Por Carlos Gutiérrez P.
En las pasadas dos semanas de este mes se realizaron eventos internacionales muy significativos en nuestra región, con sedes en Perú, Ecuador, Nicaragua y Brasil, que nos puso en el mapa de la realidad multilateral y transparentó nuestras falencias al respecto.
1. Entre el 9 y el 16 de noviembre se desarrolló el Foro APEC 2024, con sede en Perú. El sello principal del evento fue la defensa del libre comercio mundial y las preocupaciones que aparecen por el futuro cercano a propósito del próximo mandato presidencial de Donald Trump, que en la anterior gestión y en esta campaña centró mucho el discurso en sus políticas proteccionistas y la definición sobre China como su principal amenaza.
El presidente vietnamita señaló que “el proteccionismo y las guerras solamente dejan pobreza”, y el presidente chino resaltó en sus declaraciones que “obstruir la cooperación económica bajo pretextos de todo tipo y obstinarse en dividir al mundo ya interdependiente es dar marcha atrás en la historia”.
Para la región latinoamericana la aplicación de esta posible política estadounidense sería de alta complejidad, atendiendo a la importante y clave presencia económica y financiera de China, que se traduce en que para una mayoría de países esta relación se ha constituido en la principal sociedad comercial, y todas las proyecciones y acuerdos que en este mismo evento se firmaron, solo ratifican esta tendencia.
La preocupación entonces es que Estados Unidos aumente su presión sobre nuestros países para alejarlos de la relación con China, a través de distintas formas, como por ejemplo ha sido la política explícita en los últimos años que ha llevado adelante el Comando Sur del Departamento de Defensa.
Para Perú en forma particular, pero al menos para toda la sub región sudamericana, al calor de este mismo evento se inauguró el puerto de Chancay, producto de la inversión china y con el objetivo claro de ser la plataforma de comunicación fundamental para el comercio entre China y América.
En la perspectiva de profundizar esta relación y perfeccionar el comercio, el presidente boliviano anunció el interés por estudiar un ferrocarril que conecte ambos océanos, aprovechando el puerto de Chancay y el paso por dos países del Brics, como Bolivia y Brasil.
En la declaración final, una de las reafirmaciones clave dice relación con la importancia de crear un entorno de comercio libre, abierto, justo, no discriminatorio, transparente, inclusivo y predecible, apoyándose en el sistema de comercio multilateral basado en normas, asumiendo a la OMC como eje central, pero que debe asumir una reforma necesaria para que logre de mejor forma sus funciones fundamentales en las actuales condiciones.
El actual escenario mundial sufre cambios rápidos y sin precedentes y, por lo tanto, plantean desafíos para que las economías se ajusten y así aprovechen las nuevas oportunidades. Por eso, en esta misma declaración final toman nota de los cambios que afectan el comercio, la inversión, el medio ambiente, el cambio climático, la seguridad alimentaria y la seguridad energética, para lo cual solo la cooperación multilateral se constituye como la herramienta eficaz.
Las 21 economías que constituyen el foro APEC y lo que representan en ese ámbito son un claro ejemplo del viraje mundial hacia esa zona en el presente y con toda seguridad la proyección en el futuro cercano. Si bien solo participan tres países latinoamericanos (Chile, Perú y México), existen todas las condiciones para que sea una plataforma de vinculación con el resto de nuestra región.
2.- Entre los días 12 y 15 de noviembre en Ecuador se llevó a cabo la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes/as de Estado y de Gobierno, bajo el lema de “Innovación, Inclusión y Sostenibilidad”.
De los 22 jefes de Estado y gobierno convocados solo asistieron el rey español Felipe VI, los presidentes de Portugal y de Andorra, además del anfitrión Daniel Noboa (el único latinoamericano). Como se puede apreciar, una representación de alto nivel irrelevante.
No estuvieron presentes las representaciones de México, Nicaragua y Venezuela por la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador, debido a la violación flagrante de la embajada mexicana en Quito por parte del gobierno ecuatoriano.
No se logró una declaración oficial, debido a la falta de consenso por la oposición argentina y solo se suscribió un documento extraoficial denominado Declaración de Cuenca como consuelo menor de la cumbre.
Las rencillas internas se expresaron en posiciones radicales entre algunos países, afloraron las distintas posiciones sobre Venezuela, el debate entre Cuba y Argentina, la grave situación política y social en Haití. La situación en Ecuador con la crisis energética, la tensión política con su vicepresidenta, la violencia del crimen organizado y las movilizaciones sociales previas fueron una escena real para mostrar los graves problemas que enfrenta nuestra región.
Solo la aprobación de un Programa de Acción vinculado a los retos de la empleabilidad juvenil, la carta de derechos digitales y ambientales, los compromisos ante la discapacidad y la igualdad de género salvan en algo el esfuerzo diplomático.
Finalmente, lo más llamativo de esta Cumbre fueron sus problemas, lo que habla lamentablemente del penoso estado de nuestra región en términos de proyecto político común frente a los nuevos desafíos de la globalización y el sistema internacional, tanto político, estratégico como económico, que lleva inexorablemente a cuestionarse sobre el valor regional de esta instancia.
3.- La XVII Cumbre empresarial entre China, América Latina y el Caribe que tuvo lugar en Nicaragua los días 18 y 19 de noviembre, con participación de alrededor de 70 funcionarios gubernamentales y más de 200 líderes empresariales. Su objetivo fue fortalecer los lazos económicos entre empresarios privados y el país asiático, para continuar en la senda positiva de proyectos comunes de desarrollo, inversiones e intercambio comercial. Entendiendo que esto influye directamente en la reducción de la pobreza mediante una planificación estratégica libre de injerencias e imposiciones, que se constituyó en otro de los objetivos del encuentro.
Se abordaron temas relevantes sobre las tendencias del comercio internacional, la cooperación entre China y América Latina, las nuevas rutas y oportunidades para el comercio, la promoción del desarrollo sostenible, las políticas de facilitación para la atracción de inversión extranjera directa y las oportunidades para el desarrollo conjunto en el marco de las iniciativas de la Franja y la Ruta.
Durante este encuentro, Nicaragua presentó el proyecto de construcción de un canal interoceánico, que ha sido el antiguo anhelo del Canal de Nicaragua, con una longitud de 445 kilómetros, uniendo el Pacífico con el mar Caribe.
4.- Entre los días 18 y 19 de noviembre, en Brasil se desarrolló la Cumbre de líderes del G20 de los cuales son miembros Brasil, Argentina y México por nuestra región. Además, fueron invitados Chile, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Colombia.
La declaración final, aprobada por consenso, incluyó temas fundamentales en el mundo actual frente al cual se asumieron compromisos, algunos de ellos muy acuciantes como la inclusión social, la lucha contra el hambre y la pobreza; el apoyo al gravamen progresivo y el compromiso de garantizar una tributación adecuada de los multimillonarios; medidas para la transición energética; reforma de la gobernanza mundial y rapidez en la acción climática y apoyo a la COP 30 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), que tendrá lugar en 2025 en Belém, Brasil.
Se lanzó la Alianza Global contra el hambre y la pobreza, se comprometieron a movilizar recursos para el saneamiento básico y el acceso al agua potable y la lucha contra el racismo y la promoción de la igualdad racial en el contexto de la lucha contra las desigualdades.
Un rol muy destacado jugó el presidente Lula de Brasil, tanto para asegurar una declaración final consensuada frente a temas muy complejos y posiciones divergentes de algunos países, como en su intervención final donde abordó cuestiones acuciantes de los problemas políticos mundiales.
Afirmó “La globalización neoliberal ha fracasado. La omisión del Consejo de Seguridad ha sido, en sí misma, una amenaza para la paz y la seguridad internacional. Las sanciones unilaterales provocan sufrimiento y afectan a los más vulnerables. Las instituciones de Bretton Woods han impuesto obstáculos a los propios objetivos de desarrollo sostenible que tendrían que promover”.
También hizo referencia a las actuales tensiones en la gobernanza mundial a la hora de resolver emergencias y problemas globales. Aseveró “la diplomacia ha estado perdiendo terreno frente a la intransigencia”. Esta situación fue la que impulsó la idea de proponer una iniciativa que revise la Carta de Naciones Unidas, entre ellas la composición del Consejo de Seguridad.
Otro tema sensible que trató fue el impacto de la deuda externa en el desarrollo de las economías pequeñas y medianas. Puso como ejemplo los casos de países africanos “El servicio de la deuda externa de los países africanos es mayor que los recursos de los que disponen para financiar su infraestructura, la sanidad y la educación”.
Para reducir desigualdades defendió la cooperación tributaria internacional y la inversión en la lucha contra la crisis climática a través de la inversión de los recursos generados por un sistema de tributación progresiva.
Finalmente, la opción global pasa por avanzar y consolidar un nuevo paradigma multipolar. “La estabilidad mundial depende de que haya instituciones más representativas.
La pluralidad de voces actúa como un vector de equilibrio. El futuro será multipolar. No es necesario esperar que haya una nueva guerra mundial o un colapso económico para promover las transformaciones que necesita el orden internacional”. Ampliar las voces en las instituciones multilaterales es “el camino hacia la paz”.
Se refuerza el rol del grupo para abordar los desafíos globales y promover un crecimiento sólido, sostenible e inclusivo. Los líderes enfatizan la importancia de acciones coordinadas para abordar el cambio climático, promover transiciones energéticas justas y preservar el medio ambiente. También destacan la necesidad de una reforma integral en la gobernanza global, con el fortalecimiento de las Naciones Unidas, la modernización de la arquitectura financiera internacional, la promoción de un sistema de comercio multilateral inclusivo y el desarrollo ético de la inteligencia artificial.
Como se ha podido apreciar dos cosas aparecen claramente en estos eventos. La relación con China ha ocupado un papel central, a tal punto que todos los líderes quieren aparecer en algún espacio con el presidente Xi Jinping, incluso el bipolar presidente argentino que en su campaña anunció el cierre de las relaciones económicas, pero que a su gobierno lo salvó del desembolso de 5.000 millones de dólares a través de la renovación del swap hasta el año 2026 y también del anuncio de la compra de soja.
El sentido de China en esta época es de acercamientos comerciales por sobre movimientos políticos que presionen por alianzas ideológicas o militares, una proyección de su política internacional absolutamente diferente al paradigma estadounidense.
América Latina como tal sigue peligrosamente a la intemperie frente a los desafíos mundiales. Hoy día los esfuerzos y liderazgos son individuales, no se aprecia un relato ni intereses comunes por los cuales movilizarse, solo queda la retórica del discurso presidencial.
Por Carlos Gutiérrez P.
Carta Geopolítica N°24, 26 de noviembre de 2024.
Aguardamos sus opiniones en www.ceech.info
Las expresiones emitidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de su autor(a) y no representan necesariamente las opiniones de El Ciudadano.