Cada día queda más en evidencia, que las fuerzas de la resistencia del pueblo palestino, tanto en calidad de sus operaciones militares, como en cantidad de combatientes, representa un peligro incremental para las fuerzas de ocupación del régimen nacionalsionista israelí, y parte de una sociedad que está tomando sus bártulos y saliendo de una tierra que no les pertenece (1).
Ya las armas de la resistencia y sus distintas organizaciones, movimientos y facciones no se silenciarán, ya sea en la Franja de Gaza, que sufre un férreo bloqueo, terrestre, aéreo y naval desde el año 2006 a la fecha y en Cisjordania donde los combatientes palestinos han intensificado sus acciones en ciudades, principalmente en Jenin, Ramallah, Nablus, Al Jalil, generando bajas en las tropas de asalto SS –soldados sionistas– como en los colonos que ejercen labores de paramilitares en las zonas adyacentes a los asentamientos que rodean las principales ciudades cisjordanas. Un ejemplo de la calidad de las acciones de resistencia, reconocidas incluso por miembros del ejército sionista.
Tal es el caso del general de división Gershon Hacohen, para quien los combates que han acontecido en las últimas semanas en la ciudad cisjordana de Jenin representa “un hecho sin precedentes que significa un cambio estratégico que está enfrentando el ejército de la ocupación en Cisjordania, como también la evidencia de la alineación de las fuerzas palestinas”. Según reconoció al portal web Kipa, consignado por el medio libanés Al Mayadeen (2): en Jenin no se trató sólo de la acción de unos pocos combatientes armados, sino que una batalla que implicó la presencia de un centenar de fedayines palestinos que enfrentaron a las tropas de asalto SS, obligándolos a huir y que obligó al comando central nacionalsionista enviar helicópteros artillados Apache –de fabricación estadounidense– para rescatar sus soldados.
Una acción que no se realizaba desde hace dos lustros y que significó el asesinato de cinco civiles palestinos, entre ellos una menor de quince años. Las palabras de Hacohen complementan las declaraciones del 14 de mayo de 2023 (Saba): del mayor general retirado del ejército sionista, Yitzhak Barik, quien admitió el pasado mes de mayo, que la operación palestina denominada “venganza de los libres” impulsada por la Yihad islámica y que generó el lanzamiento de cientos de cohetes sobre ciudades y blancos militares en la palestina histórica ocupada, “fue un triunfo del movimiento palestino ya que Israel fue incapaz de detener ese lanzamiento”(3). La evidencia que la estrategia de resistencia del pueblo palestino muestra fuerza y unión, cambiando las reglas que hasta ahora se desarrollaban en completo beneficio de las fuerzas ocupantes, que hoy deben reorientar la profundidad estratégica de sus acciones.
Las acciones palestinas también están alcanzado a aquellos supuestos civiles que conforman la población de colonos, asentados en suelo palestino en clara violación del derecho del pueblo palestino y del derecho internacional. Estos colonos, que en número de 650 mil habitan en verdaderos guetos alrededor de las ciudades, pueblos y aldeas palestinas. Protegidos por muros de concreto de 9 metros de altura, vigilancia electrónica, patrullas militares. Con carreteras exclusivas para su uso y comunicación entre asentamientos judíos. Son extranjeros armados hasta los dientes, violentos y caudal de votos de los sectores políticos más extremistas de la administración israelí, representados por personajes como Itamar ben Gvir –ministro de seguridad nacional– y Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas. Ambos con un discurso y una práctica que llama a exterminar a la población palestina, arrasar a sus pueblos y aldeas, expulsarlas de sus tierras, generar la ocupación total de Cisjordania. Smotrich ha señalado sin equívocos que “la tierra de Palestina es exclusivamente para los judíos y que no se reconocen los derechos ni la existencia misma del pueblo palestino”(4).
Las acciones de respuesta de los combatientes palestinos generan la desesperación y exacerban la ideología criminal de personajes como el ministro de seguridad nacional, Itamar Ben Gvir, quien, tras la operación de represalia, que significó la muerte de cuatro colonos sionistas en el asentamiento ilegal de Eli en Cisjordania, señaló “Somos una presa fácil. Debemos realizar una amplia operación militar y reanudar la política de asesinatos selectivos en Cisjordania. Necesitamos derribar sus edificios e imponer la pena de muerte a los condenados por terrorismo contra ciudadanos israelíes”.
Las palabras de ben Gvir refuerza los demonios del extremismo de la ultraderecha política y religiosa e incluso la simpatía de las comunidades sionistas en el extranjero, que argumentan de la misma manera que el colono extremista, miembro de la administración de gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu. Pero… su narrativa belicista y de exterminio no puede ocultar la realidad: la muerte de estos colonos y de todos aquellos que usurpan el territorio de Palestina, desde el punto de vista del derecho a la resistencia contra un ocupante extranjero, tiene toda la validez y respaldo moral y legal. Los palestinos, como población que sufre una ocupación ilegal, considerada como un proceso donde los crímenes de guerra y lesa humanidad están absolutamente comprobados, tienen derecho a la resistencia y eso es, además de innegable, indiscutible y un deber.
Prueba de lo señalado es el hecho, que el día 19 de junio el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó enérgicamente el deterioro de la situación de derechos humanos que sufre el pueblo palestino. Mencionando el uso excesivo de la fuerza y los asesinatos ilegales por parte de la entidad nacionalsionista, incluyendo las ejecuciones extrajudiciales. Declaraciones dadas a conocer en la apertura de la 53º sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, que sirvió, además, para condenar el traslado forzoso de palestinos por vía de desalojo, robo de viviendas, expansión de los asentamientos y los crímenes perpetrados por los colonos junto a las tropas de asalto de la SS –soldados sionistas–.
Palestina no decae en su objetivo de autodeterminación, decisión que implica la eliminación del sionismo como también la depuración de aquellos políticos que le han hecho enorme daño a la lucha por la libertad, ya sea por las coordinaciones de seguridad con el ocupante, elementos que han aprovechado sus responsabilidades para enriquecerse o lisa y llanamente traidores, al servicio del criminal. Es todo un conjunto de elementos a tener presente. Los dirigentes y pueblo en resistencia tienen claro que esa resistencia y la unidad de acción, es la estrategia más adecuada y eficiente, que va a permitir poner fin al proceso de ocupación que se extiende ya por siete décadas.
Y en este objetivo, sigo las ideas expresadas por el analista OIraib al Rantawi que advierte la necesidad de tener cuidado con aquellos que proponen el llamado proyecto de tregua a largo plazo, que se puede convertir “en uno de los mayores peligros a las aspiraciones de liberación: subvertiría por completo la doctrina de la llamada unidad de arenas y dejaría a Cisjordania vulnerable en su guerra final contra los asentamientos, el racismo y la agresión. Además, neutralizaría las energías de las facciones, que han acumulado experiencia y habilidad en la lucha contra la ocupación. Israel con esto lo que busca es perpetuar la división y neutralizar Gaza, para poder centrarse libremente en devorar lo que queda de Cisjordania, mientras hace preparativos para enfrentarse al caos potencial del colapso de la Autoridad Nacional Palestina y a la lucha por la división y distribución del poder”, catalizada por el régimen nacionalsionista.
NOTAS
1.-Miles de israelíes han aceptado una oferta de ciudadanía de Portugal dirigida a los descendientes de los judíos sefardíes que fueron expulsados de la Península Ibérica en los tiempos de la Inquisición. Algunos de los solicitantes desean trasladarse a Portugal, o utilizarlo como un trampolín a las oportunidades educativas y laborales de la Unión Europea. Otros, por su parte, buscan una vía de escape al turbulento Oriente Medio. El abogado lisboeta experto en inmigración Renato Martins dijo que muchos de sus clientes sefardíes ven el “potencial de inversión” de un pasaporte portugués, especialmente en el sector inmobiliario. Silva dijo que la mayoría de las 44.000 solicitudes recibidas desde que se abrió la oferta portuguesa en 2015 proceden de Israel. Ilan Dahan, un padre de tres hijos, de 48 años, originario de Haifa se trasladó a Portugal tras obtener la aprobación en 2017. “Había muchas guerras, muchas balas. Queríamos estar seguros, especialmente con los niños”. https://www.reuters.com/article/israel-portugal-idLTAKBN1YD1K5
3.-https://www.saba.ye/es/news3240256.htm
Por Pablo Jofré Leal