Nazis y pronazis, en México y en Puebla

En algunas entidades de nuestro país, como Puebla, desde los años 30 del siglo XX, ha habido presencia de grupos nazis y pronazis.

El movimiento Nacional Socialista (Nazi), tuvo sus orígenes en Alemania, después de la primera guerra mundial y su principal dirigente e ideólogo fue Adolfo Hitler, quien abanderaba ideas racistas, nacionalistas, militaristas y violentamente antisemitas.

En las primeras décadas del siglo XX, junto con el nazismo crecieron el fascismo, de Benito Mussolini y el Falangismo, vinculado a la dictadura católica de Franco.

En México tuvieron influencia especialmente el Falangismo y el Franquismo, que era de filiación católica, mientras que el nazismo y el fascismo quedaron relegados a pequeños grupos radicales y marginales, que siguen editando el libro Mi lucha, que escribió Hitler en los años 20 del siglo XX; estos grupos organizan reuniones privadas y se esfuerzan por tener participación política en nuestro país.

En los países de América Latina, generalmente los nazis adoptan un ropaje diferente del nazismo ortodoxo, y defienden versiones “criollistas” que reivindican no la raza aria (como lo hizo ese personaje) sino la raza blanca “criolla” y con las creencias católicas, por ser la religión “nacional”, mientras que los nazis promovían un resurgimiento del paganismo germano.

Nazis en México: una larga historia

Desde los años 30, cuando comenzó el auge de los nazis (Hitler llegó al poder en Alemania en 1933) esa fuerza política tuvo simpatizantes de diferentes niveles en México.

En la década de los 1930, algunos grupos y personajes nazis tuvieron influencia en México, como fue el caso de la actriz alemana Hilda Krueger, quien a principios de los años 40 llegó a ser amante de Miguel Alemán Valdez, entonces secretario de Gobernación, y quien le regaló a la bella espía “un lujoso departamento en la colonia Roma”_^1. 

Entre ellos se contó el general Juan Andreu Almazán, quien fuera candidato de la oposición derechista en 1940, así como algunos militantes del PAN y de otros grupos políticos.

En las décadas 50 y 60, siguieron existiendo grupos nazis en México, amparados en las tendencias anticomunistas propias de la Guerra Fría.

A veces, algunos de los contados simpatizantes del nazismo que actuaban en México, apoyaron las protestas de grupos católicos derechistas contra el aborto y las libertades sexuales.

A mediados de los 90, un desconocido grupo nazi llamado Misión Nacional protestó contra la obra teatral El Concilio del Amor, dirigida por Jesusa Rodríguez.

En las décadas del 2000 y del 2010, los nazis trataron de cobijarse en el manto de la extrema católica que gobernaba el país. Si los nazis no eran católicos ni los panistas eran nazis, finalmente, ambos grupos eran derechistas y tenían en común su carácter autoritario y algunas reivindicaciones, como el antiabortismo.

El 29 de octubre de 2022, en la Ciudad de México, grupos de rock de ideología pronazi organizaron una fiesta para conmemorar la llamada “marcha sobre Roma”, que llevó a cabo Benito Mussolini el 28 de octubre de 1922.

Entre esos grupos musicales se contó “Batallón de castigo” formada a principios de los 90 por presidiarias españoles de ideas ultraderechistas. Su cantante y guitarrista, Eduardo Clavero estaba sentenciado por haber asesinado a un joven de 19 años (El País, México, 8 de noviembre de 2022.

De Maximino a Calderón: Puebla y los nazis

Personaje controvertido y temido en su época fue Maximino Ávila Camacho, hermano del presidente Manuel Ávila Camacho.

Maximino era simpatizante del nazismo, y durante la Segunda Guerra Mundial, ayudó a proporcionar a Alemania y a Italia, países del Eje, que luchaban contra los aliados, petróleo mexicano.

El político poblano, quien fuera gobernador de Puebla de 1937 a 1941, participaba en una red clandestina de personajes influyentes para conseguir el crudo a esos países, que lo utilizaron en sus esfuerzos bélicos.    (El Universal de Puebla, 7 de julio de 2022).

A lo largo del siglo XX, Puebla fue semillero de grupos de la extrema derecha católica, como el Yunque y el Frente Universitario Anticomunista, que operaba en la Universidad Autónoma de Puebla.

Pese a su filiación religiosa, algunos de los miembros más radicales de ese tipo de grupos albergaban simpatías por algunos aspectos de los movimientos nazis y fascistas, como el antisemitismo, el autoritarismo y la proclividad al uso de métodos violentos.

Grupúsculos nazis buscaron tener influencia al amparo de los gobiernos derechistas de Fox y Calderón, como reportó en enero de 2014, la página Web Enlace Judío.

Así, “altos funcionarios del gobierno calderonista fundaron grupos en diferentes ciudades mexicanas que se caracterizan por su conservadurismo: Puebla, Guanajuato, Guadalajara, que tenían el objetivo de conformar un partido nazi que gradualmente gobernara el país mediante la militarización, la violencia y la religión”.

Esos grupos apoyaban decididamente la política de Calderón de la “guerra” contra el narco, a la vez que detestaban a los homosexuales, a los judíos y a los indígenas.

Notas al pie de página

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_{[1] Jorge Magos. Adolfo Hitler. Más allá de las sombras, Fractales, México, 367.}

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