El ex senador y ex candidato a la presidencia de la república, Pablo Longueira tendrá que declarar en calidad de testigo en la Fiscalía Centro Norte por el Caso Corpesca. Ley satánica que nos quitó los recursos pesqueros y nos tiene comiendo jurel a precio de langosta. Esta diligencia se desarrollará el próximo miércoles, en el marco de las pesquisas al senador Jaime Orpis y la ex diputada Marta Isasi. La razón: delitos de cohecho y soborno.
Hay que recordar además, que Longueira, también está siendo investigado por delitos tributarios por el Caso SQM, que, básicamente, busca irregularidades presuntas en el financiamiento de campañas. Por esta causa, todavía no ha prestado declaración frente al ente persecutor, pero tendrá que hacerlo.
Con todo, ayer salió en la TV, diciendo lo que cualquiera podía predecir: «Soy un hombre honesto» / «por el bien de mi partido» / voy a «poner todas mis fuerzas y energías en demostrar mi inocencia» / «no hice nada ilegal». Sin embargo, ya conocemos el tango. Sergio Jadue dijo lo mismo y ya vimos el final de la historia. Y la gente se manifestó en las redes.
Pero no vengo a esta vitrina a entregar datos, sino a hacer una pregunta que es muy válida: ¿Qué hubiera pasado, si Longueira hubiese seguido con su carrera a la Moneda? no olvidemos que le dio guaraca a Andrés Allamand bajo la consigna: «Con unidad y con trabajo, haremos un Chile más justo». Afortunadamente; dos semanas después de ganar las elecciones, bajó su candidatura acusando depresión, aunque a todos nos quedó la duda. ¡Es que se veía tan entusiasta!
La pregunta sobre qué hubiera pasado si Longueira hubiera llegado a la presidencia tiene que ver con el funcionamiento país y con la forma en que se conduce la élite política. La defensa de Longueira consiste en que no hizo nada ilegal (igual que el resto) y que preguntó a todos los sectores para hacer llegar sus puntos de vista al Congreso. Sin embargo, en el caso del Royalty minero y la Ley de Pesca, nos hacen pensar que los intereses y puntos de vista de la población no existen, porque claramente, los favorecidos con estas leyes no están dentro del 90% de la gente para la que, se supone, gobiernan. Los únicos puntos de vista que se tomaron en cuenta, fueron los de las empresas. Y ojo, que esto no es sólo culpa de Longueira, ¡No señor! Las leyes se analizan y se votan. Eso es lo grave.
La legalidad de las acciones cometidas no está en tela de juicio. Menos cuando los que legislan son los involucrados porque sabemos de antemano que las leyes que se hacen en Chile, son como un traje de sastre para ellos mismos. Obvio que no va a ser ilegal nada de lo que hagan. Lo importante es lo éticamente correcto. Me parece absurdo que se argumente que «antes no había ley del lobby» y que, por lo tanto, se hizo porque era una práctica común que está dentro de lo legal.
No estamos hablando de gente ignorante. Estamos hablando de personas que han tenido acceso a todo: a los mejores colegios, la mejor alimentación, los mejores sistemas de salud, estudios en el extranjero.
Estamos hablando de sentido común.
No se trata de una cacería de brujas, como se ha dicho sistemáticamente en la prensa. Se trata de que nos tenían convencidos de que estamos en una democracia, cuando en realidad este es el gobierno de los más ricos. Esta es una Plutocracia con todas sus letras y me aterra pensar en que Longueira pudo haber haber llegado a La Moneda, con el fantasma de Jaime Guzmán susurrándole cosas en sueño. Me aterra ver que Piñera, después de ser presidente subió 43 puestos en la lista Forbes de los más ricos del mundo. Me aterra pensar en que los ex presidentes, TODOS sin excepción, estén rodeados de un manto de impunidad, cuando deberían ser los primeros en dar el ejemplo con una conducta de acuerdo a su cargo.
Por alguna razón, pareciera ser que los diputados y senadores que están cayendo, son usados como chivos expiatorios. Mal que mal, no deja de llamar la atención que el SII sólo presente querellas de forma unilateral.
Y menciono a los ex presidentes, justamente desde la pregunta primera. ¿Qué hubiera pasado si Longueira hubiese sido presidente? ¿Sabríamos de todo esto, ya que le parece tan normal y honesto? ¿Se hubiera creado la ley del lobby? ¿En qué estaría el SII, contra quiénes se estarían querellando?
Yendo más lejos aún: ¿Por qué razón, Velasco, el ministro estrella de Bachelet, está apoyando a Longueira? Lo mismo Jorge Pizarro, Presidente de la Democracia Cristiana y peor, uno de los que resuena ya como «presidenciable» a la Moneda, y estoy hablando del Ministro más poderoso de Ricardo Lagos, don José Miguel Insulza.
Cómo es posible que un aspirante a la presidencia diga públicamente que algo tan repudiable para el sentido común, «era normal».
Con esto se está reconociendo que, de Pé a pá, todos estaban cayendo en estas malas prácticas. Y es válido entonces imaginar que están destapando ollitas cagonas para que no veamos el trasfondo atroz que corroe por dentro y con saña nuestra política.
Lo cierto es que, de vuelta la democracia en Chile, la izquierda y la derecha están igual de jodidas. Nos vendieron a todos como un pack de cervezas a cambio de unos morlacos de mierda y jamás se van a deshacer estas leyes corruptas, porque sería aceptar la falta y, como esto es una plutocracia, no tienen por qué enmendar las acciones que fueron en desmedro de los que, a sus ojos, somos un montón de rotos ignorantes que se ganan con cuatro calugas, un calendario y un par de bolsas de feria.
Eso es lo que somos para la clase política. Y lo dicen con una carerrajeidad que duele la guata.
¿Y tú qué piensas?