Por Florencia Lagos Neumann
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, visitó China donde se reunió con su homólogo, Xi Jinping.
La segunda visita en seis meses del mandatario ruso a ese país, esta vez luego de asumir su continuidad al mando de la potencia euroasiática. Un signo de la naturaleza especial y la importancia de la asociación Rusia-China.
En este marco se realizó un diálogo de Putin y Xi Jinping en Beijing, que se prolongó por dos horas y que concluyó con la firma de varios documentos. El mandatario chino declaró que una de las prioridades que comparten Beijing y Moscú es la construcción de un mundo multipolar y la globalización económica.
“Es necesario fortalecer el mundo multipolar que se está formando, y es importante que los que tratan de mantener su monopolio en la toma de decisiones sobre todas las cuestiones entiendan que les toca hacer para que este proceso sea pacífico y libre de conflictos”, expresó Vladimir Putin, según destacó el servicio de prensa del Kremlin.
Rusia y China celebran 75 años de relaciones diplomáticas que hoy atraviesan un período fructífero de intercambio en diversas áreas donde destaca la energía.
Tras las sanciones impuestas por Occidente y el impedimento de que vendiera su gas a Europa, Rusia comenzó a incrementar su comercio hacia el gigante asiático:
“El área clave de la interacción es la energía. Rusia es un proveedor fiable de recursos energéticos para la creciente economía china. Y, por cierto, el año pasado se alcanzaron niveles récord de suministros de petróleo, gas y carbón rusos”, afirmó Putin.
A su vez este año Rusia se convirtió en el mercado más importante para automóviles de China, que en el período enero-abril exportó a la nación euroasiática un millón 539 mil.
Como señala el portal de la cancillería china, Xi Jinping señaló que el mundo actual está experimentando cambios nunca vistos en una centuria y entrando en un nuevo período de turbulencias y transformaciones. Frente a la situación internacional en constante evolución con volatilidad y agitación, China siempre ha mantenido su determinación estratégica.
Vladimir Putin dijo que el desarrollo de China es imparable y que ninguna fuerza puede contener el crecimiento y el progreso de China. Expresó que Rusia tiene la voluntad de reforzar la cooperación con China y otros países del Sur Global para fomentar la equidad y la justicia internacionales y promover la construcción de un mundo más igualitario y multipolar.
“Ambos jefes de Estado comprendieron conjuntamente la dirección del desarrollo de las relaciones bilaterales en la nueva era y emitieron una importante declaración sobre la profundización de la asociación estratégica integral de coordinación entre los dos países”, resaltó el Canciller de China, Wang Yi.
Es gracias a la alianza de Rusia y China que se fortalece la posibilidad de un nuevo orden internacional. Los BRICS+, la Unión Económica Euroasiática (UEE), la Organización de Cooperación de Shanghái, son organismos multilaterales que surgen desde la fortaleza de esta alianza estratégica y permanente.
Organismos creados para el desarrollo de los países miembros con el objetivo de potenciar sus virtudes y no saquear los recursos naturales de continentes en vías de desarrollo a cambio de nada.
La dinámica entre Rusia y China activan aún más los BRICS+, para avanzar hacia un sistema que supere la hegemonía del Fondo Monetario Internacional (FMI). Una base en la que se sostiene la inmensa desigualdad y el híper poder del capital especulativo financiero de Estados Unidos y la Unión Europea.
Uno de los ejes donde Rusia genera una sinergia positiva hacia la construcción de un orden internacional más justo es en su relación con América Latina.
Como afirmó Iván Melnikov, vicepresidente de la Duma estatal Rusa (cámara baja del parlamento): “La cooperación entre Rusia y Latinoamérica se desarrolla activamente, a pesar de la oposición de Estados Unidos y sus aliados…Esta relación se desarrolla activamente…Nuestra cooperación tiene raíces sólidas y Rusia no tiene historia colonial” Afirmó el legislador al intervenir en la Conferencia Internacional Parlamentarios por la Paz, que sesionó en Moscú.
La política exterior rusa y china se ha caracterizado por respetar los principios de igualdad y consideración de las posiciones de los demás actores en la esfera internacional.
En esta etapa de la historia en la que surge la posibilidad de la construcción de un nuevo mundo multipolar, es urgente garantizar el derecho a la vida y para ello la seguridad en todas las manifestaciones, no solo la seguridad en sentido clásico. En nuestra era es necesario otorgar la seguridad informativa, alimentaria, médica y biológica.
Considerando lo anterior, es importante la posibilidad que se abre de un foro permanente entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y los BRICS+ donde Rusia y China son actores principales.
CELAC es un inmenso desafío para los pueblos y países de nuestro continente, formar un bloque de naciones como lo hizo África, Asia y otras regiones del mundo.
Para ello es necesario comprender que América Latina y el Caribe deben constituirse en una unidad estratégica para generar intercambios con la menor asimetría posible entre nuestra región y las potencias emergentes.
Dicha relación es la esperanza para nuestro planeta que avanza a pasos agigantados hacia la constitución de una nueva era donde se respete el derecho internacional, las garantías de paz y derechos humanos.
Nuestra especie está en peligro de extinción y no tenemos tiempo que perder.