Paliza, tortura y montaje de Carabineros contra líder estudiantil de Concepción

La feroz represión del gobierno de Sebastián Piñera contra los habitantes del ex balneario Dichato, quienes reclaman la reconstrucción de sus viviendas a 17 meses del terremoto, y los estudiantes de la cercana ciudad de Concepción, se concentró la madrugada del pasado viernes en el líder estudiantil Recaredo Gálvez, de 21 años, secretario general de la […]

Paliza, tortura y montaje de Carabineros contra líder estudiantil de Concepción

Autor: Sebastian Saá

La feroz represión del gobierno de Sebastián Piñera contra los habitantes del ex balneario Dichato, quienes reclaman la reconstrucción de sus viviendas a 17 meses del terremoto, y los estudiantes de la cercana ciudad de Concepción, se concentró la madrugada del pasado viernes en el líder estudiantil Recaredo Gálvez, de 21 años, secretario general de la Federación de Estudiantes de la universidad local (FEC), también víctima de un montaje de Carabineros y la fiscalía regional, tras ser brutalmente apaleado y golpeado en el cráneo hasta perder el conocimiento. Gálvez fue acusado de «homicidio frustrado» contra el uniformado a cargo del operativo represor y «porte ilegal de armas».

El jueves 21 hubo en Concepción una masiva manifestación estudiantil en apoyo a las demandas de los damnificados de Dichato, que están soportando un segundo invierno prácticamente a la intemperie desde el terremoto de febrero 2010. Carabineros reprimió hasta altas horas de la madrugada en el barrio universitario de la ciudad, 500 km al sur de Santiago. Los estudiantes se encuentran movilizados en todo el país en demanda de educación gratuita y de buena calidad.

Las manifestaciones de “los sin casa” de Dichato fueron reprimidas a diario durante la última semana por la policía militarizada que desde hace tres días responde de nuevo al ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y del subsecretario (viceministro) Rodrigo Ubilla, ambos de Renovación Nacional, el partido de Piñera (desde la dictadura, Carabineros obedecía al ministerio de Defensa). Los hombres, mujeres, niños y ancianos de Dichato se alojan desde el sismo en precarios ranchos provisionales levantados a orillas del mar que han sido arrasados con bombas de gases lacrimógenos, balines de goma y chorros de agua fría a alta presión descargadas por Carabineros. Los sufridos damnificados, que además soportan uno de los peores inviernos de la última década, vieron ilusionados cómo se levantó una escenografía de hormigón y torrecillas de hierro que simuló “el inicio de la reconstrucción” con motivo de una visita de Piñera después del terremoto. Pero a un año y medio de este montaje de propaganda no se ha construido una sola vivienda. Aún queda un par de radieres y algunos hierros retorcidos por el viento desde la última “cobertura” de TV de la visita del Presidente.

Según la Revista Resumen de esa ciudad, las Fuerzas Especiales de Carabineros detuvieron a seis personas, incluido Gálvez, estudiante de ciencias políticas y secretario general de la Federación de Estudiantes de Concepción. “Al igual que en Dichato la militarizada policía chilena utilizó gran cantidad de bombas lacrimógenas además de balines de goma, los mismos que 1984 asesinaron al estudiante de Ingeniería de la Universidad de Concepción Caupolicán Inostroza en una protesta contra la dictadura militar”.

“Diversos testigos de los hechos aseguran que Recaredo Gálvez fue detenido y golpeado hasta el cansancio por las fuerzas especiales de carabineros, tras ello fue subido inconsciente hasta el carro policial, donde fue aislado del resto de los detenidos (4 de ellos ya están en libertad) y sometido a nuevos apremios físicos”, añadió Resumen. En Concepción existe preocupación porque el dirigente estudiantil terminó incomunicado en un módulo para delincuentes comunes del penal El Manzano.

La pagina web de Resumen reveló que “al interior de ese carro policial se gestó el ya tradicional montaje, contra el líder estudiantil de una Federación que, La Tercera y El Mercurio, caratulan como de «extrema izquierda» y la responsabilizaban de imposibilitar acuerdos entre el Ministerio de Educación y la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech)”. Añadió que “al momento de constatar lesiones, el médico a cargo de Urgencias del Hospital Regional de Concepción pidió la realización de un scanner, debido a las múltiples lesiones en el cráneo que presentaba la víctima de la represión gubernamental. Sin embargo, la policía se lo llevó aún semi-inconsciente”.

Los familiares y amigos de Gálvez se enteraron sólo al mediodía del viernes de lo ocurrido “cuando fue presentado a los medios locales bajo la ridícula acusación de ‘homicidio frustrado’ en contra del oficial a cargo del operativo, además del ‘porte ilegal de armas’, por lo cual el juzgado de garantías de Concepción decretó su prisión preventiva durante el tiempo que dure la investigación”, señaló Resumen. Agregó que “todo esto, a petición de la cuestionada fiscalía penquista, la misma que celebró el cumpleaños del fiscal Julio Contardo con odaliscas que bailaron para su gusto, y la resonada filtración de la investigación secreta a Marcelo Rivera”, alcalde de la localidad de Hualpén investigado en secreto por órdenes del fiscal regional.

A través de la figura del montaje el Gobierno busca detener la ola de protesta social que sacude la Región de Concepción. El director de Resumen, Pablo Torres, dijo que Carabineros pretende dar una “lección ejemplificadota” con su ensañamiento y fabricación de cargos contra el dirigente estudiantil. En los últimos años han fracasado por falta de pruebas numerosos y vistosos montajes puestos en escena por Carabineros y el Ministerio Público. La policía militarizada y su jefe, el general Eduardo Gordon, enfrentan varias querellas de parlamentarios que resultaron ser víctimas de escuchas telefónicas montadas por su rama de inteligencia, incluso al celular del senador RN, Alberto Espina, según denuncia de un ex Carabinero ante la Comisión de DDHH de la Cámara de Diputados. El diputado comunista Hugo Gutiérrez, una de las víctimas del espionaje telefónico, dijo que el poder y control interno de la rama de inteligencia rebalsa hoy el mando regular institucional. Es increíble que el Gobierno de Piñera practique esta manera de “escuchar a la gente” porque él mismo fue víctima del espionaje telefónico del Ejército en 1992, en el sonado caso “Piñeragate”, ocurrido cuando Pinochet aún era comandante en jefe de esa rama de las FFAA.

Por Ernesto Carmona


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