Clotario Blest Riffo murió un 31 de mayo de 1990, medio año antes de cumplir los 91.
Aunque en las postrimerías de su vida apenas era honrado y reconocido por unos pocos sindicalistas tozudos, recibió el reconocimiento popular y hasta los más críticos de su lucha y su obra, doblaron la cerviz en reconocimiento. Se dijo de el:
“Clotario jamás titubea, contrarresta con la preponderancia de su voz. Durante todos sus años siempre tendrá el mismo efecto: confianza absoluta.
En toda su vida y así lo demostrará la historia, no militará en ningún partido político. Se le tildará de anarco, mañoso, solitario, enigmático, pero siempre se le creerá cada una de sus palabras”. repositorio.udechile.cl
Le recordamos con cariño. A fin de cuentas marcó a más de una generación de luchadores que, hasta ahora, mantienen en alto las banderas de la independencia y la autonomía en la gestión sindical, cosa nada de fácil para los tiempos que corren.
No obstante, debemos ser honestos en reconocer que aún no hemos logrado construir siquiera las bases de lo que debiera ser un movimiento sindical poderoso, que se enfrente con firmeza al capital que avasalla, sin embargo no desmayamos en ese esfuerzo.
Clotario vivió el desprecio y el abandono, pues no aceptó nada que no saliera de la decisión de los trabajadores. Respetó las posiciones políticas, pero no aceptó que estas instrumentalizaran el movimiento y pagó cara su osadía.
Fue vilipendiado y sacado “a la mala” de la presidencia de la CUT. Como al Cristo que tanto amó, le arrojaron monedas y lo ridiculizaron mas no varió un ápice en sus convicciones.
Luchador incansable por la unidad, afortunadamente no le tocó ver cómo un sector del movimiento sindical prefirió sentarse a la mesa con los mercaderes del templo, en vez de reivindicar la libertad de los esclavizados. Quienes buscamos construir una Central Clasista, honramos a Recabarren y Blest y estamos ciertos que más temprano que tarde, entregaremos a los trabajadores el instrumento de clase que les llevará a la concreción de sus aspiraciones y a la construcción de la sociedad nueva.
Por fin se han abierto espacios para las expresiones de movilización y lucha de la mujer e incluso algunos se rinden ya a sus demandas. Igualdad educacional y salarial, no al maltrato ni al acoso.
Sin embargo y al calor de algunas expresiones, pareciera que desde no hace mucho se demanda dignidad y respeto, como si antes no hubiese existido preocupación por lo que le sucedía a la mujer. Y es una equivocación que debemos corregir.
Muchos levantaron la voz en defensa de la mujer y sus derechos. Entre ellos Luis Emilio Recabarren y su compañera Teresa Flores.
“Critico y rupturista de las ideas establecidas por definición, Luis Emilio Recabarren concibió a la mujer desde un sentido más amplio que las concepciones masculinas dominantes de su época. Para él la lucha de los trabajadores era también la lucha de la emancipación de la mujer y el mejoramiento de la situación de la familia obrera.
Fue un convencido de que las ideas sobre la supuesta inferioridad física e intelectual de la mujer, habían sido fomentadas por los capitalistas, burgueses y la religión.
Atacó a la oligarquía que, siguiendo principios patriarcales y señoriales de antigua data, no consideraba a la mujer como sujeto político, protagonista de las luchas sociales.
Fue influenciado enormemente por Belén de Sárraga, una médica de ideas anarquistas que visitó Chile en varias oportunidades para difundir el feminismo y el anticlericalismo.
En la vida pública como en la esfera privada, Luis Emilio y Teresa compartieron labores y anhelos políticos. Teresa Flores dictaba conferencias, era protagonista de giras por oficinas y faenas mineras, y acompañó a Recabarren en la fundación de partidos políticos y periódicos obreros. Fue pionera en la organización de centros de asociaciones feministas entre las familias de los obreros. www.memoriachilena.cl
En una sociedad de clases como la que vivimos, no serán respetados todos los derechos de la mujer, porque dicha sociedad de clases está construida sobre la discriminación, la explotación y el abuso.
No solo el sexismo es un adversario a destruir, también lo son todas aquellas costumbres machistas y las arbitrariedades inherentes al capital.
Vamos mujer, a construir el mundo nuevo.
En más de una ocasión hemos llamado la atención sobre el flaco servicio que hacen a los movimientos sociales, en su expresión de calle, aquellos individuos que promueven destrucción de lo que tengan a mano y enfrentamiento con la policía uniformada. Invariablemente los actos terminan antes de tiempo y solo se habla de lo que provocaron estos individuos no identificados.
El 23 de mayo de 2018, el periodista deportivo Edgardo Marín publicó un artículo en El Mercurio en el que reclama por la falta de respeto de algunos barristas hacia la memoria del futbolista Raimundo Tupper y hace una analogía que es bueno exponer a ustedes. Dice Marín, en parte de su artículo:
…”Aquellos sujetos violentos que van a los estadios no lo hacen para ver el futbol, cosa bien sabida. Son primos hermanos de los que van a las marchas no para luchar por algo o contra algo, sino a romper. Cualquier cosa: una luminaria, un semáforo, una cabeza, un vehículo. La cosa es romper.
Me dicen que muchos de estos encapuchados se suben después de los destrozos a los buses policiales ordenadamente, pues serían policías de civil.
Esto tampoco sorprende a la ciudadanía, que los cree capaces de hacer cosas peores de las que hacen de uniforme..”
Sin duda un texto interesante, viniendo de quien bien y donde fue escrito.
Una verdad que todos comentamos y denunciamos, pero que hasta ahora es negada por la prensa que sirve a un solo patrón y solo estaba escrita en la prensa alternativa.
Llega el mes de junio y, ahora cada dos años, comienzan los anuncios de reunión entre partes para resolver el monto del Ingreso Mínimo Legal (IML).
De una parte, dos ministros del gobierno de turno, de la otra, representantes de una organización sindical que se define como la más representativa de los trabajadores, y que jamás ha consultado con estos sobre una materia tan compleja.
¿Cuál debiera ser el monto del IML?, ¿Qué parámetros se utilizan para determinarlo?
Hasta ahora, el monto asignado al IML apenas alcanza para la canasta básica de alimentos y algunos mínimos gastos de hogar. En este hogar apenas sí superan la línea de la pobreza.
Conclusión, cualquiera sea el monto del IML que se resuelva para los próximos dos años seguirá siendo insuficiente para más de un millón de personas.
No obstante es interesante buscar acercar a los trabajadores la discusión y las fórmulas que se han desarrollado para hacer el cálculo. Una de ellas decía que para terminar con la pobreza el IML debía ser calculado en base a un reajuste real anual de 2,2%, además de considerar el IPC del año anterior hasta el momento del calculo.
Tenemos un ingreso mínimo de $ 276.000 que debería subir a contar de julio de este año.
Si a ese monto le aplicamos un aumento del 2,2% más el IPC habido desde julio 2017 a junio 2018 deberíamos tener el monto de un nuevo IML. El IPC de julio 2017 a abril 2018 es de 2,2% y daremos 0,6% por mayo y junio, lo que nos deja de julio 2017 a junio 2018, 2,8%.
Entonces IPC últimos 12 meses, 2,8% + reajuste real 2,2% = 5%
IML hasta junio 2018 = $ 276.000 x 5% = $ 289.800 IML jul 2018 – jun 2019
Si utiliza mismo 5% = $289.800 x 5% = $ 304.290 IML jul 2019 jun 2020.
Resulta poco probable que suba el IML mucho mas allá de estos guarismos, podrían incorporar alguna variable como por ejemplo un adicional en caso de superar algún margen acordado, pero es casi seguro que el IML a julio de 2020 no superará los $ 310.000, y aunque lo hiciera seguirá siendo insuficiente para llevar una vida digna.
El camino entonces está en la organización y la negociación colectiva.
Por Manuel Ahumada Lillo
Presidente C.G.T. Chile