No son decisivas las elecciones del domingo

«Navidades de hambre y dolor, ha nacido el hijo de dios, el mesías que nos guía ofrece su filosofía, nadie entiende al hijo de dios» (SKA-P)

1.- Se dice que la segunda vuelta electoral del próximo domingo 19 es decisiva. Me permito discrepar de esa afirmación pues la considero algo exagerada. Una elección importante, sin duda, como lo fue decidir entre Piñera y Guillier hace 4 años.

¿O es que acaso no son miles los pobres y desamparados que comprando el discurso de la libertad, el castigo a la delincuencia y toda la verborrea de la derecha, hoy están arrepentidos de haber votado por Piñera?

Hoy se está en una disyuntiva similar. Kast no es para nada símbolo de un mejor país. Es el representante de los que quieren seguir expoliando nuestros derechos, de los que nada han hecho por terminar con el narcotráfico y las desigualdades, porque a ellos -los dueños del capital y los que administran el poder- les conviene que las cosas sigan como están.

Pobre población nuestra, sumida en la individualidad y el consumismo, que se horroriza ante el comunismo -una utopía hermosa que es poco probable se convierta en realidad en el corto o mediano plazo- y, sin embargo, se muestra proclive a seguir aceptando un país militarizado con derechos cada vez más acotados.

No es algo decisivo la elección del domingo 19 de diciembre. Importante por cierto, pues se trata de elegir entre un lobo con piel de oveja u optar por quien al menos se propone humanizar el capitalismo y quizás instalar algunas cortapisas para que el abuso y la explotación no sean tan exagerados, como lo han sido hasta ahora.

2.- Ciertamente que es difícil entender que los trabajadores, el pueblo, los pobres y los no tanto, que sin embargo también están abrumados por el modelo, vayan a votar por Kast, y, sin embargo, ya lo hicieron en la primera vuelta y podrían volver a hacerlo.

Sin embargo, hay que distinguir entre el derechista abusador y explotador, el que vive de lo que le entrega el trabajo de los asalariados y aquel que vota engañado por la campaña comunicacional de la derecha. Ese pueblo nuestro, pese a comprar el discurso, no es fascista ni está de convicción con la derecha. Nuestra obligación es seguir trabajando para educarlo y ponerlo en el lado correcto en esta lucha de clases.

No son decisivas las elecciones del domingo porque decisivo es aquello «crucial o determinante para el desarrollo o solución de algo» y debemos darnos por enterados -desde antes que se conozca el resultado- que no va a ser mucho lo que cambie para bien de nuestra clase aunque gane el menos malo.

No se darán pasos más grandes para establecer el pago de locomoción y colación como una obligación del patrón, ni tampoco se establecerá una jornada continua de ocho horas diarias para todos sin excepción. No disminuirán las trabas para constituir sindicatos y negociar colectivamente y seguirán siendo más de cuatro millones los que seguirán impedidos de dignificarse como trabajadores.

De modo que es  importante ir a votar y motivar a votar por el menos malo, si está convencido de que es un paso que hay que dar. Pero no hay porqué llevar al cadalso al que expone una posición de crítica o indiferencia ante este proceso que se califica de decisivo y no lo es.

Todos somos necesarios, porque deberemos seguir trabajando duro después de las elecciones. En la lucha contra el capital no puede restarse nadie.

Nuestra fuerza la Unidad Nuestra meta la Victoria

Por Manuel Ahumada Lillo

Departamento de Propaganda y Difusión C.G.T. Chile

Pulso Sindical,  17 diciembre 2021