Por Pamela Poo
Tras las primarias realizadas el domingo 18 de julio, se inicia el segundo tiempo en la carrera presidencial, en donde en primer lugar se empezarán a reordenar los bloques políticos con los candidatos electos en las primarias y aquellos/as que designen los partidos políticos que no participaron de estas. Ya reordenados los bloques con sus aspirantes a la Moneda, viene el despliegue de las ideas, proyectos y visión de país, lo que será plasmado en sus programas, con los cuales pretenderán convocar al electorado, con el fin de ganar en primera o en segunda vuelta.
Lo anterior es lo clásico que hemos vivido en las elecciones desde la recuperación de la democracia, pero lo que hoy estamos comenzando a vivir como sociedad requiere una mirada vanguardista e innovadora que quiebre el statu quo que se ha observado en los últimos gobiernos, en torno a nuestra relación con la naturaleza, la que lamentablemente se encuentra cargada de antropocentrismo[1] que desde las diversas corrientes de pensamiento se resisten abandonar.
La construcción de los programas debiesen tener como gran eje la Crisis Climática y Ecológica, crisis de la ya estamos siendo testigos, ejemplo de ello ha sido la reciente ola de calor en Canadá y Estados Unidos, las inundaciones en Alemania y los cientos de decretos de escasez hídrica en el caso de nuestro país, por lo tanto no se puede abordar la Crisis Climática y Ecológica como un capítulo para cumplir con el check list, sino que desde este mega tema debieran surgir la construcción de propuestas, en todo los ámbitos que se desarrollen en estos.
Si bien los países han vivido a través de su historia, numerosas crisis, en la actualidad lo que estamos ad-portas de enfrentar, es el desafío por la supervivencia de nuestra especie y la de la salud del propio planeta, con el fin de que este tenga las condiciones para albergar la vida. Las esperanzas son acotadas para lograr que el mundo contenga el alza de temperatura en 1.5 grados, por lo que se requiere que el próximo gobierno deje sentada las bases para enfrentar la crisis y preparar a la ciudadanía en este desafío.
Es un error que la Crisis Climática y Ecológica se siga viendo como un capítulo más de medio ambiente en los programas, esto porque todo lo que conocemos hasta ahora como sociedad será modificado por esta nueva realidad y la pandemia ha sido un botón de muestra de aquello. La Crisis Climática y Ecológica, se relaciona con absolutamente todo, temáticas como la migración, género, educación, salud, trabajo, energía, agua, finanzas, biodiversidad, entre muchas otras, por lo tanto, se requiere una batería de medidas que permitan preparar el como contrarrestamos el peor escenario y como preparamos a la población en dicho abordaje.
Los programas presidenciales, deben ser ambiciosos en relación a la acción climática, abandonar la lógica del siglo XX, en donde vivíamos en un mundo relativamente estable con excesiva riqueza, acumulación e hiperconsumismo, lo que precisamente fue lo que nos trajo al momento actual en donde las amenazas desatadas por el cambio climático y la perdida de ecosistemas generaran inestabilidad, riesgo e incertidumbre. Del escenario anterior se desprende la necesidad de enfrentar las urgencias del siglo XXI de cara a la Crisis Climática y Ecológica, donde la élite política y económica comprendan de una vez por todas que no se pueden ocupar las mismas recetas que han fracasado una y otra vez, sino que debemos repensar las soluciones teniendo en cuenta como planteó António Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, que debemos hacer las paces con la naturaleza, lo que debiera estar presente en quien este a la cabeza del próximo gobierno en nuestro país y ofrecer una batería de medidas que permitan superar el extractivismo, reconectarnos con lo local y por sobre todo políticas de adaptación, mitigación y resiliencia.
Pamela Poo, Politóloga UDEC, Magíster en Sociología. Ecología Política, Políticas Públicas y Ecofeminismo. Chile Sustentable. Fundación Ecosur. Red de Politólogas.
[1] Según la RAE, Teoría que afirma que el hombre es el centro del universo.
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