El miércoles 19 de julio se cumple un mes de que las corcholatas presidenciales y aspirantes del PT y del PVEM iniciaron su periplo por el país, con el objetivo de ganar la encuesta de Morena, que definirá al coordinador nacional de defensa de la Cuarta Transformación y quien será su candidato presidencial.
Cinco de los seis invitados por el Consejo Nacional de Morena a competir han recorrido al menos 20 entidades federales. ¿Qué destacar de este primer mes?
Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrad y Adán Augusto López Hernández han incrementado sustancialmente su actividad en redes sociales. Los vemos cargando bebés, abrazando a ancianitas, comiendo en lugares públicos populares o vistiendo trajes regionales. Al calor de la plaza pública y del apoyo de sus seguidores se fueron hasta la cocina en propuestas para los diversos temas de la agenda nacional, olvidando que el cargo formal por el cual compiten es de carácter interno.
Al filo de la ley. Los simpatizantes de Adán Augusto López Hernández y de Claudia Sheinbaum; así como la editorial que publicó el libro de Marcelo Ebrard, colocaron una gran cantidad de espectaculares. Las personas y grupos que apoyan a la exjefa de Gobierno de la CDMX y al exsecretario de Gobernación han pintado miles de bardas promocionándonos.
Tal ha sido el despliegue publicitario, que el propio presidente López Obrador les recordó a las corcholatas que deben volver a los orígenes de su movimiento y quemar la suela de sus zapatos visitando casa por casa a los ciudadanos. Recordó que los espectaculares no sirven, ni los consejos de asesores, porque no conocen México.
Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña andan muy bien portaditos. Respetan los lineamientos de Morena y viajan por el país de plaza en plaza. Ninguno de los dos ha colocado espectaculares, promocionado libros o revistas. Mientras, Manuel Velasco comenzó a recorrer con mayor intensidad el país y a colocar espectaculares que promocionan la portada de una revista.
Más allá de algunas historias de redes sociales, las campañas no han prendido. Incluso encuestas como la de un diario de circulación nacional señala que el interés en los recorridos de las corcholatas disminuyó levemente. Esto es así básicamente porque no hay debates, ni confrontaciones o contrastes entre corcholatas.
Las percepciones siguen básicamente como hace un mes. El dato más significativo es el crecimiento en conocimiento e intenciones de voto de Adán Augusto López Hernández que se acercó al segundo lugar que ocupa Marcelo Ebrard. El exsecretario de Gobernación hace muy bien la política, pero no también la comunicación.
Hacia el segundo mes de recorridos, las cosas van a cambiar por dos razones: la primera, porque también los aspirantes presidenciales de la oposición comenzarán a intensificar sus giras para la recolección de firmas y por las restricciones que la Comisión de Quejas y Denuncias del INE, la cual establece que los actos del proceso interno de Morena deberán realizarse “preferentemente” en lugares pertenecientes al propio partido político, como sus oficinas estatales o municipales; deberán ser dirigidos a militantes y simpatizantes; no deberán emitirse expresiones de índole electoral; previo al inicio de cada acto, ya sea un recorrido o una asamblea informativa, se deberá informar de manera explícita sobre el contenido del acuerdo.
Como en la lucha libre, en la política para cada llave hay una contrallave. Ya veremos como las corcholatas presidenciales se adaptan a estas nuevas disposiciones, pero las campañas ya nadie las para, sólo esperamos que sean más interesantes. Eso pienso yo, usted qué opina. La política es de bronce.
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