Yo no celebro, ni cagando, el día de la mujer. Y no soy «feminazi»

No tenemos nada que celebrar

Yo no celebro, ni cagando, el día de la mujer. Y no soy «feminazi»

Autor: Ángela Barraza

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Es curiosos que el día de la mujer se «celebre». Me llama poderosamente la atención que el retail y el comercio en general esté usando este día al más puro estilo «día de la mamá» o «día de los enamorados». Hay descuentos en ropa, zapatos, cosméticos, chocolates, peluches y cuanta weá se usa para agasajar al arquetipo clásico de la mujer, pero de conmemoración nada.

No es posible que estemos «celebrando» un día que debiera conmemorarse con la misma solemnidad con que se toman el 27F o el 11S (como les encanta agringar los eventos). El 8 de marzo es una fecha que está marcada en rojo en el calendario porque está manchada de sangre por una lucha centenaria que hemos librado las mujeres buscando igualdad de derechos.


*Nota para los hombres que me van a tildar de feminazi o cosas parecidas: No estoy hablando de la superioridad del útero, ni de que vivan las amazonas y cacemos a los hombres y los sacrifiquemos en un volcán. Sólo planteo igualdad de derechos. Ej: igual salario, igual acceso a la información, igual posibilidad de acceder a cargos públicos o gerenciales, igual trato en panes de salud, igual descuento en las isapres y no ser discriminadas ni que nos cobren más por estar en edad fértil, protección efectiva ante la ley si somos maltratadas, investigaciones serias y eficientes si somos asesinadas, por ejemplo. No postulo a que somos seres iguales. Sólo igualdad de derechos ante la ley por pertenecer a la especie humana ¿Capicce?


fabrica

Siguiendo con la idea anterior, fue un 8 de marzo de 1857, cuando cientos de mujeres operarias de una fábrica textil de Nueva York salieron a marchar en contra de los bajos sueldos que eran equivalentes a menos de la mitad de lo que ganaban los hombres por el mismo trabajo. Esa jornada terminó con 120 mujeres muertas a por la brutalidad con la que fueron reprimidas por la policía. Dos años más tarde, las trabajadoras fundaron el primer sindicato femenino. Sin embargo hay otros episodios, como el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, el 25 de marzo en 1911, en la ciudad de Nueva York, donde 123 mujeres y 23 hombres murieron en un incendio en la fábrica porque los dueños cerraron las puertas para evitar saqueos, con las trabajadoras adentro. Obviamente no pudieron escapar.

operarias


De ahí en más, podemos decir que hemos conseguido avances. Podemos votar, ir a la escuela, ir a la universidad y salir a la vida laboral; en eso estamos de acuerdo, pero muchos de esos triunfos son parte de un desplazamiento público que nos dice que somos una «cultura civilizada», sin embargo, el espacio íntimo muchas veces se transforma en una realidad que muchas conocemos. Todavía los espacios de crianza no son compartidos totalmente. Las labores domésticas aún recaen principalmente en las mujeres y los hombres «progre» se excusan en que están cansados, de que no saben hace las cosas, o con que tienen depresión (siempre hay excusas). Los cuidados de personas mayores o enfermas también son funciones de mujeres y el modelo económico y cultural vigente aún nos relega a la condición procreadora y al cuidado de bebés y más encima, se nos castiga laboralmente por ello. Las empresas pequeñas no nos contratan para no poner salas cuna y se nos restringen los espacios de amamantar a nuestros hijos. Sobre eso, las isapres nos cobran de extra y nos pagan menos por las mismas funciones que a los hombres.


Podemos acusar que en nuestra realidad eso se ve cada vez menos, sin embargo en los espacios rurales o marginales, eso es una constante. Que no sea visibilizado por los medios no quiere decir que no exista. Sólo se trata de que la gente pobre o de pueblos, no es público objetivo de las grandes marcas porque no tienen el poder adquisitivo para ir detrás de sus productos. Por lo tanto, los problemas que presentan los roles sociales adquiridos, responden también a un fenómeno económico-social que, lejos de ser tratado de manera correcta por el Estado, al parecer están errando el camino.


¿Por qué digo esto?

 

Femicidio

Porque al 8 de marzo de 2016 ya han ocurrido 6 femicidios y ayer se encontraron los restos de una mujer descuartizada en el Río Mapocho. En 2015 habían sido 9 a esta misma fecha. Todos de una crueldad espantosa. Los escenarios son Cunco, Penco, Caldera, Graneros, Casas Viejas, Paine, Lontué, Retiro, Contulmo, Aysén, Rancagua, Antofagasta, Los Ángeles, San Felipe, Limache, Purranque, Quinquehua, Paipote, Alhué, Lonquimay, Los Andes, Illapel, Vallenar Puerto Varas, San Antonio, Victoria, Collipulli, Pitrufquén, Talca, Curicó, Renca, Pedro Aguirre Cerda, Pudahuel, Puente Alto, Población El Esfuerzo, Población San Gregorio, La Florida, Lo Prado y así. Sólo por nombrar lo mencionado en los informas del SERNAM. Obviamente hay en estos lugares casos que se repiten. Entonces no estoy tan equivocada cuando hablo de que el machismo se asienta en los espacios donde hay menos acceso y posibilidades. Donde hay menos interés comercial y más tristeza.

zapatos-rojos-en-protesta


No podemos celebrar

la mujer 1


Estoy segura que esas mujeres prefieren mil veces condiciones más más dignas, antes que un chocolate o descuentos en un spá en donde una sesión antiexfoliante vale el almuerzo de tres semanas para una familia de cuatro personas.

Las mujeres del barrio alto seguro tienen más que celebrar, pero las garantías que tienen no se deben a que son mujeres. Lo que pasa es que el dinero puede comprar cualquier cosa y para todo lo demás existe master-card.

No podemos celebrar tampoco la violencia a la que estamos sujetas por caminar en la calle. Sobre todo en las estaciones de calor. El acoso callejero es una mierda. No queremos saber lo que nos harían, cómo nos chuparían o cómo nos pondrían; sin embargo tenemos que vivir con eso a diario y si respondemos, los insultos son más amables que las estupideces que nos dicen, pero aún así, nos cagan el día.

marisol turres

No es día para celebrar cuando aún no tenemos ley de aborto en las 3 causales que son humanitarias. No podemos celebrar mientras exista en el parlamento una diputada como Marisol Turres que dice que hay violaciones que no son violentas o que la dignidad de una mujer no se pierde por una violación. O como Lorenzini que dijo que a veces las violaciones pasan porque algunas mujeres «tomaron un traguito demás» o cuando señala que se puede poner en duda el testimonio de una mujer cuando dice que la violaron.

lorenzini


Tampoco es un día para celebrar, mientras en nuestros puestos de trabajo nos dicen como chiste que vayamos con minifalda o con más escote; o que estamos «papo», que nos vemos ricas, que tenemos voz o cara de cachondas, y que tengamos que reírnos forzadamente para no parecer malcogidas o conchaseca, cuando en realidad eso molesta porque eso es acoso sexual aquí y en la quebrá’ del ají.


Honestamente me importa un pico que me regalen flores o que me saluden en facebook con frasesitas de mierda estilo «feliz día» o «felicidades» como si ser mujer fuera una gracia que hicimos. Como si fuera una opción que tomamos, como quien dice feliz día del profe o feliz día de la secretaria. Ser mujer en Chile es una basura y no me vengan con estupideces del corte «agradece que no naciste en Ciudad Juárez», porque ningún ser humano debería agradecer porque vive en una ciudad donde lo matan menos.


Acá hay mucho paño que cortar en materia de derechos, de igualdad y de oportunidades. Incluso de mandarse cagadas del tipo Marlen Olivari y su pensamiento filosófico al más puro estilo Donald Trump, porque no puede ser que el comentario más reproducido fue del corte «dedíquese a mostrar las tetas mijita o a ponerse silicona que eso le sale bonito». Eso nos devela como sociedad y nos dice claramente que hasta los más «progre» son unos imbéciles que siguen reduciendo a la mujer al rol de objeto decorativo para masturbarse en la ducha por la mañana.

tuit de marlen

Este 8 de marzo dejen de hablar como si fuera una fiesta y dedíquense a enaltecer a las mujeres que luchan por terminar con la desigualdad y por quitar los roles predeterminados culturalmente. Hay que enaltecer a las que estuvieron y están ahí, donde las papas queman.

la mujer 2

No quiero que me posteen fotos rosadas con flores, no quiero que me digan que soy una obra de arte, me importa una callampa que me crean sensible o soñadora, que me digan que soy hermosa, no me interesa ser la inspiración, ni que me recuerden que llevo en mí «la vida», que soy la alegría o el amor.

Yo este día no lo celebro.

Yo sigo luchando.

Me encuentras en Twitter: @AngelaBarraza


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