Declaración pública de la Asamblea Social de Castro

En las últimas semanas se ha mostrado el lado más triste de lo que ocurre con la salud de los habitantes del archipiélago de Chiloé. Las muertes de vecinas de Quellón sumado a los dramas que vivimos a diario en las diez comunas de la provincia van mostrando la pobreza, la falta de medios y de tecnologías con los que cuenta la red asistencial y hospitalaria. Este es un dolor que se encuentra en el centro de las familias y comunidades chilotas, sin que las autoridades lo enfrenten en forma seria. Han sido los vecinos y organizaciones de Quellón los que se han organizado y puesto el tema con mucha fuerza. El movimiento de Quellón ha irradiado por toda la isla la necesidad de demandar a las autoridades una salud de calidad.

La estructura hospitalaria y de atención de urgencia, la colapsada atención primaria en consultorios y Cesfam fue construida para una población inferior a la que hoy existe en la provincia y sumado a ello, las condiciones geográficas y de aislamiento de algunas localidades empeora aún más las cosas.

Vemos que las soluciones que nos ofrecen las autoridades, son: implementar vías “rápidas” para llegar pronto a los hospitales del continente y externalizar los servicios para disminuir las listas de espera, situación que encubre una privatización del sistema de salud y un debilitamiento del servicio público. Estas formas de resolver las urgencias son, como lo dirían los mayores, «pan para hoy día y hambre para mañana”. Esas fórmulas resuelven la urgencia pero generan que nuestros servicios sigan teniendo una atención inadecuada.

La Asamblea Social de Castro en conjunto con otras organizaciones de la comuna como el Consejo Consultivo del Hospital de Castro, Sindicatos, Agrupaciones de Profesionales y Organizaciones Vecinales estamos levantado una demanda conjunta que busca resolver el problema de la red de salud de la provincia, para ello planteamos 6 puntos que nos parecen fundamentales.

Conocer en el más breve plazo el proyecto del nuevo hospital de Castro, con especialidades y con categoría 1.

Que los hospitales de Ancud y Quellón suban a categoría 2 y los de Queilen y Achao suban a categoría 3. También que el Servicio de Salud de Chiloé tenga autonomía en los recursos asignados y que estos incrementen para garantizar una salud de calidad.

A corto plazo: optimizar los recursos hospitalarios, planificación y control de agendas médicas para poner fin a la compra de servicios externos, los que se cancelan a un costo muy elevado, mermando así la Salud Pública.

Aumentar el valor per cápita en razón a las condiciones geográficas y culturales de Chiloé.

Con urgencia: implementar 2 pabellones para cirugía con dotación completa para funcionamiento inmediato

Terminar con las listas de espera, mejorar la atención de las urgencias e implementar farmacias en las unidades de Urgencia las 24 horas del día y que estas se encuentren abastecidas con los medicamentos necesarios.

Estas propuestas fueron presentadas al Ministro de Salud, al Director del Servicio de Salud de Chiloé, a la Asociación de Alcaldes del Archipiélago y al Concejo Municipal de Castro, pero creemos que es necesario multiplicar los esfuerzos para que estos avances en materia de salud pública se materialicen y puedan favorecer a todos los habitantes del Archipiélago.

Convocamos a todos los vecinos a difundir estas propuestas, a organizarse para mejorar estas demandas, a estar alertas frente a las respuestas de las autoridades que en un año electoral pueden volver a engañarnos y a no dejarnos embaucar con promesas de conectividad, modernidad y mercado cuando lo que requerimos, con urgencia, es Salud Pública de calidad para todos nosotros.

Vecinos, las demandas de la Asamblea de Quellón son nuestras demandas y su lucha es un ejemplo de lo que habitantes de Chiloé debemos hacer cuando nos engañan y tratan como ciudadanos de tercera.

La SALUD DIGNA es el clamor que está recorriendo todo el Archipiélago y debe crecer como la dignidad con la que miramos a nuestros hijos.

Asamblea Social de Castro

***

Fotografía de Cristian Sotomayor Demuth