Vamos bien… ¡y mañana mejor!

Al Seminario organizado ayer por la CONUPIA -una de las organizaciones que reúne a la pequeña empresa que provee 75% de los puestos de trabajo en Chile-, llegó un enjambre de altos funcionarios públicos


Autor: Director

Al Seminario organizado ayer por la CONUPIA -una de las organizaciones que reúne a la pequeña empresa que provee 75% de los puestos de trabajo en Chile-, llegó un enjambre de altos funcionarios públicos.

Su Excelencia la Presidenta de la República inauguró el evento con un discurso de tipo “Vamos bien, y mañana mejor”. Luego, los participantes asistimos a un derrame de buenas noticias y de optimismo atornillado al cuerpo de funcionarios que parecen no escucharse sino a sí mismos.

Además de Bachelet estaban el ministro de Economía, la sub-secretaria de Hacienda, el sub-secretario del Trabajo, la directora de Sercotec, la directora para pymes del BancoEstado, el gerente del diario La Nación, y ruego excusarme si se me olvida algún digno representante del “mejor gobierno de la historia del país”(sic) como dijo uno de ellos.

Yo tengo para mí que la asistencia estimó que la recomendación venía de muy cerca. Un pelín demasié.

La representante del BancoEstado mostró con orgullo las tasas de interés de los créditos a los que puede acceder la pequeña empresa. La tasa mínima, precisó con lujo de detalles y de powerpoints, es de un 1,18% y es la más baja del mercado. Tasa mensual desde luego, que con un sencillo cálculo de intereses compuestos nos da una tasa anual del 15,12%. La realidad, no obstante, incluyendo comisiones varias y otras menudencias, arroja una cifra superior al 25% anual.

Por su parte, el BancoEstado se refinancia ante el Banco Central a una tasa de solo el 1,25% ANUAL. En otras palabras, el banco que fue de todos los chilenos cobra por sus créditos lo que se suele llamar tasas usureras. USURERAS. ¿Vale la pena hablar de los bancos privados, alguno de los cuales fue creado con dinero prestado por el BancoEstado a tasas preferenciales?

Si Bachelet y sus funcionarios nos cuentan que Chile es uno de los países menos tocados por la crisis, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dirigido por un amigo político de la presidenta, el socialista francés Dominique Strauss-Kahn, piensa exactamente lo contrario: “las estadísticas muestran que Chile es el país más golpeado de América Latina, proporcionalmente más que el propio Estados Unidos”.

Las razones son simples de entender, si uno lee a un analista europeo llamado Malakine:

“La contracción de la actividad económica mundial ha golpeado a los países de manera diferenciada. Aquellos que han sido más duramente tocados son, de un lado, los países estructuralmente exportadores que dependen de la demanda mundial, y por el otro, los países cuya crecimiento es financiado por el endeudamiento de los hogares, lo que los hace muy dependientes de las facilidades de acceso al crédito”.

Infelizmente para los funcionarios contaminados por la pandemia del optimismo sin impulso, ¡el campo de flores bordado forma parte de los dos grupos!

Otra osada aseveración de los colaboradores de Bachelet y de Bachelet misma, “la crisis ya está terminando”, es desmentida por las cifras del desempleo planetario que siguen creciendo, por la contracción de la actividad económica que sigue agravándose, y por el juicio de Paul Krugman -premio Nobel de economía 2008- quién tiene una muy pobre opinión del plan de reactivación de Obama y juzga en modo muy pesimista la evolución de la economía mundial en los próximos años.

Es verdad que el único argumento que entregó Bachelet en apoyo de su tesis tiene que ver con la subida de los índices bursátiles. Cuando Bachelet aún era candidata,  una joven estudiante de periodismo le regaló un ejemplar de mi libro “No hay vacantes”. Si lo hubiese leído, la presidenta sabría que no hay ninguna relación directa entre el comportamiento de las Bolsas y la situación de la economía real. Al parecer Hacienda tampoco lo sabe.

Hoy por la mañana, en las noticias de la televisión belga RTBF me enteré de que Rudy Demotte, presidente socialista del gobierno Valón, decidió crear el Banco de Inversiones Valonas para apoyar las inversiones de la pequeña y la mediana empresa de su Región.

Este banco público propondrá créditos a tasas de interés muy bajas a la pequeña empresa, con el fin de facilitar la creación de empleo. En Europa se nacionaliza la banca para eliminar los créditos usureros. En Chile se privatizó de facto el banco que fue del Estado, para favorecer anda a saber a quién. En fin, se sabe. Sabemos.

Ya ves. “Vamos bien. Y mañana mejor”.

Por Luis CASADO


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