¿Usted es chileno?

En los últimos tiempos, la ultraderecha en Chile ha realizado su programa de “derechizar”, lo que vendría hacer “despolitizar” al pueblo, con un discurso sin ningún peso intelectual, en el que la palabra dicha no vale nada, la que solo es un instrumento vacuo que se utiliza para modular su pensamiento técnico; vemos como aquel proyecto se está desarrollando hoy en Chile con eficacia. Una de las formas en que opera esta estrategia –no olvidemos que ésta lleva años, primero la dictadura, luego la post-dictadura, y ahora la neo-dictadura- es manteniendo las expectativas a través de la “promesa”, donde siempre “algo está por venir”, lo que tiene como característica central es que nunca se cumple, porque de lo contario, deja de ser una promesa –lo vivimos en las elecciones del 89, votar No, significaba la “alegría ya viene”, después sucedió lo mismo en las distintas campañas presidenciales en la que siempre hay un slogan como epígrafe, finalmente en la de Piñera decía algo así como “el cambio”. Estos tres movimientos o “juego de manos” (dictadura, pos-dictadura, neo-dictadura) en primer lugar han aburguesado al pueblo chileno, le han hecho creer que se deja de ser pobre solo comprando y adquiriendo tecnología en el hogar, teniendo como ícono del “éxito” a la gente que tiene muchos “bienes” materiales. Con esto quiero decir,  que hay que llegar a “ser otro del que se es”, y aquí me acuerdo del discurso de la esposa de Obama en un colegio de Renca en el que decía algo más o menos así: “Ustedes son pobres, y lo seguirán siendo, por lo tanto necesitan hacer un esfuerzo mayor que el resto y no deben quejarse, porque si ustedes “sueñan”, con un mundo mejor, y  una sociedad más justa, podrán lograr su “sueño” de la educación y entrar a la universidad…” Aquí un cometario: para esa manera de pensar, dejar de ser pobre es un “sueño” y la educación también es un “sueño” en vez de ser un derecho ¿Qué piensa usted? Menciono a los Estados Unidos porque es el modelo que Chile sigue. Continuando, con lo de “ser otro del que se es”, no aceptarse como latinoamericano, sino como gringo o europeo. ¿Se ha fijado usted acaso en los comerciales de televisión o en las imágenes que muestran en la publicidad? ¿Se reconoce usted ahí? Donde todos son gente blanca, de ojos claros, con paisajes que emulan otros países europeos o concepciones gringas de la vida ¿Se ha preguntado usted qué es ser chileno? O mejor, pregúntese si quiere ser chileno, así como en los comerciales, como en la televisión, como se lo dice la derecha, los que celebran el bicentenario, la independencia de Chile y después lo traicionan abrazando a Estados Unidos, dándole la mano a presidentes europeos delincuentes, apoyando hasta última hora el terrorismo de Pinochet, adueñándose de los recursos comunes para venderlos a otros países. Pregúntese usted, le reitero, ¿es chileno? ¿Está orgulloso de Chile?, la economía está buena ¿no? Pero, ¿sabe leer? ¿Sabe escribir? Qué piensa, qué piensa, que es el mejor no es cierto, que el peruano, el boliviano, que Chávez aquí Cuba allá, ¿no lo estarán “Derechizando”? ¿No le estarán metiendo “el pico en el ojo”? No me diga que lo encontró ordinario, pero… ¿lee usted?, qué lee, de quién es Chile, en serio de quién es Chile, tuyo, mío, de ustedes, para ti para mí, ¿qué es Chile? Le pregunto, no me ponga regetón pues ¿Acaso no es chileno? ¡Ya sé!, quiere parecerse a alguien, ¿a quién quiere parecerse? A quién se parece, es igualito a quién, dispara usted o disparo yo, dispara usted o disparan ellos, pero qué es chile poh, ya poh weón ¡Ah! somos buenos pal copete, pal asado, qué más, qué más, tenemos Mall ¿Qué es Chile entonces? ¿Usted, yo, ellos, nosotros? Pero… deténgase un poco ¿puede esperar? o ¿no quiere hacer la fila? Es una rotería esperar, pero para el 18 voy a la fiesta del “roto chileno” igual soy guachaca para esas fechas, después me aburro y me voy a Europa. Pero ¿es chileno o no?, dígalo, grite, como en el estadio, cante como cantan los cabros del barrio ¡A lo chileno! Parece que he escuchado esas melodías antes. Hable, diga una frase. Es que la plata, la plata, la plata ¿Quiere hacer algo? Es que la plata, la plata, la plata ¡Ah! te estay picando a choro, comete un Mc Donald entonces y quedai hablando en inglés altiro, ahí tenis más posibilidades ¿De qué? ¿De qué? De ser chileno bilingüe con doble nacionalidad. Bakan, bakan, el loco sabe ¿Qué sabe el loco? Pero… ¿Usted es chileno? Nací aquí pero tengo apellido español, israelita, francés, italiano, así que a veces no más ¿Usted es chileno? No, yo soy pulento, la pulenta hermano ¿Qué es eso de ser chilento? Cómo, qué cosa. Eso poh longi, eso de ser chilento. ¡No! CHI-LE-NO. Ah… no cacho, yo me ando salvando aquí, así que vira, la ascurría es gratis cuiquito, ah pero está bakan tu auto, me gustaría ser como tú, tener hartas cosas ¿tú eris chileno? No sé, soy hijo abandonado de la burguesía, mis viejos viajan pero tengo mucha plata y droga, copete, comida de sobra, casa en la playa, en la nieve, en el desierto, el mar, en el cielo, ahora me voy casar porque estoy aburrido de reventarme, pero a veces soy chileno, y ando en mi auto rajao terrible de curao atropellando a la gente, o chocando y le pego a mi polola. Pero a veces nomás, pero mis abuelos son italianos ¿Pero los chilenos no son esos que salen en la tele orgullosos, abrazando a Clinton, Bush, Obama, y tienen un ministro que le llaman de la cultura porque le toca la guitarra acústica y le canta el cumpleaños feliz en ingles, frente a los medios de comunicación, de terno completo eso sí, a un rockero pop gringo que se llama Perry que ahora es empresario de un festival de rock (lo encuentro raro, porque la derecha, lo que más odia, -porque son puro odio- es a los volao, chascones, curao, emos, homosexuales, rockeros, castrados, transexuales, poetas, anarquistas, mujeres, etc., bueno es larga la lista) cuando aquí a los rockeros siempre les han dado puros lumazos, por eso rara la cuestión, eso de ser chileno por un lado y por el otro a veces? Es como una empresa de un par de gallos me dijo mi papá. ¿Quién es Chile? ¿Qué es Chile? ¿Usted quiere ser chileno?

Por Javier Peralta Rojas