“… nos hemos enredado en un desorden gigantesco porque maniobramos mal al conducir una máquina delicada cuyo funcionamiento escapa a nuestra comprensión. (…) nuestras riquezas potenciales van a disiparse en puras pérdidas durante algún tiempo, e incluso durante un tiempo relativamente largo”.
¿Quién es el autor de estas dolientes palabras? John Maynard Keynes, que de economía sabía un puñado, en todo caso mucho más que Andrés Velasco y Camilo Escalona reunidos (lo que no es difícil, de acuerdo, no me aportilles el discurso).
¿Y en qué ocasión escribió Keynes esas palabras? En una nota sobre la Gran Depresión escrita en 1930 publicada bajo el título: “La gran crisis de 1930”, precisamente.
Que conste que John Maynard Keynes no tuvo nada que ver con el cagazo, y que fue él mismo quien salvó al capitalismo gracias a sus oportunos análisis, ideas y proposiciones, entre las cuales el papel eminente que debe jugar el Estado en la economía y la imposición al sector privado de regulaciones bien concebidas y mejor aplicadas.
Las mismas regulaciones que tipos como Andrés Velasco y Camilo Escalona han contribuido a eliminar durante 20 años, escudándose detrás de la “Transparencia” y la “Fiscalización”, las dos tetas de las que maman el gran capital y las multinacionales en Chile.
Ruego leer con atención eso de “nos hemos enredado en un desorden gigantesco porque maniobramos mal al conducir una máquina delicada cuyo funcionamiento escapa a nuestra comprensión”, palabras que revelan la modestia de ese impresionante intelectual que fue Keynes, y que contrasta con la estúpida arrogancia de dos incompetentes notorios que nos cuentan eso de “aquí no hay ni habrá ninguna crisis” (Velasco), y que para salvar al capitalismo basta con “crear un Fondo de Estabilización contra-cíclico” (Escalona).
Por lo pronto es Keynes quien sigue teniendo razón. El océano de “liquidez” inyectado en los mercados financieros no da los resultados esperados. Los bancos siguen ocultando y manipulando sus balances, y hacen aparecer beneficios allí donde solo hay pérdidas abisales.
Millones de trabajadores pagan la cuenta, pierden sus empleos, cien millones de personas incrementarán el ejército de pobres e indigentes en el mundo en el curso de este año, de los cuales más de un millón serán chilenos.
El PIB de los EEUU cayó en un 6,1% en ritmo anual en el primer trimestre de este año. Según la Secretaría de Comercio del imperio la razón está ligada a un nuevo hundimiento de la inversión, sin precedentes desde hace 60 años. Se trata del tercer trimestre consecutivo de recesión de la economía de los EEUU, recesión persistente que no se había visto desde 1975.
La inversión de las empresas y de los hogares yanquis cayó en un 37,9% en ritmo anual, algo jamás visto desde que se publican las cifras relativas al PIB en su forma actual, o sea desde 1947.
Nuestros amigos europeos no lo hacen mejor, en realidad lo están haciendo mucho peor, el único país del mundo que está de puta madre es Chile, si uno le cree a Andrés Velasco.
Por eso me permito sugerir una vez más que en un acto de solidaridad generoso y magnánimo, enviemos a Velasco a ayudar a los EEUU y a Escalona a apoyar a los europeos.
Y que al mismo tiempo, justo por si acaso, les gritemos todos juntos:
“¡Junten paja!”
Por Luis CASADO