Por Florencia Lagos Neumann
“¿Por qué los agresores sionistas pueden igualmente bombardear a diario los campamentos de refugiados palestinos y las poblaciones del Líbano?, ¿Quién les ha dado ese derecho?, ¿Quién les ha dado ese poder?, ¿Por qué pueden usar las armas más sofisticadas de destrucción y muerte?, ¿Quiénes las suministran?, ¿No vemos acaso en ello una prueba irrefutable del papel agresivo del imperialismo y el tipo de orden y paz que quieren para nuestros pueblos?, ¿O es que cuando se mata a un niño, un anciano, una mujer, un adulto negro, un palestino, un libanés, no se comete un crimen?, ¿Se pueden diferenciar estos métodos y estas concepciones de la concepción y métodos que practicó en su tiempo la Alemania fascista? Sin embargo, día a día, las noticias de actos genocidas de este tipo nos llegan en cables, incluso a través de las agencias de prensa imperialista, como si quisieran acostumbrarnos a la aceptación resignada y mansa de los hechos”.
Fidel Castro, discurso pronunciado en la sesión inaugural de la VI Conferencia Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, celebrada en el Palacio de Convenciones de La Habana, el 3 de septiembre de 1979.
La cita del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, resuena hoy más fuerte que nunca. Después de décadas el genocidio no se detiene. Al contrario, se incrementa de manera sustancial y alcanza la alarmante cifra de 42 mil muertes, gran parte de ellas mujeres y niños, más de dos mil en el Líbano.
El conflicto palestino es un verdadero proceso de colonización a través del genocidio planificado, en una región geoestratégica donde el petróleo, el gas, el territorio que incluye toda la zona, así como el área marítima, son codiciados por actores internacionales como Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
A pesar de miles de manifestaciones populares en todo el mundo que demandan el fin al genocidio, incluso al interior de Israel, éste no se detiene. Y, trágicamente, el sistema de Naciones Unidas, que se ha pronunciado mayoritariamente por el cese al exterminio, tampoco es escuchado.
Considerando lo anterior, hoy en La Habana, jóvenes cubanos junto al pueblo condenaron el genocidio que perpetra el gobierno de Israel, desde hace más de un año, contra la población civil palestina y en otras naciones del Medio Oriente.
Los participantes marcharon en esta capital desde la Fragua Martiana hasta la Tribuna Antiimperialista, quienes definieron la agresión israelí a Palestina como uno de los genocidios más crueles y dolorosos que ha debido presenciar la humanidad.
La manifestación fue encabezada por el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel; el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo; el primer ministro, Manuel Marrero y el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, entre otros dirigentes.
El apoyo de Cuba a Palestina no es simbólico, en la isla se forman actualmente estudiantes que regresarán a su patria convertidos en médicos para prestar servicios a su población y continuar la resistencia.
La causa palestina es una razón de lucha histórica para la Mayor de las Antillas. Desde el triunfo de la revolución, el comandante en jefe, Fidel Castro, cuestionó la ocupación del territorio palestino y denunció en Naciones Unidas la creación de Israel como pretexto de EE.UU. para intervenir Medio Oriente.
“Póngase fin cuanto antes al genocidio del pueblo palestino, que tiene lugar ante los ojos atónitos del mundo. Protéjase el derecho elemental a la vida de sus ciudadanos, de sus jóvenes y sus niños. Respétese su derecho a la independencia y a la paz, y nada habrá que temer de los documentos de las Naciones Unidas”. Fidel Castro.
Por Florencia Lagos Neumann
Máster en Relaciones Internacionales
La Habana, 14 de octubre de 2024.
Las expresiones emitidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de su autor(a) y no representan necesariamente las opiniones de El Ciudadano.
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