Por Jaime Bassa M. Vicepresidente de la Convención Constitucional
Este lunes dimos inicio a una nueva semana territorial. Partimos temprano desde Viña del Mar con rumbo a la provincia de Petorca. Nos separan 140 kilómetros, pero la distancia se cubre en más de dos horas. Nuevamente la precaria conectividad, nos recuerda lo difícil que resulta la vida en un país con excesivo centralismo.
El primer destino era la escuela Escuela Básica Fernando García Oldini de Hierro Viejo en la provincia de Petorca. Nos recibió su director, Nicolás Quiroz, un docente que pasó su niñez nadando en el río de su Chincolco natal. Nicolás ejerció docencia en Santiago, pero tomó la decisión de migrar de la ciudad al campo. Su labor pedagógica se cruza además con la gestión comunitaria del agua. “Hay que sanar la herida de no tener agua”, señala, mientras describe el pesar de ver a su hijo sin poder conocer el río de su niñez.
La escuela de Hierro Viejo tiene una matrícula de más de 120 estudiantes. En estas últimas semanas se han visto impedidos de realizar sus actividades habituales, debido a los cortes diarios de agua que afectan a la localidad. Una realidad que viven cientos de escuelas rurales del país.
Justamente sobre crisis hídrica y la primera iniciativa de norma, que ya fue ingresada a la Convención Constitucional, sobre el derecho humano al agua y saneamiento como garantías indispensables para una vida digna, fueron los temas en torno a los cuales nos reunimos a conversar con vecinas y vecinos en dependencias de la escuela.
María Espinoza nos cuenta que sí hay agua en la provincia, pero que el problema es la sobreexplotación, el hurto y la mala distribución, que es posible ver sectores de verdes plantaciones junto a terrenos secos por la falta de agua. De hecho, al cruzar el túnel La Grupa (inaugurado en 1907 para uso ferroviario, como parte de la red ferroviaria longitudinal norte) y bajar hacia el valle de Petorca, es posible apreciar ese contraste de zonas secas y verdes.
Sandra Rivera reclama que la empresa sanitaria les cobra por alcantarillado y, además, por consumo, en circunstancias que en la zona hace más de diez años que las aguas no se eliminan por el alcantarillado, pues la gran mayoría de sus habitantes la reutilizan. Además, Sandra explica la dificultad que tienen para acceder a frutas y verduras frescas, en una zona que era eminentemente agrícola donde consumir lo que se producía era la norma. Actualmente, la sequía los tiene expuestos a una malnutrición.
Analizamos junto a Carolina Vilches, constituyente por el distrito 6, y todos los asistentes, el texto de la iniciativa constituyente sobre el derecho al agua. En esta actividad de diálogo y escucha confirmamos la importancia de sostener discusiones situadas en los territorios y en las realidades sociales donde se generan los problemas que la Convención Constitucional está llamada a resolver.
Nuestra ruta continuó en la comuna de Cabildo, esta vez junto a vecinas y vecinos que hacen parte de los Programas de Agua Potable Rural, APR. Una vez más el tema fue la crisis hídrica. El Alcalde Víctor Donoso dio inicio a la actividad expresando que la necesidad de un reconocimiento constitucional de sus derechos que contribuya a superar la precaria accesibilidad que los mantiene marginados de coberturas y beneficios.
Trabajadores de la tierra, como Pablo Zaraseles, piden que sus propuestas tengan eco en la Convención, porque su clase campesina ha sido casi exterminada, que quedan pocos resistiendo y que anhelan una nueva constitución donde exista justicia.
Verónica Garrado vive en una población del sector Jaururo junto a otras 100 familias, de las cuales solo 30 tienen agua para vivir, aunque no para sus animales, menos para una huerta. Verónica enfatiza que es importante que la nueva Constitución asegure el derecho al agua y, además, el derecho de la naturaleza, porque en su sector ya se ha extinguido flora por causa de la sequía.
Finalizamos la jornada en Peñablanca donde nos reunimos con la comunidad No Más Relave, quienes manifestaron la problemática diaria que enfrentan por la existencia de un relave de una empresa minera que tiene a su sector como zona de sacrificio, muy cercano a la zona poblada. Marta Zamora, detalla que el relave en su sector, sin mitigación ni prevención, mantiene a sus habitantes en exposición a un inminente riesgo por derrame.
Así fue el inicio de la semana territorial, con grandes reflexiones sobre sostenibilidad y justicia ambiental, sobre condiciones de vida digna para todos sin excepción, sobre un extractivismo que se impone por sobre la vida de los habitantes.
La nueva Constitución puede realizar una contribución fundamental para generar condiciones que permitan mejorar estas realidades sociales de manera permanente. Nos hemos mal acostumbrado a convivir con los problemas estructurales que nos aquejan como sociedad y a no resolverlos, conformándonos con moderar los efectos negativos que generan. El gran desafío y la gran oportunidad de la Convención Constitucional es contribuir, con la nueva Constitución, a que los problemas estructurales del país puedan ser enfrentados habilitando la posibilidad de que las comunidades construyamos soluciones permanentes.