Piñera, Lagos, Bachelet, unidos contra la asamblea constituyente

Hace más de 6 años que el movimiento por una asamblea constituyente definió que un proceso constituyente en el que el pueblo se organice, se una, estudie, discuta y se potencie como sujeto social, es indispensable para la instalación de una asamblea constituyente auténticamente democrática

Piñera, Lagos, Bachelet, unidos contra la asamblea constituyente

Autor: Leonel Retamal

Hace más de 6 años que el movimiento por una asamblea constituyente definió que un proceso constituyente en el que el pueblo se organice, se una, estudie, discuta y se potencie como sujeto social, es indispensable para la instalación de una asamblea constituyente auténticamente democrática.- por eso que nos opondremos a cualquier intento de promover una nueva Constitución, por mecanismos distintos, que soslayan el protagonismo de las bases sociales y despejan el camino para que las cúpulas parlamentarias negocien entre cuatro paredes una que otra enmienda a la constitución pinochetista, presentándola entonces como una nueva Constitución, tal como lo hicieron en el plebiscito del 30 de julio de 1989.

Lo anterior tiene que ver con una iniciativa de un grupo de intelectuales, que hasta ayer fueron concertacionistas, mas algunos parlamentarios que aún participan en esta coalición, que convocaron a un acto en el ex congreso nacional el sábado 20 de julio para promover un plebiscito en el cual se preguntaría a la ciudadanía si quieren cambiar la Constitución actual o si prefieren seguir con la Constitución dictatorial.

Los promotores de esta iniciativa saben que el duopolio que administra el congreso nacional puede ponerse de acuerdo –como tantas veces lo han hecho – para que un quórum calificado de cuatro séptimos apruebe una consulta plebiscitaria que formule esa pregunta, a sabiendas que con ello están impidiendo una asamblea constituyente, único camino que garantiza una auténtica participación popular.

Llama la atención que entre los presentes había personalidades de la cultura y de la política de indudable vocación democrática, que han comprometido abiertamente su apoyo a la candidata presidencial de la concertación a sabiendas que ésta le ha cerrado la puerta, definitivamente, a la posibilidad de una asamblea constituyente. Nadie puede echarse tierra a los ojos. Hace más de un año que la ex presidenta Bachelet y el ex presidente Lagos fueron a La Moneda y se comprometieron con el presidente Piñera a impulsar “reformas políticas” cosméticas que para nada alteran el carácter antidemocrático de la constitución actual, tales como ajustes al sistema electoral binominal, una suave reforma tributaria y la elección ciudadana de los intendentes en las regiones.

De todas maneras, es saludable que sectores que por décadas administraron el modelo de capitalismo salvaje dando legitimidad y consolidando la Constitución pinochetista, busquen mejorar su caudal electoral enarbolando la bandera de una nueva Constitución. Lo malo es que lo hagan relativizando la importancia decisiva de una asamblea constituyente, excluyendo este punto de la consulta que sería sometida a plebiscito, según su propuesta. Cabe destacar que esto es un retroceso respecto de la iniciativa de la cuarta urna que fue presentada en septiembre de 2012 por 5 senadores, en la que se propone que la pregunta que se someterá a plebiscito es asamblea constituyente, si, o no.

En todo caso, el lado positivo del evento del sábado 20 de julio es que suma fuerzas para un rechazo frontal a la Constitución de 1980, precisamente en momentos en que la Concertación y un sector de Renovación Nacional, por una parte, y el presidente Piñera, con la UDI y otro sector de Renovación Nacional, por otro, han presentado sendos proyectos de ley de maquillaje del sistema electoral binominal, con el manifiesto propósito de impedir una asamblea constituyente.

Está claro que no se puede esperar uniformidad en este plano. Hay distintas iniciativas, tales como marcar el voto, cuarta urna, consulta ciudadana, plebiscito on line, etc., que ponen el acento en distintos aspectos de esta campaña pero que contribuyen a que la ciudadanía – independientemente de lo que ocurra en las elecciones del 17 de noviembre-, genere espacios de unidad y movilización política para restablecer en chile el derecho a la soberanía popular, conculcada hace ya 40 años.

En la foto: una delegación del movimiento por la asamblea constituyente, encabezada por su coordinador nacional, Gustavo Ruz Zañartu, asistió a la asamblea del sábado 20 de julio en el ex congreso nacional, portando pancartas en las que se lee: Piñera – Lagos – Bachelet, unidos contra la asamblea constituyente.

Por Matías Sagredo

Red de estudiantes por la Asamblea Constituyente


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