A propósito del día internacional de Nelson Mandela (18 de julio) trato de encontrar un concepto que represente la mejor versión (o una de las mejores, al menos) de la educación con la que soñamos para este siglo XXI. Es así como llego a Ubuntu, el cual es incluso más amplio que solo un concepto, ha sido catalogado como una filosofía de vida.
Ubuntu nos recuerda la vitalidad de la comunidad, de lo colectivo y la relevancia del plural. Nos recuerda también la vital importancia del Sur-Sur. África nos ha regalado, de algún modo u otro, Ubuntu. Así como los pueblos originarios de Sudamérica nos han donado la reciprocidad. Ambos territorios y sus habitantes lo han hecho no desde una página del diccionario, sino que desde la sabiduría ancestral y vivencia diaria de sus descendientes.
“El concepto de Ubuntu está presente en casi todas las lenguas bantúes africanas… [desde donde proviene]… La idea de que «yo soy porque tú eres» está presente en todos estos países.” Aprovecho de reseñar este interesante libro escrito por Mungi Gnomane (Ubuntu. Lecciones de sabiduría africana para vivir mejor)(1) y recordar que cada una de sus catorce lecciones está inspirada en los catorce (14) capítulos de la constitución sudafricana. Muy relevante para el hito político, cultural y social que estamos viviendo en Chile: acá dejo los títulos de aquellas lecciones:
Lección 1: Búscate en los demás
Lección 2: La unión hace la fuerza
Lección 3: Ponte en el lugar del otro
Lección 4: Adopta siempre la perspectiva más amplia
Lección 5: Ten dignidad y respeto por ti mismo y por los demás
Lección 6: Cree en el bien que todos llevamos dentro
Lección 7: Elige la esperanza en vez del optimismo
Lección 8: Busca formas de conectar
Lección 9: El poder de la palabra que empieza por P: perdón
Lección 10: Abraza la diversidad
Lección 11: Acepta la realidad (por dolorosa que sea)
Lección 12: Ríete de todo
Lección 13: Por qué los pequeños detalles marcan la diferencia
Lección 14: Aprende a escuchar
¿Y qué relación tiene esto con la educación? Todo cuánto deseemos para lograr una verdadera transformación en nuestro sistema educativo.
Un sistema educativo del siglo XX que ha replicado en la mayoría de sus contenidos y metodologías, la educación dada en los últimos 500 años, considerando la influencia predominante desde Europa, es un sistema que en el actual siglo XXI requiere no solo actualizaciones, sino que profundas transformaciones.
Ubuntu también se ha traducido como “yo soy porque nosotros somos” o “yo soy porque tú eres”. Sueño con una educación desde Ubuntu.
Aprovechemos algunas de las lecciones mencionadas anteriormente, para proponer algunas ideas de aquella educación deseada.
Un sistema educativo que ya no se inspire en la competencia de las pruebas estandarizadas, que es tan propio de un paradigma del individualismo presente, especialmente, en el siglo pasado. Buscarse, uno, en las demás personas, es una invitación a comprendernos como seres sociales. Se requiere un currículum flexible, dinámico y un sistema evaluativo centrado en la formación y no solo en la calificación.
Lo mismo sucede si consideramos la importancia de que la unión hace la fuerza. Esto inspira una educación que considere estrategias o metodologías colaborativas como (por dar ejemplos concretos): aprendizaje servicio, aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje basado en la investigación. Donde aprender a escuchar es esencial, generar proyectos para, desde y con la comunidad. Y donde el profesorado seamos guías y facilitadores del proceso, siendo el estudiantado y la comunidad el centro. Incluir el juego, a propósito del reírse de todo es, también, algo relevante.
Ponerse en el lugar de los y las demás, nos invita a considerar la empatía y educación emocional, con el fin de comprender el contexto e historia de cada estudiante. Pero, también, ayuda a entender la importancia de la convivencia escolar, la educación para la paz y la resolución de conflictos como respuesta a un sistema eminentemente punitivo y adulto céntrico. Así también lo hace creer en el bien que llevamos dentro y en elegir la esperanza por sobre el optimismo.
Considerar la perspectiva más amplia es, también, un llamado a considerar una educación que no centre su objetivo en el adoctrinamiento y amplíe su horizonte hacia uno cada vez más pluralista.
Cuando se habla de dignidad, inmediatamente pienso en la importancia de una educación en derechos humanos, que promueva el respeto irrestricto por aquéllos para todos y todas. Así como la lección de abrazar la diversidad o, más bien, todas las diversidades. Fomentar una educación intercultural y multilingüe, con enfoque de género y no sexista, inclusiva y buscando el desarrollo de la autonomía en las personas en situación de discapacidad, entre otros puntos. Todo esto en la educación formal, pero también en la no formal e informal. Hay que considerar que la educación, también, es comunitaria, territorial y popular. Esto implica ajustes curriculares urgentes en la formación inicial docente y en las prácticas educativas del sistema escolar.
Buscar formas de conectar, primero que todo personas, mejorar la comunicación al interior de las comunidades educativas ayudaría bastante. Pero también hablemos de conectividad para acotar cada vez más la brecha digital. Para ello, el concepto de hospitalidad digital (2) considera que dicha brecha siempre es, primero, una brecha social, por lo que es altamente relevante disminuir los índices de desigualdad a nivel país. No solo hay que asegurar una mejor conectividad en todo el territorio, urbano y rural, sino que el uso con fines educativos, por medio de procesos de alfabetización digital con sentido y respondiendo a las necesidades particulares de cada comunidad educativa.
En fin, que la educación deje de formar exclusivamente para el mercado laboral y forme personas para todo su contexto de vida, favoreciendo la reflexión crítica como eje central de la transformación social que se requiere. Es urgente que los actuales procesos de reforma consideren a la Educación como área prioritaria en todo su amplio espectro y con el fin de lograr la anhelada justicia social.
*(1) Gnomane, Mungi. Ubuntu. Lecciones de sabiduría africana para vivir mejor. 2020, Editorial Grijalbo.
Juan Alejandro Henríquez Peñailillo
Académico Facultad de Educación
Universidad de las Américas (Chile)