Cuando esta candidatura aún se encontraba dando sus primeros pasos, hace aproximadamente un año atrás, comenzamos a pensar la manera de enfrentar un escenario dominado por un duopolio político defensor del sistema. Aquello lo hicimos a partir del reconocimiento que son nuestras ideas las que expresan el sentir y las demandas mayoritarias que hoy palpitan con fuerza en las calles.
Reflexionamos acerca de la historia popular y sus luchas y de cómo aspirábamos a reconstruirla desde el presente, como un grupo de hombres y mujeres que, conocedores de sus propias realidades, con sus virtudes y miserias, se constituyen como sujeto colectivo que tiene la tarea de interpretar y cambiar la historia de este país.
Elaboramos una frase que pretende sintetizar aquella búsqueda: Todos a La Moneda. Esta frase no es otra cosa que una tesis política expresada en forma de consigna, cuyo propósito es reflejar un proyecto político con voluntad de poder en donde cabemos todos aquellos que buscamos transformaciones sustantivas.
Con los resultados de las primarias en mano se confirma la oportunidad histórica para esta construcción colectiva. Este 30 de junio se ha demostrado que el duopolio no suma más de lo que logró en la pasada elección municipal y que con ello el escenario político está totalmente abierto para iniciar el proceso de transformaciones que la sociedad exige. Hoy existen diez millones de personas que no votan por el duopolio… y que tampoco lo harán, porque esperan que una verdadera alternativa transformadora responda a las demandas históricas de la ciudadanía.
Sabemos que las transformaciones políticas, económicas y sociales a las que aspiramos no son tarea exclusiva de un Presidente ni Parlamento, ni se dan a nivel de la superestructura política del país. Esos cambios únicamente pueden ser construidos desde la base, generados por el pueblo, porque nadie más que el pueblo conoce mejor sus necesidades y legítimas aspiraciones.
Todos a La Moneda nace para dar cuerpo y nombre a una sensibilidad colectiva: que no es posible situarnos en este país sin hacernos cargo de su realidad actual, donde un sector minoritario acapara la riqueza y usufructúa el trabajo de la mayoría. Somos todos los que compartimos esta mirada, militantes e independientes comprometidos con los explotados y oprimidos de este país.
Todos A La Moneda es una invitación abierta, sin muros ni exclusiones, a tomar en nuestras manos el control de nuestras vidas y nuestras comunidades, a planificar y reconstruir la historia de Chile a partir de las experiencias populares acumuladas. Sabemos que existen grandes temáticas que abordar y poderosos adversarios a los cuales derrotar: allí está la derecha y quienes se han vestido con ropajes de centro izquierda mientras protegen a los grandes grupos económicos y actúan conjuntamente con la lógica de la usura y el temor.
Todos a La Moneda es la convicción de llegar a la presidencia para avanzar en el proceso de cambios, pero con el pueblo movilizado encabezando sus demandas. Así, cada barrio, cada sindicato, cada centro de estudiantes, construye sus propias propuestas para el nuevo Chile.
Todos a La Moneda somos todos y todas. Nadie es dueño y a la vez lo somos todos… y la tarea es que seamos cada vez más. Para ello se requiere trabajo duro, organizado y la intacta esperanza en el pueblo y su fuerza, pues ella es fuerza indestructible para cambiar los destinos de nuestro país. Con Todos a La Moneda queremos hablar de cosas imposibles, porque de lo posible ya se sabe demasiado.
Por Marcel Claude
Candidato presidencial