderas intenciones de los grupos de poder a través de dar información intencionadamente manipulada al servicio de fines políticos, ideológicos y económicos,
Hoy ha cobrado importancia, más que nunca, el manejo de las comunicaciones por parte de aquellos que han sido permanentemente excluidos, sobre todo, desde que las condiciones del desarrollo de las luchas sociales y el propio agotamiento del sistema capitalista y en especial, la forma más brutal de expresión del capitalismo, el “Neoliberalismo” y toda la gama de miseria y destrucción de la vida de las personas, ha generado que las masas de oprimidos y explotados del mundo reaccionen y busquen formas de gobierno más centrada en las necesidades de la humanidad que del capital, más progresistas.
La pérdida sistemática de gobiernos reaccionarios, especialmente en Latinoamérica, impulsó al imperialismo y las burguesías nacionales a utilizar nuevas formas de luchas que, si bien existían de muchos años, estas adquirieron nuevas y modificadas formas adaptadas a las situaciones de las luchas políticas democráticas en diferentes países. Hoy el imperio ha optado por usar los medios a su alcance para derrocar o impedir gobiernos de izquierda o progresistas no controlados por ellos y en forma perversa la destrucción de la imagen de las personas, organizaciones políticas y sindicales y líderes en particular. En este plano siempre es adecuado recurrir al estudio de un intelectual de fuste en el análisis de estrategias discursivas, de manipulación y desinformación como es Noam Chomsky y su clásico estudio sobre “10 Estrategias de manipulación mediática”
Para ello la utilización de las denominadas noticias falsas (fake news en su nombre en inglés) y otras formas de mentiras emitidas a repetición al mejor estilo utilizado en forma masiva por el régimen del Tercer Reich, de forma tal, que van adquiriendo rostro de verdad en la medida de la repetición y el natural rumor que se expande sin comprobación alguna. Este tipo de acciones se enmarca en lo que se ha denominado ampulosamente la posverdad “Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”. Según esta conceptualización la posverdad es un tipo concreto de mentira o verdad a medias que se difunde en el ámbito público y persigue una reacción concreta del receptor, ya sea el miedo, el rechazo, una opción de voto, el desprestigio de una imagen, desviar la atención pero…no nos enredemos en aristas sociológicas de un término que lo podemos enmarcar en lago más simple: se trata del uso de la mentira. La posverdad es la clásica mentira.
En la variante de destrucción de imagen, esta línea de acción se está utilizando de manera muy extendida por los medios de difusión al servicio del imperio y/o los reaccionarios. Basta ver lo que ha concretado con Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia y sobre todo con el gobierno bolivariano presidio por Nicolás Maduro en Venezuela. Y haciendo historia el ejemplo permanente de las acciones distorsionadoras respecto a las figuras de Ernesto Che Guevara y Fidel Castro, que a pesar de la fuerza de las acciones no han podido tejer ese manto despreciable sobre sus figuras.
La Hasbara Sionista
Una de estas acciones de desprestigio sistemático lo hace el sionismo extremista del denominado Estado de Israel contra los judíos religiosos, usando diversas herramientas e incluso la llamada Hasbara (1) que suele atacar no sólo a aquellos que critican al sionismo calificándola intencionadamente de antisemitas y antijudíos, incluyendo en ello la propia lucha religiosa judía contra la conformación de esta entidad el año 1948 a contrapelo de los derechos del pueblo palestino. Una acción llevada a cabo en forma estratégica, donde se pretende materializar la aberración de transformar la religión judía en un concepto nacional y no una religión como todas, universal y sin diferencias de raza idioma o color. Se pretende convertir a esta religión en una particularidad, segregacionista y racista y la procura concretar en un marco territorial determinado en un espacio ajeno, que no le pertenece y que ocupa, coloniza y expolia, como es el territorio palestino.
Desde el surgimiento mismo del sionismo, en tierras europeas, a través de la acción política de ingleses, franceses, alemanes, gran parte de ellos sintomáticamente ateos, pero que vieron en el judaísmo la posibilidad de atraer simpatizantes a su causa de servir de punta de lanza del imperialismo inglés en Palestina (aunque se barajaron también otras posibilidades), ese sionismo ha tenido detractores en el seno mismo de los creyentes judíos. Cientos de rabinos que se han opuesto a esta ideología hegemónica, como también a la creación de una entidad llamada Israel. Conducta que les ha traído la muerte a través del asesinato de decenas de ellos “misteriosamente” asesinados. Esta situación suele ocultarse en la sociedad israelí y cuando no queda otra que dar una respuesta suelen usar la absurda diatriba de que se trata de “judíos que se odian a si mismos” que es la acción que ha solido usarse contra intelectuales como Hanna Arendt, Norman Finkelstein, Shlomo Sand, Ilan Pappé
La oposición mayor al régimen israelí y a su idea de estado la realizan, precisamente los ciudadanos de distintos países de creencia judía, progresistas y revolucionarios. Y, desde la vereda de la religión, en forma más precisa, hablamos del grupo judío que ha tenido mayor éxito en la defensa del judaísmo: Naturei Karta, cuya principal fuerza se encuentra en Estados Unidos y en forma especialísima en la ciudad de Nueva York. No obstante que su mensaje de gran potencia se está extendiendo a tierras europeas, latinoamericanas y el propio Israel. Mensaje claro respecto a que el sionismo es: Un movimiento político fascista al servicio de las transnacionales y el imperialismo (2) y en la práctica real, el peor enemigo del judaísmo, puesto que la eliminación de la religión judía y su final transformación en un concepto nacional está siendo puesto en práctica a través incluso de leyes como la llamada ley de estado nación judía que ha recibido denuncias y críticas de gran parte de los países y de organismos internacionales.
En un plano cinematográfico del trabajo de desprestigio a los grupos religiosos, dedicados a criticar al sionismo y la existencia misma de Israel, la multimillonaria compañía Netflix emite, en la actualidad, un par de series “One Of Us” y la titulada “Poco Ortodoxa” que a todas luces, pretende meter a todos los judíos religiosos en un mismo saco, es una elaboración que busca generalizar y desprestigiar en forma burda a ese tipo de judíos, mostrándolos como corruptos enemigos de una vida normal y del amor y hasta ignorantes sexuales y al mismo tiempo por medio de la creación de un personaje víctima del atraso, se trata de explotar los sentimientos humanos y la capacidad de solidarizar con la persona débil y desvalida. Un trabajo que se hace también contra el pueblo palestino, Hezbolla o todo aquel que combate al sionismo a través de la exhibición de series como Fauda, False Flag entre otras, todas ellas con abundante financiamiento de grupos sionistas que mayoritariamente son propietarios y dirigen las principales compañías cinematográficas, televisivas y comunicacionales.
Esta aberración creada en los departamentos de guerra sicológica de un estado fascista como es Israel, no sólo miente descaradamente, sino que al mismo tiempo pretende acumular resentimientos contra los judíos ortodoxos y crea personajes y los caracteriza casi igual a los dirigentes de Naturei Karta en especial al conocido rabino líder de la defensa del judaísmo, Dovid Weiss, al cual se le trata de destruir su prestigio, la naturaleza de su trabajo e imagen, pues efectivamente Dovid Weiss representa la cara visible del anti sionismo, que proviene de las fuentes vivas del judaísmo.
El objetivo de esta creación es tratar de aislar a Naturei Karta de los jóvenes judíos por medio de mostrar un sinnúmero de normas de vida, que supuestamente rigen la vida de las comunidades ortodoxas y que se contraponen a los valores y formas de vida del mundo occidental actual y que en su esencia serían inaceptables y crueles. También tiene un segundo objetivo que es descalificar a los rabinos judíos antisionistas, pues serían ellos que por diversas formas de presión incluyendo el miedo y la amenaza tratan de imponer forzadamente estas formas de vida. Estos planes sionistas en realidad lo que están haciendo es desprestigiar al judaísmo y buscan desatar una forma de rechazo a esta religión que ellos tratan de mimetizar con una supuesta nacionalidad y desatar muestras de expresiones, que pueden calificarse de antisemitas.
Es muy coherente con la realidad de esa entidad con rasgos, estructuras y actuar propios de un fascismo, que pretende por un lado aparecer como moderno y tolerante a través por ejemplo de declarar ciudades como Tel Aviv como ciudad gay friendly, la estrategia del pinkwashing y al mismo tiempo se persigue y acosa de manera brutal a esas minorías sexuales basta con ver la declaración del ministro de salud de Israel diciendo que el coronavirus era un castigo divino a los homosexuales (una acusación con boomerang pues al poco tiempo este político fue diagnosticado por contagio con el Covid 19)
El sionismo siempre busca promover el antisemitismo como forma de mantener el espectro de las persecuciones e intolerancia hacia los judíos religiosos, desde su alianza con el Zar de Rusia durante el proceso de revolución bolchevique, los sionistas promovían secretamente acciones que pretendían acusar a los judíos de comunistas y que la revolución no obedecía a los naturales procesos de lucha de clases, sobre todo, en un estado feudal que abusaba y oprimía de forma monstruosa a los proletarios de todas las naciones y religiones sino que destacaban que esta revolución era una conspiración judía. Los sionistas desde las sombras y plenamente de acuerdo con el Zar, desataban, junto a los rusos denominados blancos, verdaderas cacerías de judíos al mejor estilo del Ku Kux Klan de Estados Unidos llamados los progrom. Hechos que llamaron la atención de los Bolcheviques que denunciaron y combatieron y se encontraron con la oposición y complicidad de un partido judío-sionista, que posaba de progresista: “El Bund” y que al mismo tiempo difundía las mismas invitaciones de los sionistas, haciendo de pasada, guiños al Zar.
En el momento en que ocurría estas persecuciones y crímenes, los sionistas llamaban a los judíos a emigrar a Palestina, organizándolos en bandas armadas para desplazar a los palestinos y crear un estado sólo para judíos, haciendo un doble juego que dura hasta nuestros días. La ocupación de territorios palestinos, por parte de colonos judíos, a principios del Siglo XX, la creación de la entidad sionista el año 1948, las guerras contra los Estados árabes y la consiguiente expansión territorial a costa de Egipto, Jordania y Siria, la política racista y genocida contra la población palestina, intensificada a partir de la Nakba, pasando por el conflicto del año 1967 y las sucesivas agresiones bajo el marco de nombres ampulosos como “pilar defensivo”, “plomo fundido” o margen protector” son capítulos dentro de un plan sionista que se remonta al primer Congreso Mundial Sionista del año 1897, destinado a desarabizar Palestina y proceder a su sionización.
Ello ha implicado, según lo señala el analista Lidón Soriano “establecer una política destinada a destruir las estructuras identitarias árabes, en lo económico, político y social” apoyándose en el uso de la desinformación y la manipulación al sostener que todo aquel que se opone a Israel lo que lleva implícito es el antisemitismo y el antijudaísmo. El mejor aliado del sionismo es el antisemitismo, tal como lo manifestó en su oportunidad el creador del libro “El Estado Judío” Teodoro Hertz, quien decía “El antisemitismo está creciendo y yo con él”. De modo que no cabe duda alguna que detrás de estas burdas películas y series, están los servicios de Inteligencia sionistas interesados en promover el sentimiento antijudío religioso y eso favorece solo a Israel, pues desprestigian o intentan desprestigiar a Naturei Karta y a sus líderes, apareciendo ellos como una forma de judaísmo transformado adaptado tolerante y moderno, como que los sionistas tienen la autoridad y capacidad de transformar religiones y o mensajes divinos de acuerdo a sus intereses políticos económicos y militares.
En conclusión, no cabe duda alguna que esto es una creación del fascismo sionista concordante con su pasado y funcionamiento histórico, desde sus alianzas cada vez menos secretas con el nazismo, recordemos en ello el llamado Acuerdo Ha avara. Ha avara en hebreo o Acuerdo de traslado Transferencia fue un convenio firmado el año 1933 entre representantes del sionismo y la Alemania Nazi para ayudar y facilitar la emigración de judíos europeos a la Palestina que en ese momento estaba ocupada por el Imperio Británico. La Ha avara era una compañía comercial creada al alero de la Organización Sionista Mundial destinada a comerciar con el régimen nazi. En octubre del año 1933, la Compañía naviera Hamburgo Sudamérica concretó un servicio de transporte directo entre Hamburgo y el puerto de Haifa para el traslado de judíos.
La hasbara fue parte de otros acuerdos establecidos entre el nazismo y el sionismo, cuyo interlocutor nazi era Adolf Eichmann y que se encargó Israel de acallar rápidamente, que incluso transitó por el apoyo militar a organizaciones terroristas judías que atentaron contra las fuerzas británicas estacionadas en Palestina y dieron comienzo al exterminio palestino, como fue el caso de la Organización Irgun Zwai Leumin. “Organización Militar Nacional en la Tierra de Israel “creada a partir de una escisión de la Haganá. En estas ideas también sumemos su alianza con los Zares y el manejo de movimientos nazis y neonazis en el mundo entero para promover o hacer actividades antisemitas como colocar bombas en cementerios judíos, rayados antisemitas en las sinagogas, escritos y publicaciones donde la mano oculta del sionismo se ve muy transparente.
Israel vive y existe gracias al apoyo norteamericano en todas sus formas, el silencio y colaboración activa de los reaccionarios árabes con las monarquías feudales a la cabeza y los judíos del mundo que desconociendo esto y muchas otras cosas le apoyan, por lo que es elemental para el estado sionista, mantener la inquietud y la inseguridad de los judíos del mundo entero, cada cierto tiempo “desconocidos” hacen actividades antisemitas que les mantengan vivo el espíritu del antisemitismo y el nazismo, promoviendo la idea que el judío no puede ni debe convivir con otros pueblos.
El enemigo de la entidad sionista es la religión judía, los rabinos judíos ortodoxos y lo que ellos llaman: Asimilación Judía a otras naciones pueblos y costumbres, dejando el mensaje permanente que ellos no son nacionales en ningún país y por lo tanto no pueden pertenecer a ninguno y que ser parte es desaparecer. Es decir, judaísmo y nación son indivisible para ellos. Por lo tanto, de acuerdo con los planes y objetivos sionistas, si los judíos son nacionales donde han nacido, crecido, educado y viven allí, ¿eso es una forma momentánea y peligrosa de vida del judío? Para el sionismo tal idea y la naturaleza que lleva implícita niega la creación de un Estado nacional judío y debe ser combatido.
¿Esta búsqueda de aislar al judío de las sociedades donde viven, no es acaso una intención de inducir a la auto segregación y por ende atraer el rechazo de sus connacionales? El rechazo de aquellos con quienes habitan un mismo territorio y del cual son ciudadanos, lleva a una forma de rencor o molestia natural y eso es justamente lo que busca el sionismo y sus tétricas organizaciones. El hacer sentir que se es siempre extranjero genera desconfianza, ciñe a los intereses del sionismo a aquellos elementos de una sociedad que anhelan la pertenencia pero sienten el rechazo a partir de lo mencionado precedentemente.
Mantener al judío religioso aislado y rechazado es el objetivo sionista y en este peligroso accionar, la verdad es que Naturey Karta protege al judío y su religión y lo dispone a una integración sana con las sociedades donde viven y consideran que el judaísmo en una religión universal, que DIOS es universal sin discriminación de raza, color, o fronteras. Por ello, el verdadero judío rechaza las pretensiones sionistas y sobre todo esa búsqueda de crear un Estado donde prima lo que ellos llaman el referente étnico judío. Esto es, claramente, una aberración racista, antihistórica, llamada a aislar y separar a los ciudadanos de un país de creencia judía de aquellos con los cuales habitan un mismo país. Se impide así la asimilación a partir de criterios racistas, se impide la integración y participación total en las sociedades donde nacieron.
Lo descrito nos hace recordar la conducta del nacionalsocialismo, ya que tanto esa ideología racista, como el sionismo apelan al concepto del “hombre superior” bajo la premisa de crear un Estado nacional étnicamente puro de allí la denominación artificiosa de esta entidad de autodenominarse Estado Judío de Israel. Similitud con la doctrina criminal del Tercer Reich, que se expresa en su afán de expansión, en esa búsqueda agresiva de su “espacio vital” a costa de los derechos de millones de seres humanos y el desprestigio de aquellos, que siendo judíos se oponen a esta conducta. Por ello el uso de los medios de comunicación a través de la manipulación, la desinformación, la producción de películas que mancillan a grupos humanistas como Naturei Karta no son más que intentos de desatar sentimientos antijudíos y anti religiosos y eso solo sirve al sionismo y las transnacionales atadas al imperialismo que junto al estado sionista se han especializado en métodos basados en la mentira, la manipulación, la desinformación y el crimen.
Nicola Hadwa Shahwan / Pablo Jofré Leal
- Esclarecimiento, Explicación. Término utilizado por la entidad sionista y organismos afines, para limpiar la imagen de Israel en el mundo y fomentar su imagen de país avanzado, tolerante “la mayor democracia de Oriente medio” La hasbará dispone de infraestructura propia en el gobierno de Israel, con sede en la oficina del Primer Ministro y unidades en los ministerios de Defensa, Asuntos Exteriores, Turismo y la Agencia Judía Para Israel. Desde el año 2011 la Unión Nacional de Estudiantes Israelíes, con 300.000 miembros. Trabaja por “profundizar y expandir las actividades de hasbará (propaganda estatal) de los estudiantes israelíes” Con este programa, a los estudiantes israelíes se les paga por cinco horas de trabajo a la semana consistente en “dirigir la batalla contra los sitios web hostiles”. Un anuncio del programa señalaba que “muchos estudiantes en Israel manejan muy bien internet y son competentes en el uso de las redes sociales y otros sitios, y se les exige que escriban y se expresen en inglés”. Los estudiantes pueden trabajar desde la comodidad de su propio hogar, subraya el anuncio. “Los estudiantes trabajan en cuatro equipos: contenidos, Wikipedia, monitoreo y nuevos medios”, según la descripción del programa, donde también se detallan las responsabilidades de cada equipo.
- Lenin decía refiriéndose al sionismo: “La idea de la nación judía es por esencia y forma una idea reaccionaria y mentirosa llamada a servir los intereses del colonialismo”.
Nicola Hadwa. Nacido en Palestina y radicado en Chile. Ex entrenador de la selección palestina de futbol. Conductor del programa Página abierta de Radio Portales de Valparaíso. Encargado de relaciones internacionales del Comité de Solidaridad con Palestina, y director de la Liga Latinoamericana por El retorno del Pueblo palestino. Colaborador de cadenas internacionales.
Pablo Jofré Leal. Periodista y analista internacional. Magister en relaciones internacionales Universidad Complutense de Madrid. Conductor Programa Sin Fronteras en Radio Universidad de Chile y colaborador en varias cadenas internacionales. Autor de los libros: “la Dignidad vive en el Sahara” y “Palestina. Crónica de la ocupación sionista”.