Moisés Abraham Baptista y las manos del Ché Guevara

El 2 de marzo del presente año falleció el doctor Moisés Abraham Baptista, quien, junto al también médico Carlos López Reyes, dirigió de 1982 a 1986 el Hospital de la Benemérita institución universitaria. El dedicado trabajo y el manejo honesto de los recursos redujeron el interés sobre la participación profesional de la autopsia que Abraham hizo al cadáver de Ernesto Guevara, conocido como El Ché.

El 8 de octubre de 1967 el Ché fue herido y capturado por tropas bolivianas y al día siguiente fue asesinado por órdenes del gobierno de Bolivia y de la Central de Inteligencia (CIA). Los doctores Abraham Baptista y José Martínez Caso firmaron el certificado de defunción emitido por el hospital de Nuestro Señor de Malta, de Valle Grande, Bolivia y donde se dejó escrito:

 “El 9 del presente mes a las 5:30 horas fue traído el cadáver de un individuo que las autoridades militares dijeron pertenecer a Ernesto Guevara, de aproximadamente 40 años, habiéndose constatado que su fallecimiento se debió a múltiples heridas de bala en tórax y extremidades”.

Tanto Abraham Baptista, quien era director del hospital, como José Martínez Caso, emitieron un informe de la autopsia donde se detallan las heridas que produjeron la muerte.

Años más tarde de esos sucesos, el 21 de noviembre de 2014, un periódico poblano, posiblemente con ánimo de conseguir recursos, publicó calumniosamente lo siguiente: “Este médico militar boliviano fue protegido por la CIA y le ayudaron a emigrar y refugiarse en México, donde vive en el estado de Puebla, y además fue premiado con un cargo de médico oncólogo en el Hospital Universitario y aunque él lo niega hay testimonios que aseguran que Moisés, sí le cortó las manos al “nuevo Jesucristo”.

Según otras versiones, publicadas en Valle Grande, fue el doctor Martínez quien “siguiendo instrucciones superiores, cercenó las manos del Ché”.

Meses después de ese episodio, Abraham pudo salir a México. Con anterioridad había hecho una solicitud de beca y por medio de un hermano que era director de policía pudo conseguir el pasaporte necesario. Según relato del doctor Carlos López Reyes, en el Hospital de San José (IMSS), el doctor Abraham Baptista conoció al químico Sergio Flores Suárez que trabajaba en ese nosocomio y cuando fue nombrado rector invitó al oncólogo a incorporarse a la Benemérita Universidad poblana.

En el libro (no editado) “Yo hice la autopsia del Che Guevara”, escrito por Leticia Montagner y Raúl Torres Salmerón, quienes entrevistaron a Baptista, en el capítulo: Testamento político. Mi modo de pensar”, el médico expone su ideario político.

“Soy un hombre de izquierda, mi trabajo en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en México, sobre todo en los tiempos en que se definía como una universidad crítica, democrática y popular, marcó mi vida profesional.

“Debemos luchar a favor de los pobres. Lo he hecho toda mi vida. Como médico atendí a las personas sin ver raza, color o credo. Muchas veces no cobré mis servicios profesionales. En el Hospital Universitario recibí y atendí a decenas de pobres indígenas provenientes de la sierra Norte del estado de Puebla.

“Cuando tuve oportunidad, en forma de brigadas de salud, integradas por médicos, enfermeras, dentistas, de especialistas en diversos campos, los universitarios, a esa zona de puebla, fuimos a prestar servicios médicos.

“He sido discreto en mi actuar durante toda mi vida, no por miedo, sino porque soy enemigo del culto a la personalidad. Debemos dar mejores y nuevas oportunidades a los jóvenes, ellos son el futuro de México y de Latinoamérica”.

Foto: Archivo El Ciudadano

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