Revista Qué Pasa: tirar la piedra y esconder la mano

Respecto a la querella presentada por la presidenta hay que distinguir lo accesorio de lo principal

Revista Qué Pasa: tirar la piedra y esconder la mano

Autor: paulwalder
Roberto Avila, encargado de DD.HH. del Partido Poder

Roberto Avila

Respecto a la querella presentada por la presidenta hay que distinguir lo accesorio de lo principal. Lo fundamental es que se ha hecho de manera sibilina una imputación (que nadie ha defendido como cierta) de que ella estaría en situación de recibir un soborno de mil millones de pesos. Esta agresión va contra la institución de la presidencia de la república, independiente de quién ocupe el cargo.

La situación era tan falsa y su publicación tan abusiva que la propia revista retiró la publicación, pero la piedra ya se había lanzado.

La política en América Latina tiene un solo pulso.

En Argentina la presidenta fue sistemáticamente acusada de “asesina”, supuestamente habría mandado a matar al fiscal Nissman y de una corrupción colosal. Nada de esto se acreditó jamás pero se repitió con tal vehemencia que no pudo dejar de tener efecto en la elección de Mauricio Macri.

En Brasil, con imputaciones falsas difundidas por la prensa, se construyó una acusación que suspendió del cargo a la presidenta. La verdad se está reinstalando y es posible que ella vuelva a su cargo, pero su gobierno como realización de políticas públicas está irremisiblemente dañado.

La revista Portada, de formato y contendidos muy similares a una revista argentina creada por los militares para desestabilizar al gobierno democrático de Ilia (1962), se trasformó en Qué Pasa en 1971. Fue una tribuna de agitación permanente del golpe militar en contra del dr Allende. Entre sus fundadores estuvieron Gonzalo Vial (autor intelectual del Plan Z), Jaime Eyzaguirre (historiador que divulgaba las ideas colonialistas del imperio español, la invasión a América Latina como una obra benefactora), Hermógenes Perez de Arce (defensor a ultranza de los violadores a los DDHH) y Jaime Guzmán.

Con el golpe militar se cerraron muchos medios, se secuestraron, asesinaron y torturaron muchos periodistas. Qué Pasa nunca formuló algún reparo. Qué Pasa divulgó el Plan Z como una realidad (un supuesto autogolpe del gobierno de la Unidad Popular con apoyo de tropas cubanas  que se esgrimía como fundamento del golpe militar). Me consta, cómo tres mil valdivianos fueron arrestados sin orden judicial, torturados, sufrieron años de prisión y exilio  bajo imputación del Plan Z, así en todo Chile.  Hoy difunde injurias encubiertas en contra de la presidenta constitucional. Chilenos miren a Brasil y Argentina, las maniobras son calcadas; a Cristina le decían asesina, a Dilma corrupta y la sacaron del cargo.

No voté ni apoyo políticamente a la presidenta Bachelet. Soy un opositor de izquierdas. No adhiero a la Nueva Mayoría, adhiero a la Democracia. De eso se trata, esto es lo fundamental. Se busca minar la autoridad presidencial y de ahí vamos tanteando.

Como ha sido característico de la Nueva Mayoría, las cosas se han hecho a medias y en vez de aplicar la Ley de Seguridad Interior del Estado se presentó querella como persona natural, abriendo un flanco a las críticas. Pero los críticos nada dicen sobre lo fundamental, sobre la falsedad de la imputación.

Se difunde la peregrina idea que los abusos de prensa se deben perseguir sólo civilmente. No es así, hay Ley de Prensa, Código Penal  y Ley de Seguridad Interior del Estado vigentes. No se trata del simple abuso de prensa o de injurias entre particulares, se trata de maniobras desestabilizadoras en contra de la democracia.

Puedo entender la solidaridad gremial de muchos periodistas con Qué Pasa, pero no puedo dejar de advertir la dosis de ingenuidad con que se hacen declaraciones y se suman a la escandalera. Qué Pasa nunca tuvo un mínimo gesto en defensa de la libertad de prensa cuando ésta fue efectivamente conculcada en Chile

 

*Abogado

 


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