Sr. Lavín: nos vemos en el 2011…

Los estudiantes podríamos estar tranquilos al finalizar el año si nuestra evaluación la hiciéramos contando las manifestaciones que se llevaron a cabo: por lo menos una veintena

Sr. Lavín: nos vemos en el 2011…

Autor: Wari

Los estudiantes podríamos estar tranquilos al finalizar el año si nuestra evaluación la hiciéramos contando las manifestaciones que se llevaron a cabo: por lo menos una veintena. Si fuera por eso debiésemos estar felices. Si fuésemos conformistas, pero no lo soy y sé que pocos los son. De abril a diciembre hubo frecuentes llamados a movilizaciones, protestas, marchas y manifestaciones en defensa de la educación “pública”.

Lógicamente, si defiendes algo, al menos debiese existir lo que dices defender. Apegándose a la realidad, y no a las ilusiones, la educación pública no existe en Chile. Si preguntas de dónde vienen los ingresos de las universidades “públicas”, un estudiante algo informado te responderá: del Fondo Solidario (?) o del crédito con aval del Estado.

Los ingresos de las universidades “públicas” vienen de los bolsillos de las familias: es un gasto privado. La educación es buen negocio: se costea con créditos caros, amarrándote a los bancos y a un sistema financiero usurero mucho antes de conseguir tu primer trabajo, si es que con esa educación tienes la suerte de conseguirlo.

Así como no existe educación pública, tampoco existe el movimiento estudiantil sino en las ilusiones de quienes invitaban a las ya casi religiosas procesiones para defender algo que ni siquiera existe. Manifestaciones que si bien contaron con la simpatía de muchos, tuvieron poca influencia porque caminar por un paseo peatonal, por un parque, o por callecitas, no ayuda si se trata de “defender la educación pública”. Eso es un dato para el almanaque.

Lo preocupante es que las manifestaciones no fueron ni procesos de creación ni articulaciones colectivas. Los espacios de reflexión en las bases fueron nulos, y las propuestas siempre fueron pobres en contenido. No existió una perspectiva estratégica de trabajo y movilización. Estas últimas fueron reactivas, a la “antigua”, gatilladas del buró político hacia abajo, saltándose los espacios naturales de la democracia estudiantil donde hay ricos procesos de discusión, de creación, de organización y fortalecimiento de las ideas. Lo que demostró las falencias de quienes dirigen las federaciones de estudiantes y la rigidez conservadora con la que enfrentan el escenario que tuvimos este año.

Es legítimo preguntarse ¿Qué logramos? ¿Qué cambió? ¿Qué política pública alteramos? ¿Qué ideas impulsamos? ¿Qué agenda ministerial transformamos? Lamentablemente la respuesta a esas cuestiones es negativa, pues no logramos ni cambiamos nada. No impulsamos ni una sola idea en el debate nacional. No pudimos alterar ni el cronograma ni la agenda de Lavín, y nuestras procesiones, o fugaces huelgas de hambres pre-dieciocheras, no produjeron nada. Al no estar guiadas por una política y una estrategia claras, fueron elementos de una movilización mecánica, en la que nos reuníamos, caminábamos, gritábamos, corríamos, éramos reprimidos, volvíamos a clases, y… eso sería todo hasta la próxima. ¿Hay algo de lo que podamos alegrarnos y sentirnos satisfechos como movimiento estudiantil? Creo que no. Este año no produjo nada sustancial de lo cual podamos felicitarnos porque el 2010, aunque nos pese, lo perdimos por goleada: jugamos contra el equipo de “expertos” del mercado, con las reglas y en la cancha del mercado.

Es de suma urgencia repensar y dar a luz un genuino Movimiento Estudiantil democrático, que se abra a la participación activa de todo el estudiantado. Un Movimiento que sea la síntesis de la riqueza de las diferentes organizaciones estudiantiles, oficiales y no oficiales. Es urgente un Movimiento Estudiantil capaz de generar propuestas para impulsar procesos de transformación estructural del sistema educacional. En beneficio de las mayorías de nuestro país. Si no lo hacemos, Lavín tendrá las manos libres y sabemos cuáles serán las consecuencias.

El 2011 será el año de las reformas para la educación superior. El Movimiento Estudiantil que necesitamos debe estar en pie de guerra. Si no lo logramos, las víctimas seremos nosotros mismos. Sr. Lavín, nos vemos en el 2011…

Por Luis Jaqui

Estudiante de Administración Pública Usach

Coordinador Nacional Estudiantil Paiz

Twitter.com/mutanrashen

Politika, segunda quincena diciembre 2010

El Ciudadano N°93


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