Profunda decepción darse cuenta, por enésima vez, que Chile tiene un gobierno títere

Por Hugo Murialdo A través de una declaración de la cancillería (otra vez), el gobierno de la presidente Bachelet, ha expuesto “su profunda decepción ante la decisión del gobierno venezolano de haber materializado el día de hoy un proceso de elección a una Asamblea Nacional Constituyente sin las más mínimas garantías para una votación universal […]

Profunda decepción darse cuenta, por enésima vez, que Chile tiene un gobierno títere

Autor: paulwalder

Por Hugo Murialdo

A través de una declaración de la cancillería (otra vez), el gobierno de la presidente Bachelet, ha expuesto “su profunda decepción ante la decisión del gobierno venezolano de haber materializado el día de hoy un proceso de elección a una Asamblea Nacional Constituyente sin las más mínimas garantías para una votación universal y democrática”.

No podía ser de otra manera, Michelle Bachelet que de democracia entiende bastante poco, se decepciona frente a actos democráticos, sobre todo si se refiere a una Asamblea Constituyente (¡Qué horror!). Lo curioso es que no se decepciona, da por absolutamente democrático y avala un acto totalmente trucho como fue el plebiscito (después catalogado simplemente como consulta), llevado a cabo por la oposición: “he sabido que más de 7 millones de personas votaron en contra de la Asamblea Constituyente del gobierno venezolano”. Esos 7 millones que están sólo en la cabeza de la oposición que quemó las urnas y las actas y que nadie ha podido comprobar; perdón, sólo ha sido avalado por el señor Heraldo Muñoz, quien dice tener muy buena información de primera fuente, sí de Leopoldo López y Henrique Capriles.

Señora Bechelet, mientras le siga haciendo caso a su inepto y rastrero ministro de Relaciones Exteriores, va a seguir aumentando el desprecio que siente el pueblo de Chile por su gobierno y la decepción que sigue aumentando, especialmente entre los que votaron por usted y creyeron en sus falsas promesas. Le recuerdo que su aprobación apenas alcanza un 18% y la reprobación llega a un 75%. Y  con estas cifras usted se alza como justiciera de un gobierno extranjero. Perdón que sea franco con usted señora Presidente, pero su gobierno no tiene autoridad moral para criticar a un gobierno democrático, que se rige por una  constitución emanada de una Asamblea Constituyente y no como la de nuestro país totalmente ilegal e ilegítima.

Usted ha dicho que en Venezuela se violan los derechos humanos. Esta aseveración viniendo de quien viene es un acto del más grande cinismo e hipocresía, pues ve la paja en el ojo ajeno y no la inmensa viga en el propio:

¿Sabía usted que en el campo de concentración de niños y adolescentes llamado SENAME han sido violados y asesinados 1313 niños, niñas y adolescentes? Y digo asesinados porque las condiciones en que se les dejó morir en ese campo de concentración, constituyen verdaderos crímenes de lesa humanidad, independiente de los que fueron directamente asesinados.

Qué dijo usted cuando la  joven mapuche Lorenza Cayuhán dio a luz engrillada en el Sanatorio Alemán de Concepción, custodiada por 3 gendarmes hombres, constituyendo el más abyecto delito contra los derechos humanos. Además, la joven Lorenza debió volver a la cárcel con su bebé recién nacida. Se imagina si eso mismo hubiese pasado en un sanatorio de Venezuela. Y usted, señora Bachelet,  no emitió ninguna declaración de que “se sentía profundamente decepcionada” por esa situación.

¿Sabía usted que en estos precisos momentos hay 8 comuneros mapuche que llevan más de 50 días en huelga de hambre y que se encuentran en prisión preventiva por más de un año, sin un juicio que los pueda condenar, porque la única prueba que tiene la fiscalía es una declaración bajo tortura de otro comunero mapuche?

¿Sabía usted, señora Bachelet, que dos jóvenes mapuche, uno de 14 años, perteneciente a la comunidad Juen Antinao de Ercilla  y Brandon Hernández Huentecol,  acaban de ser visitados por médicos del departamento de D.D.H.H. del Coelgio de esa orden, para comprobar su estado de salud, luego de haber sido baleados  por carabineros en sendos operativos policiales? El joven de 14 años fue baleado con perdigones en sus  piernas;  a Brandon Hernández, le dispararon por la espalda con una escopeta antimotines en el sector de Curaco en Collipulli.

Se enteró, usted señora Bachelet, que recientemente en un operativo policial, las Fuerzas Especiales de Carabineros (la policía militarizada), durante un allanamiento a la Comunidad Autónoma de Temucuicui, lanzaron una cantidad no despreciable de bombas lacrimógenas en una zona contigua a la escuela G-816, durante el horario de clases, afectando fuertemente la salud de la población escolar que se encontraba en su interior. No se ha sabido de una declaración suya, manifestando su profunda decepción por el daño a la salud, tanto física como mental, de esos niños y niñas mapuche. Su política represiva hacia el pueblo mapuche, señora Presidente, ha convertido la situación sicológica de esos infantes, en un verdadero SENAME 2.

Ayer mismo, la Corte de Apelaciones de Santiago, acaba de declarar ilegal la expulsión de dos extranjeros (un argentino y un ecuatoriano) “por participar en actividades antisistémicas”, constituyendo un acto contrario al ordenamiento jurídico del Estado de Chile, sin que los expulsados hayan tenido la posibilidad de conocer los motivos de su expulsión, ni menos derecho a defenderse. Lo más curioso es que el señor intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, de quien emanó la orden en contra del ciudadano argentino, no aprende, y nuevamente hace el soberano ridículo, después de haber expulsado, en marzo pasado, a un ciudadano italiano, cuya expulsión fue declarada ilegal por la Corte Suprema. Y así, señora Presidente quiere que la respeten los pueblos de la Patria Grande.

Lo que pasa que a usted le importan un bledo el pueblo de Chile y los pueblos de América Latina; usted prefiere coludirse  en contra del gobierno legítimo de Venezuela, con los gobiernos corruptos, rastreros obsecuentes y sometidos a los dictámenes del Departamento de Estado, como el de Peña Nieto de México, país en que asesinan un promedio de 150 personas por día, sí por día, sin contar las decenas de periodistas asesinados;  como el de Macri, cuya política económica ha llevado al país a una inflación de más del 40%, y a miles de argentinos mendigando o “en situación de calle” como les gusta  decir a la casta política de nuestro país; el de Santos, de Colombia, que fue ministro de Defensa en el gobierno de su cuñado Álvaro Uribe, declarado ilegal por la Corte Suprema de Colombia, por haber sobornado a una diputada para que votara a favor de la reforma de la Constitución, que hiciera posible la reelección del señor Uribe, el mismo de los famosos falsos positivos y de las fosas clandestinas con miles de asesinados y centenares de miles de desplazados; el  señor Temer de Brasil, golpista y corrupto a más no poder; el señor Cartes de Paraguay, golpista y que ante las graves protestas de la ciudadanía tuvo que declinar su candidatura a la reelección. Estos sólo para nombrar algunos de sus amigotes. No crea que se me olvidaba el peor de todos: el mal nacido, camaleón, rastrero, abyecto  Luis Almagro, que oficia de Secretario General del Ministerio de Colonias de Estados Unidos de Norteamérica.

Ahora, para  seguir metiéndose en el lodo de la sedición contra Venezuela, usted declara: “comparto preocupación por la detención de Leopoldo López y Antonio Ledesma”. Usted comparte su preocupación por la detención dos personas que han sido  enjuiciadas por sedición y apología de la violencia, por los Tribunales de Justicia de Venezuela, sin embargo no comparte su preocupación ni manifiesta su profunda decepción, porque el 22 de julio recién pasado, por segunda vez en un mes, la Corte de Apelaciones revocó el arresto domiciliario total  (por problemas graves de salud), que cumplía la machi Francisca Linconao, de 73 años de edad, y la envió nuevamente a la cárcel de mujeres de Temuco  “por ser un peligro para la sociedad”. Al contrario de los señores por lo que usted se muestra muy preocupada, la machi Linconao, no ha sido condenada y cumple prisión preventiva estando acusada sin prueba alguna del crimen del matrimonio Lucksinger-MacKay. Creo que sería muy bueno, señora Michele Bachelet, que se dé cuenta, de una vez por todas, que en Venezuela, desde hace un buen tiempo, se ha puesto en marcha un intento de Golpe de Estado digitado por la CIA y el departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica y que no se ha podido concretar, gracias a la doctrina constitucionalista de las Fuerzas Armadas Bolivarianas de la República de Venezuela. Lo que pasa, es que las derechas en América Latina, no pueden soportar perder elecciones, entonces, sin más, recurren a la sedición, y a la violencia, rasgos que están en su propio ADN.

Usted, señora Presidente, debiera de darse con una piedra en el pecho, porque a pesar del 75% de desaprobación a su gestión de gobierno, el pueblo chileno soporta su indignación con resignación y  no sale a la calle a quemar edificios públicos, hospitales, escuelas, ni mucho menos a jóvenes por ser “bacheletistas”, protestas que según usted son pacíficas y con una represión desproporcionada.

Volviendo al título de esta nota, le recuerdo que lo de títere no es un invento mío, pues quedó grabado fuertemente cuando, en las postrimerías de su primer mandato, wikileaks hizo público un cable del embajador norteamericano en Chile en que expresaba textualmente: “Dar a Chile el liderazgo, pero sin hacerlos parecer que son nuestras marionetas o representantes”.

Otra perlita: “El tono maternal de Bachelet me parece ahora falso y peligroso, muy peligroso”: Tomás Mosciatti, en la misma ocasión del cable del señor embajador.

Para despedirme, señora Bachelet, le dejo un parrafito del último discurso del doctor Salvador Allende, presidente constitucional de la República de Chile:

“…porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando la línea férrea, destruyendo los oleoductos,  los gasoductos, frente al silencio de los que tenían que proceder; estaban comprometidos. La historia los juzgará”. A buen entendedor, pocas palabras.

Por Hugo Murialdo 


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