Despedimos el 2016 sin lamento, nostalgia ni apego. A la vista quedó que para un porcentaje significativo de la población mundial fue un año de mierda. Principalmente para las numerosas celebridades alcanzadas por el garrote de la muerte, que hasta tuvieron su propio ranking de obituarios – aparecidos en medios de comunicación- y desarrollado por la BBC para evidenciar su acelerado e inusual incremento en relación a los años predecesores.
Exponencialmente el 2016 fue nefasto. Hay razones para todos gustos y aunque no es nada de original repasarlas, recordarlas quizás nos permita no repetir el plato de escándalos políticos, manifestaciones sociales y atentados de todos los colores. Adiós al mono de fuego, según el zodiaco chino. Adiós al año que batió todo record por su estupidez crónica, venció el sentido del ridículo y arrojó catástrofes humanitarias y naturales reveladoras. Habrá detractores que consideren que fue un año mágico y extraordinario, pero convengamos que la mayoría tiene sus dudas a ese respecto.
Revisemos los trending topics internacionales.
Del costado político, el voto a favor del #Brexit en el Reino Unido y el triunfo de Donald #Trump como Presidente de Estados Unidos nos dejó helados. En Brasil, Dilma Roussef fue cesada de sus funciones por desviar de fondos públicos en su beneficio y Colombia fracasó en su intento por firmar un histórico acuerdo de #Paz con la guerrilla de las FARC.
Presenciamos una Venezuela en declarada crisis humanitaria y recibimos réplicas de los acostumbrados terremotos en #Japón, y en Chile. Nuevamente le tocó a #Chiloé el desaire de la naturaleza, y si ya habían superado una de las mareras rojas más destructivas del siglo, ahora tuvieron que sortear una sísmica navidad.
Desafortunadamente, también fuimos testigos de los demoledores atentados del Estado Islámico en el aeropuerto de Bruselas y Estambul, enlutamos con la masacre de la discoteque Pulse de #Orlando y con los atropellos masivos en Niza y Berlín.
Definitivamente, nos marcó el #RIP, aludiendo a los mensajes sobre los interminables fallecimientos de personajes públicos durante el 2016. Sólo por enumerar; David Bowie, Prince, Leonard Cohen, Juan Gabriel, Muhammad Alí, Umberto Eco, Patricio Aylwin, Fidel Castro, George Michael o Carrie Fisher. No alcanzamos ni a llorarlos entre uno y otro duelo.
Asimismo, fue un año inseguro y voluble. Se encuestó permanentemente a sus habitantes a nivel nacional e internacional sobre todo tipo de asuntos y quehaceres. De moda se pusieron las irrelevantes mediciones sobre delincuencia, drogas y alcohol, aceptación y rechazo de candidatos presidenciales, presencia de inmigrantes, repercusión del triunfo de Trump y hasta los testeos para analizar con quién se empareja el chileno, indicadores que al final resultaron igual de cambiantes que su año de nacimiento.
El 2016 fue eso y más. Un año que para los creyentes despertó alertas por su predisposición versátil e inestable, por su intolerancia e improvisación. Y para los más escepticos acusó cambios tan radicales y comportamientos tan poco habituales en el planeta que despertó temor e infundió respeto. No olvidemos las movilizaciones alimentadas por la segregación del actual sistema de pensiones y la indignación que desataron los feroces femicidios en la región sudamericana, como fue el de Florencia Aguirre en Coyhaique o el de Lucía Pérez en Mar del Plata, Argentina.
Bienvenido pues, año del Gallo.
Un año que intentaría resarcir los adversos episodios del anterior buscando paz, rectitud y justicia a los forados. O No. Todo depende del optimismo local.
Iniciémoslo en la calidez del verano chileno.
Axel Pickett, director de ediciones Cinco Ases y autor de El Partido de los Valientes, Corazones Rotos, Caciques y otros relatos periodísticos, nos comparte algunas de sus impresiones.
¿Trago favorito?
Agua tónica con limón. Ron con Coca Cola, pero no mezclados en el vaso.
Algún trago por ningún motivo consumirías y otro que podrías tomar hasta el
aburrimiento…
Ninguno con esos paraguas diminutos.
Ninguno, no vale la pena el aburrimiento.
¿Recomiendas beber y trabajar al mismo tiempo?
Basado en mi experiencia, por ningún motivo.
Recomendación para combatir la caña en la madurez
Sucumbir.
Lo mejor que has hecho en tu carrera con algo de alcohol…
Ir igual a trabajar, pese a la caña de esas fiestas de fin de año de holding periodístico.
¿Y sin?
Todo lo demás.
Figura de de la política o el arte con la que te tomarías un trago, y otra con la que JAMÁS.
De la política, Marco Enríquez, todo el rato. Del arte, todo el lote de la Cooperativa de Editores de la Furia.
¿Con quién jamás? no se me ocurre, por algo será.
¿Chile debería beber más o menos?
Chile ya es mayor de edad, que haga y tome lo que quiera.
¿Lo peor y lo mejor del verano local?
El calor, lo peor; la brisa que espanta tanto calor, lo mejor.
¿Por qué debe brindar el pueblo chileno?
Por Colo Colo, ejemplo de valor.