No hay información en página web oficial del Gobierno acerca de los gastos del ministro José Ramón Valente en su gira reciente por Estados Unidos donde se sacó fotos con Jeff Bezos, el CEO de Amazon, la empresa datacenter del mundo digital que gobiernos neoliberales ansiosos de éxito inmediato de economías emergentes desean atraer, pero sin medir las consecuencias.
¿Estarán informados los parlamentarios de las movidas de Valente para atraer “inversionistas” y empresas a Chile?
Este Gobierno, con tal de atraer empresas con nombre, para dárselas de moderno y con economía emergente sólida está a través de Corfo promoviendo la llegada de Amazon a Chile a cualquier costo. El consejo de Corfo planteaba incluso entregar un subsidio de unos US$ 9 millones para la instalación del proyecto. Cabe informar que Amazon está siendo investigada en EE.UU. por competencia ilegal.
Valente, cuyas columnas lo caracterizan como un fanático del dogma neoliberal, de ahí nuestro mote de talibán, viajó a Washington para reunirse con insignes multinacionales como Albemarle, Rio Tinto, Pharma, ING, United Airlines, Rio Tinto, Amcham Chile, Autodesk, Motorola, Uber, Albemarle, Glenfarne Group, Mead Johnson,Metlife, American Tower, Citi, Medtronic, Pharma, Llorente y Cuenca, Netflix, Newmont Minning, Skypower, ING, Mclarty Associates , BCIU y Gilea reportaba pulso.cl.
Cuánto gastó en estos eventos es lo que no se sabe porque no hay rendimiento de cuentas de los “austeros”.
El discurso gobiernista dice que es para ayudar a las Pymes chilenas. Pero respecto a las condiciones reales de implantación de estos grandes, los neoliberales del gobierno se callan. No han parado, eso sí de denunciar el “exceso de reglamentación” para facilitar la llegada de esas empresas que como sabemos lo que buscan para hacer pingües utilidades es cero de tributación, una reglamentación ambiental fácil de eludir, bajos salarios y nada de sindicatos o “flexibilidad” de la mano de obra . Esta política es el atajo característico de gobiernos que no preparan la infraestructura para un modelo viable a largo plazo.
Es exactamente el mismo discurso de los dos patrones de patrones, Afonso Swett de la CPC y de Bernardo Larraín Matte de la Sofofa (¡otro Larraín más diría! Rafael Gumucio, el viejo).
Estas grandes empresas no se autorregulan. Para que dejen una parte de sus utilidades en forma de tributos en un país donde operan o venden sus servicios debe haber un Estado con una política fiscal y tributaria que defienda un modelo social distributivo. Y un poder legislativo que no se deje impresionar. Si no es el caso, los beneficios van a parar como siempre en el polo oligarca y concentrador de capitales, y no a la sociedad.
Escrito por Leopoldo Lavín Mujica