Las organizaciones sociales y populares, frentes políticos y ciudadanos del Ecuador, América Latina y el Caribe asistentes al Foro de los Pueblos CELAC 2016, en defensa de la democracia, la soberanía y la paz celebrado en Quito, del 26 de enero del 2016, considerando que:
La CELAC es la expresión de la decisión soberana de los Pueblos de América Latina y el Caribe y que es en ese marco donde se debe seguir construyendo y consolidando los procesos de integración económica para la erradicación del neoliberalismo y de sus consecuencias, garantizando la soberanía e inclusión con identidad.
La gestión de Rafael Correa Delgado, Presidente Pro tempore de la CELAC 2015, ejercicio sin interferencia extranjera y basado en el derecho de autodeterminación, contribuyó en el cumplimiento de los siguientes objetivos: Reducción de la pobreza extrema; nueva arquitectura financiera internacional; desarrollo de la ciencia y tecnología; desarrollo de la infraestructura vial, productiva y energética, soberanía, dignidad y paz; planteados como ejes estratégicos para elevar el nivel de vida de sus pueblos.
Los pueblos organizados y rebeldes somos los llamados a generar la transformación social para erradicar la inequidad, la exclusión, la violencia, la discriminación en todas sus formas.
Los conocimientos de los pueblos y nacionalidades ancestrales son soberanos y valiosos por lo que es condenable su despojo, uso inadecuado y apropiación ilegal por parte de empresas transnacionales; así como también es condenable el acaparamiento de las tierras.
La inequidad y violencia, que son estructurales, deben ser erradicadas en todas sus formas, sobre todo las que son dirigidas a la mujer.
El cambio de la matriz productiva de nuestro país debe significar el fortalecimiento de los sistemas de economía comunitaria y popular, la tierra, en la pesca, manglares, turismo comunitario, trabajo autónomo, entre otros y, que este proceso debe ser sostenido y emulado por los países de la CELAC.
Es imperativo que la región Latinoamericana, donde se expresa la mayor inequidad del mundo, redefina las relaciones con las transnacionales, regulándolas desde contenidos constitucionales y del derecho internacional eliminando así el sometimiento derivado de los arbitrajes internacionales perversos e injustos.
América Latina es un territorio de paz y la paz es nuestra identidad, en esa perspectiva debe aceptarse el diálogo como el mecanismo para superar todos los conflictos, respetando la soberanía y la libre determinación de los pueblos.
El armamentismo es oprobioso y que la presencia de bases militares extranjeras atenta contra la democracia, la soberanía y la libre determinación de nuestros países, y que el chantaje nuclear supone en sí mismo una amenaza contra la vida, así como la exacerbación de las guerras generadas por los intereses de las multinacionales armamentistas.
Hacemos público el siguiente manifiesto mediante el cual exigimos:
1. El cese definitivo del bloqueo de EEUU a Cuba y la extinción de las leyes injerencistas estadounidenses contra el pueblo cubano.
2. El cese de la agresión mediática y la coerción económica contra los proyectos políticos progresistas en América Latina y el Caribe.
3. El cese inmediato de las acciones pro imperialistas y antipatrióticas de la derecha venezolana que impulsa el detrimento de las políticas sociales logradas por los pueblos, con la intención de provocar una guerra fratricida que justifique una intervención externa.
4. La solución pacífica con justicia, ante el conflicto armado en Colombia, proceso sostenido y garantizado por la hermana república de CUBA.
5. Las investigaciones integrales ante la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, y de miles de ciudadanos mexicanos desaparecidos, exigimos que los autores deben ser procesados y juzgados.
6. La suspensión de la campaña de desprestigio contra la gestión y aciertos del gobierno de Cristina Fernández en Argentina, con los que se justifican los despidos y desmantelamiento de las políticas sociales en ese país y la persecución a los ciudadanos que han recogido el sentir popular de los sectores afectados, demandamos el cese de la censura a los medios públicos como el caso del comunicador Víctor Hugo Morales y la libertad de la legisladora Milagro Sala.
7. Respeten la voluntad del pueblo de Haití e su afán de una transición política participativa y consensuada interna y se pongan fin a toda injerencia, incluido el retiro de las tropas en Haití y el fin de la MINUSTAH.
8. Que los gobiernos y sectores políticos respondan a las demandas históricas de las organizaciones populares, sociales y de los pueblos de Latinoamérica, para que fortalecidos en nuestros procesos organizativos, sigamos siendo el sujeto y actor de todas las transformaciones.
9. El respeto y garantías absolutas a nuestra historia, a los referentes de nuestros procesos libertarios y a nuestra determinación de levantar con firmeza la voz de la dignidad, unidad y la hermandad entre todas las organizaciones sociales y pueblos unidos por la interlocución política permanente.
10. Frente a la crisis internacional del capitalismo, los gobiernos de izquierda y progresistas junto a las organizaciones populares, movimientos sociales, comunidades, pueblos nacionalidades, de manera unitaria, defendamos, sostengamos y profundicemos los procesos sociales económicos y político de cada uno de nuestros países.
Los pueblos de la CELAC reafirmamos nuestro compromiso de seguir firmes construyendo la patria que soñaron nuestros libertadores, defendiendo la soberanía, la democracia, la autodeterminación y la dignidad como único camino para vivir en una región de paz.