Nuestra organización y el nuevo gobierno

La prensa reprodujo, con algunas imágenes incluidas, el desfile de centrales sindicales por las oficinas del nuevo Ministro del Trabajo

Nuestra organización y el nuevo gobierno

Autor: Wari

La prensa reprodujo, con algunas imágenes incluidas, el desfile de centrales sindicales por las oficinas del nuevo Ministro del Trabajo.

Esto, que es un proceso normal cuando de cambio de autoridades se trata, no puede ser tratado como una simple visita protocolar habida cuenta de que el rol de las organizaciones sindicales las obliga a dejar constancia de sus demandas y aspiraciones ante la autoridad.

Si lo hicieron no existe constancia de ello y, por la conducta errática hasta ahora demostrada por dichas centrales, lo más probable es que hayan mantenido la pusilanimidad de su actuar.

Al menos en lo que informaron los medios de comunicación, generosos hasta más no poder en la gráfica de rostros sonrientes y trato afable, ninguna de las susodichas organizaciones reivindicó con justeza y claridad las demandas más urgentes de los trabajadores chilenos, convencidos seguramente que la última reforma laboral de verdad es positiva para los asalariados.

Al parecer no hay grandes cuestiones pendientes entre el Estado y los trabajadores. Seguramente están convencidos de que el accionar de los gobiernos y el Parlamento va dando cuenta de las reales necesidades de los explotados.

¿Y en qué queda la demanda de sala cuna sin mínimo de trabajadoras por empresa, o el término de la declaración y no pago de la previsión (AFP, Salud y Seguro de Cesantía)?

¿Es que ya es ley el pago de locomoción y colación por día trabajado, la gratificación garantizada?

¿Vamos a ignorar que se aplican descaradamente la polifuncionalidad y la flexibilidad laboral y que todo apunta a terminar con una jornada diaria única y continua de trabajo?

¿Es que las centrales no van a exigir a las autoridades que se establezcan normas de control para terminar con el robo de los recursos sindicales por parte de malos dirigentes, como lo establecía el artículo 265 del C. del T. y que fuera derogado por los gobiernos de la Concertación?

Debemos volver a darnos por enterados, que a las Centrales Sindicales existentes no les apura ni preocupa la carencia de derechos de la clase trabajadora.

Por eso es que no se puede apuntar a generar UNIDAD con quienes se olvidaron de lo que representan. No solo los estatutos y la elección de directiva de esos instrumentos fueron generados en procesos antidemocráticos (toda vez que los trabajadores no los han validado con su voto individual). También su accionar es resultado de decisiones de cúpula.

La única UNIDAD que sirve a los trabajadores es aquella que se construye por la base; todo otro intento solo busca mantener vivo un tipo de sindicalismo que rechazamos.

Nuestros problemas no serán resueltos por los gobiernos.

Ya lo dejaron claro con su actuar quienes se han venido repartiendo el poder y no se visualiza que a futuro pueda surgir alguna luz distinta. Solo la organización, la independencia, la autonomía y el autofinanciamiento permitirá a los trabajadores ponerse de pie y pelear por lo que es de justicia.

¿Es que acaso todo lo anterior significa que no haremos nada para expresar nuestro sentir en este tiempo de cambio de administración del Estado?

NO. Así lo tienen claro el CIUS  y las organizaciones que lo componen. No vamos a dejar de expresar nuestras demandas ni vamos a abandonar a los trabajadores en el trabajo cotidiano. Como CGT e integrantes del CIUS entregamos en la oficina de partes del Ministerio del Trabajo una carta al ministro y al subsecretario, en la que abogamos por mantener el espacio del que hemos dispuesto para rendir tributo a las luchas de los trabajadores.

“..Como organización nacional de trabajadores con más de 100 sindicatos afiliados activos y cotizando regularmente -y más de un  centenar que solo participa de vez en cuando y no cotiza, además de varias decenas que nos contactan regularmente y nos piden apoyo-  lo que nos permite autonomía financiera  e independencia en la gestión sindical, queremos saludarles atentamente y solicitarles tengan a bien analizar y mantener las autorizaciones que nos entregaron desde ese ministerio en los gobiernos anteriores, para realizar algunas actividades en torno a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Primero de Mayo y Santa María de Iquique, como las más importantes. ¿En que consiste lo anterior?

En que se nos daba la posibilidad de montar las exposiciones al costado de la entrada al Ministerio, lo que posibilita que cientos de personas las observen y reciban los materiales que entregamos. Junto con esto desde el ministerio nos permiten el acceso a electricidad y a poder guardar los materiales durante los días que duran las exposiciones, lo que siempre hemos valorado y destacado, aprovechando esta ocasión para que las mismas garantías de utilizar espacios puedan ser extensivas a regiones…”

No es que vamos a dejar de accionar si la respuesta es negativa. Es que de esta manera dejamos claro ante los trabajadores que hicimos la gestión y que es el sectarismo gubernamental el que impide utilizar los espacios. Iremos a otro lugar y no cejaremos en nuestro esfuerzo de educar a la clase trabajadora exponiéndole su historia.

Junto con esta solicitud, somos muy claros en expresar al ministro que no solicitaremos audiencias. Y es que no nos interesa repetir las demandas expuestas desde 1990 e ignoradas por los dueños del poder.

“..Como organización sindical no pediremos audiencias ni reuniones especiales para tratar los problemas más acuciosos de la clase trabajadora, porque ciertamente no tendrán respuestas positivas ya que exigen que los gobiernos sean firme y demanden del capital mayor consideración y respeto para quienes les venden su fuerza de trabajo…”

Hemos dejado claro a la autoridad que aquellos que dicen ser representantes de los trabajadores, no tienen espacio ni cabida ante los ojos del sindicalismo clasista:

“… Solo decir que no reconocemos a las Centrales Sindicales que hablan a nombre de los trabajadores pues sus estatutos y directorios no han sido definidos ni electos por los trabajadores en procesos democráticos, además de que al no autofinanciarse están expuestos a ser cooptados por los gobiernos de turno o los partidos políticos u otros instrumentos similares, por lo que lo que ellos digan a nombre de los trabajadores no nos representa.”

Finalmente le exponemos con absoluta claridad en qué lugar de la cancha estamos jugando y cual será nuestro trabajo:

“Adscribimos a un segmento sindical que considera a los trabajadores como una de las clases en que está dividida la sociedad y por lo mismo dedicamos parte importante de nuestro tiempo a trabajar en la calle, educando a la clase trabajadora y sus familias a través de diversos instrumentos de difusión y comunicación sindical.»

Lo mismo hicimos con el Parlamento.

Escribimos a senadores y diputados adjuntando la carta al ministro y exponiendo un claro ejemplo de lo malo de la última reforma laboral. Tenemos claro que hay una gran cantidad de nuevos parlamentarios y ellos deberán demostrar con su actuar que efectivamente están por cambiar esa desprestigiada institución.

Durante todos estos años de cacareada pero falsa democracia, hemos expuesto nuestra posición.  Contados con los dedos de las manos son aquellos parlamentarios que nos recibieron y escucharon nuestras demandas, aunque esos mismos jamás hicieron algo por ellas.  Por lo mismo no esperamos resultados positivos; no tenemos confianza en los mismos que hasta ahora han hablado de los trabajadores pero no han considerado la opinión de muchas de sus organizaciones. Les hemos escrito nuevamente, para dejar testimonio ante los trabajadores de que predican y no practican.

“Esta carta está escrita con un objetivo bien claro. Exponer el caso del Colegio San Diego, en huelga desde el 13 de marzo del 2018, negociación colectiva que se desarrolla bajo las normas de la nueva ley laboral que muchos de ustedes ayudaron a aprobar en el gobierno anterior y que, incluso, algunos llegaron a calificar como un gran paso en defensa de los derechos de los trabajadores. Bueno, la tan mentada ley no sirvió para que los trabajadores del colegio San Diego, sin servicios mínimos pedidos, pudieran evitar que el patrón contratara reemplazantes y los pusiera a trabajar desde el primer día. El tan mentado derecho a huelga efectiva no corre y hubo que denunciar a la Inspección, esperar la fiscalización y ver si el tribunal sanciona al patrón por incumplir la ley.

Lo dijimos en innumerables documentos enviados al parlamento, es una mala reforma al Código del Trabajo, pero ninguno de los parlamentarios se dignaron siquiera a acusar recibo en el anterior periodo. Lo expusimos en todos los tonos pero para ustedes claramente hay un segmento sindical que no existe y al que no escucharán, salvo algunas manidas frases de compromiso. Tenemos claro que ni siquiera va a preguntar por el caso del colegio San Diego, pero no nos preocupa. Gestionamos y actuamos sin depender de si usted pondrá alguna vez atención a aquello que piensan los trabajadores organizados, mas allá del ámbito en el que usted se mueve.

Le enviamos la presente para darle a conocer una carta enviada al ministro del Trabajo y su subsecretario, que adjuntamos.

Al igual que para usted, e independiente del gobierno de turno, para ellos solo hay algunas organizaciones sindicales que representan el sentir de la clase trabajadora. Y está bien que así lo sientan y actúen en consecuencia, pero es bueno que sepa que hay más de lo que los medios y el sistema se permiten reconocer que existe.

Seguiremos trabajando en nuestras propuestas, conscientes de que nada cambia si no logramos generar organización clasista y desde la base; poco importa de verdad si responden o no, es solo que creemos importante conozcan el pensar de algunas organizaciones sindicales que gestionan y sobreviven si ser parte de equipos ni aparatos que todo lo resuelven sin avanzar”.

Esta es nuestra posición como CGT ante ministro y parlamentarios.

Seguramente peca de faltas en la redacción y será calificada como insolente, pero nadie podrá poner en duda que contiene la posición de cada uno de nuestros sindicatos afiliados y también representa a millones de explotados hasta ahora sin organización y sin voz. Seguiremos dispuestos a confluir en un camino con todos aquellos que sientan en el corazón a la clase trabajadora y sus problemas, seguiremos trabajando por la unidad y acción común de los clasistas y solo esperamos que los trabajadores vayan reconociéndose como clase y puedan prontamente iniciar la lucha por sus sentidas demandas.

Por Manuel Ahumada Lillo

Presidente C.G.T


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